Serias dificultades Frente a lo que pudo pensarse tras el escrutinio del día 24, no está resultando nada sencillo constituir gobiernos autonómicos o municipales. Las dos fuerzas emergentes, podemos y Ciudadanos, parecen ser coincidentes en una cosa: Sus deseos de comprometerse en pactos o alianzas de gobierno son escasas o nulas. A lo sumo, condicionarán la investidura, y darán o negarán el correspondiente apoyo en votos para obtener las mayorías, pero dar el paso siguiente de comprometerse con el gobierno… va a ser que no, salvo que sean ellos mismos quienes encabecen esos eventuales nuevos gobiernos. Eso, de una parte. De otra, estamos comprobando la resistencia que se sigue produciendo contra “los nuevos”, particularmente Podemos, a quienes cada partido parece necesitado de comprobar su lealtad y juego limpio. No se terminan de fiar de las posibles “concomitancias venezolanas”, o de “soviets”, como las ha llamado Esperanza Aguirre. Total, que formal gobierno se ha puesto enormemente difícil, tras el ejemplo andaluz, que ahora parece que se sigue por doquier: Primero, se condiciona el apoyo, y luego, se comprobará si cabe alguna clase de colaboración directa en los nuevos equipos de gobierno, pero preferentemente, con apoyos exteriores, nada más. Es decir, que nada de automatismos: Podemos más PSOE completan una mayoría absoluta, pues adelante. En absoluto: primero, que uno de los dos sea la lista más votada, o menos indeseable, y luego, el cómputo matemático de la mayoría. Y sólo después de eso, repaso a los correspondientes programas y aproximación de los aspectos más diferentes o encontrados. Total, que no parece que vaya a resultar fácil el apriorismo de que PP más Ciudadanos, y PSOE más Podemos. Por si fuera poco, ya ha aparecido un presunto corrupto, el señor Ballarín, primero de la serie, en las listas de Cristina Cifuentes en la comunidad de Madrid. Con lo cual, se detiene automáticamente el proceso. Hasta que el presunto no desaparece de las listas, no hay un paso más… De manera que, de momento, Madrid no tiene ni siquiera la posibilidad próxima de contar con alcaldesa y presidenta de la Comunidad. Desde luego, no con la urgencia que algunos hubieran querido para visualizar los cambios operados por las urnas… Tampoco parece fácil la revisión de colaboradores que parece estar haciendo el presidente Rajoy. Primero se dijo que sustituiría a Cospedal en la secretaría general del PP. Ahora se sostiene que el cambio se operará en parte del gobierno de la nación, tras algunas incompatibilidades radicales: De Guindos quiere irse, Wert quiere irse, es posible que Soria tenga que irse por la manifiesta condena que le han dedicado en Castilla y León a cuenta de los fondos mineros… Y, en cambio, sigue ganando puntos Ana Pastor, la ministra favorita de Rajoy, que podría escalar alguna nueva responsabilidad gubernamental. Es un valor seguro y en alza… El caso de Soria en Castilla y León es sintomático de los odios y desplantes que el Gobierno de la Nación puede padecer por parte de quienes se creen perjudicados por la política gubernamental. No hay precedentes de un ministro que haya sido acusado con tanta pasión desde las bases del mismo partido, y que se le haya reprochado una derrota en Castilla y León y otra en Canarias. (Vaya eficacia la de Juan Manuel Soria, llegado a Madrid en medio de santísimas aspiraciones y ambiciones… ¿Y Rajoy qué dice? Rajoy, por voz de su alter ego, señora de Santamaría, dice que ni una palabra contra Cospedal, a quien correspondió torear a Luis Bárcenas y su finiquito a plazos… Rajoy se toma su tiempo para resolver los sudokus que le han caído encima, y, al mismo tiempo, para disponerse a enfrentar las elecciones que aún quedan, las generales de noviembre. (Sin olvidarnos de las catalanas de septiembre, que también las juega…) Y mientras tanto, ha realizado su primer viaje al extranjero la Reina doña Letizia, y parece que su tarea y presencia han sido admirables. Como si hubiera nacido reina… JOSÉ CAVERO