martes, 12 de abril de 2016

Mario  Conde ha vuelto a sus andadas, que tiene bien conocidas y visitadas. Son los grandísimos titulares de la gran prensa y televisión, y sus andanzas nada santas, a menudo perseguido o escoltado por la guardia civil. Ahora, como en otras ocasiones, don Mario es reo de sospecha: Se sospecha, dicen los papeles de la ley y del orden, que Conde estaba devolviendo a España loa dineros ue en u momento se llevó  del Banco que vació, del viejo Banesto que él “asaltó” como primer accionista y que dejó temblando tras su paso por sus estructuras de mando. Entonces, determinaron las autoridades monetarias que se había llevado no se sabe cuántos miles de millones de pesetas o de euros, y ahora se insiste nn que buena parte de aquel dinero desaparecido, estaba siendo devuelto desde Gran Bretaña, o desde Suiza, a cuentas de España. Pero ya es conocida la afición de Conde a modificar las versiones oficiales. Dirá ahora  que no hay nada de tal cosa, y que ese dinero siempre fue suyo. Antes como ahora, y que  lo lleva y lo trae adonde le viene  en gana, y donde le viene bien o mejor, y que nadie tiene por qué hacerle el menor reproche, ni cuándo lo hizo desaparecer ni ahora que pretendía hacerlo reaparecer en escena por causas que sólo él conoce bien.
Y mientras el dinero va y viene, desaparece y aparece, como con arte de magia, don Mario se divierte, se casa y se descasa, y recibe honores y méritos de doctor honoris causa y predica como gran moralista de nuestro tiempo desde la pantalla amiga de Intereonomía, o desde un partido político que se le ocurre reverdecer, siempre para salvar a la patria en peligro…
Parece probable que, en esta ocasión, os dineros volátiles de don ario habrán de servirle para paga sus deudas al Tesoro Público, y que volverán adonde jamás debieron haber salido volando., a los tesoros públicos. Es lo que tiene la volatilidad del dinero.., sea de don Mario o del ministro en funciones don José Manuel Soria o del comisario comunitario de la familia de los Osborne, antes ministro de Agricultura y del medio ambiente  y siempre voraz comensal de lo que le echen., y siempre presunto defensor del medio ambiente y de sus personales intereses privados,…, don Arias Cañete.
¿Cómo habríamos de querer mayores espectáculos políticos, como la constitución de un gobierno nuevo, , teniendo éstos relatos de los fugados con pastas largas?
E espectáculo que pueden dar, y dan, Conde, Soria, Cañete, como Urdangarín  y sus socios Barberá, Camps, es inmejorable. No se puede pedir más…, salvo la devolución de bienes” prestamos” a sus legítimos dueños, o en su falta, al Estado de todos…
Nos dan espectáculo y doctrina moral. ¿Qué más se puede reclamar de estas señorías potentísimas?

JOSÉ CAVERO

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