Podemos y PSOE, incompatibilidades revisadas Es curioso cómo los dos partidos emergentes, de momento por lo menos, parecen hacerle ascos al ejercicio del poder que les ha llegado por virtud de las elecciones del pasado día 24. Tanto Podemos como Ciudadanos han puesto, siquiera hasta el momento, variedad de trabas para “casarse” con alguien y determinar el rumbo de los nuevos mandos autonómicos y municipales. Probablemente porque hasta la fecha no había criterios establecidos, y se estaba a la espera de determinar qué se establecía en esas materias. Ahora, este fin de semana, es probable que tanto el PSOE como podemos y Ciudadanos avancen en sus criterios sobre con quién podrán aliarse o colaborar, todo mirando los beneficios actuales y los que pudieran tener un alcance a más largo plazo, ante las elecciones generales de noviembre. Elecciones, por cierto, que algunos han reclamado que se anticipen lo más posible para terminar con este tiempo de indecisión e incertidumbre que son los procesos electorales. Pero no parece que Rajoy vaya a dar esa baza a nadie… De manera que socialistas, polemistas y Ciudadanos de Rivera, las tres fuerzas que, en mayor medida, deben repartirse el poder decidido en las urnas del pasado 24,. Discuten este fin de semana lo que conviene o no conviene hacer en la búsqueda de socios y compañeros de viajes, después de que, inicialmente y por principio, ni Podemos ni Ciudadanos quisieran constituir equipos de gobierno ni son socialistas ni con peperos. Incluso hemos visto en las últimas horas episodios de abierta confrontación en el seno de algunos de tales partidos. Por ejemplo, la actitud de Susana Díaz, que parece querer tener la última palabra, o siquiera una de las últimas, para determinar esos criterios y pactar o impedir que se pacte con determinados partidos. Susana, parece que está siendo seducida por Rajoy, el PP y Romero Bonilla, con lo cual, se podría abrir un frente de inciertos resultados, si, además, Susana impone su criterio a los restantes barones socialistas, empezando por Sánchez. En realidad, estamos ante un juego a dos bandas, en el que se ha lanzado a participar el PP gobernante. Si el entendimiento entre Susana y Sánchez ya era de por sí difícil, la intervención de Rajoy, Santamaría y Bonilla pudieran hacer un juego de mesa de imposible solución y desenlace. Ya hemos visto a varios barones socialistas, como Patxi López, García Page, el propio José Bono, que no ven complicaciones a la eventualidad de pactar con Podemos. Pero no es el criterio general: Por el contrario, sigue habiendo una clara resistencia en algunos otros ámbitos y personajes. ¿Se podrá determinar y conocer un criterio común, de vigencia universal, que establezca: con el PP es posible, o no conviene cooperar, y sí es deseable y conveniente, por el contrario, hacerlo con Podemos o con Ciudadanos? Y, al mismo tiempo, algo parecido deberán decidir los que mandan en estos dos grupo “emergentes”, que tampoco parecen tener prisa alguna por cerrar acuerdos y establecer pactos de futuro. Y sin embargo, es lícito que los candidatos elegidos, que ya han llegado a verse instaurados en el mando, muestren su impaciencia… Lo hemos estado viendo en Andalucía, y lo empezamos a ver en Madrid o en Barcelona, donde Carmena y Colau ya hacen planes de actuación inmediata, sin esperar más… , y aunque no se hayan cerrado los correspondientes acuerdos de colaboración entre las direcciones de los partidos. De ahí que empiece a resultar urgente la necesidad de cerrar ese capítulo de criterios a seguir: dónde procede y dónde no, qué es preferible y aconsejable, si es válido apoyar y no ser apoyado, si cada entendimiento pasa por alguna forma de acuerdo o convenio más o menos serio y establecido ante notario… Va siendo hora de que los partidos y sus fuerzas vivas se dispongan a trabajar, de una vez, y de la mano de quien sea, o en solitario, para que los ciudadanos terminemos de saber quién ha ganado y quién ha perdido, y cómo se miden y dónde están los nuevos poderes distribuidos el 24-M… JOSÉ CAVERO