Cristina contra todos O todos contra Cristinas y el PP, según se mire. Así se desarrolló el debate a seis que emitió Telemadrid en la noche del lunes durante un par de horas, con la intervención de los seis cabezas de lista de las candidatura a presidir la Comunidad de Madrid desde el próximo 24 de este mes. Discreta Ana Samboal, la presentadora, que se limitó a recordarnos que el programa lo emitía Tele Madrid y que estaba siendo Trend Topic mundial, universal y general… Pactó con sus invitados bloque de intervenciones de cinc o minutos y se limitó a comprobar que cu8mplían lo pactado, prácticamente sin interferencias ni abuso alguno. Y como estaba p0revisto, se comprobó fácilmente que todos los candidatos, todos, tienen programas alternativos a lo que ha venido haciendo la Comunidad de Madrid del PP de los últimos años, con Esperanza Aguirre o con Ignacio González a sus mandos. Cifuentes era consciente de que iba a ser el pim pam pum de todos, y se resignó, y posiblemente hasta disfrutó de ese papel. Ella fue “a lo suyo”: Proporcionó sus propios datos, y atacó a casi todos, sin importarle replicar a las cuestiones que le plantearon todos. Con esa media sonrisa de prepotencia que emplea, aguantó el tirón, e incluso algún periódico sostiene que fue la triunfadora. ¿Por mantener lo que se viene haciendo, y comprometerse a luchar contra la corrupción y los gastos superfluos? Hubo otras cuantas voces mucho más ilustradas y con programas alternativos y verdaderamente interesantes, pero el programa no les proporcionó la oportunidad de mayores explicaciones que el enunciado y poco más. Cifuentes aguantó el tipo, sonrió o se enfadó ante las otras intervenciones, y pudo comprobar, en efecto, que hay unos cuantos programas alternativos que, posiblemente, nunca verán la luz de la realización. ¿Da la talla Cristina Cifuentes? Escasamente. Está rodada por su cargo anterior de delegada del gobierno y no hay duda de que tiene muchas ganas de demostrar que es capaz de mejorar lo que han hecho sus antecesores en el cargo. Pero parece difícil que vaya a aceptar ideas ajenas, o a pactar algo con alguien distinto a lo que ella está convencida de que debe hacer…En cuando a la fórmula del debate, ya decíamos que es cómoda para el presentador, y que tampoco ofrece mayores complicaciones a los intervinientes: cada un o tienen sus correspondientes bloques de intervención de cinco minutos, y toca el turno al siguiente… Desde luego, escasamente se puede hablar de debate: no hay oportunidad de intercambiar opiniones, y apenas de llevar la contraria al otro. Sencillamente, con no prestar atención a lo que le dicen… Y esa fue la fórmula que finalmente empleó Cifuentes, cuando ya se cansó de verse aludida y replicada por todos. Sencillamente, “pasaba” e iba a lo suyo, a vender sus propias doctrinas y sus propios éxitos y los del PP de sus antecesores. Eso no resultará fácil de repetir con algún otro personaje, como Esperanza Aguirre y sus opositores. Ni Aguirre ni sus con trinchantes aceptarían esas normas de juego, con bastante probabilidad… Por lo de más, los periódicos siguen revelándonos las interminables corrupciones de la comunidad de Madrid,. Ahora se sabe que bufetes como los de Montoro y Lamela, facturaban a la Comunidad de Madrid hasta cinco millones de euros por dictámenes y consejos, probablemente perfectamente prescindibles, y que no hubieran llegar a percibirse salvo por la personalidad de los bufetes implicados. Una vez más, reaparece, como le llama Antonio Carmona, “la madre de todas las corrupciones”: de la Gurtel, de la Púnica, de las carreteras radiales, de la Ciudad de la justicia, del Metro ligero…, y así sucesivamente. Es curioso que no se haga un planteamiento global de qué hizo, y de cuántas cosas es responsable “la lideresa”, y de cómo, sin embargo, sigue manteniendo en la esperanza de verse elevada a la condición de alcaldesa, lo único que aún no ha sido en Madrid… También sigue en espera la presidenta electa andaluza, Susana Díaz, en este caso, por la cerrazón de Podemos y Ciudadanos, más el PP e IU. Todos a una contra quien ganó las elecciones. El jueves hay otra votación, y hay esperanza de que algún emergente, podemos en concreto, esté cambiando de opinión… JOSÉ CAVERO