Las declaraciones de Correa en la audiencia Nacional son de
extraordinaria oportunidad y gravedad. No sólo
ha venido a confirmar las sospechas sobre el papel de Gurtel en l
financiación del Parido gobernante, sino
también, la inoperancia de los directivos del partidos, mucho de los cuales
sabían o que estaba sucediendo, y acusaron insistentemente a la opinión pública
de que e estaba inventando todo en un campaña deliberada para desprestigiar al
PP. Rajoy, Cospedal,, el presidente del Congreso, Federico Trillo, destacaron
por ese papel de acusadores sin causa, empeñados en dar l vuelta a la realidad y de hacer que los culpables resultaran
víctimas. Pero Correa ha dejado todo en
claro, meridianamente claro y detallado: el PP percibía mordidas a cambio de adjudicación
de obras, y cada dirigente del PP, alcaldes incluidos, tenía su propia
recompensas personal por su actuación favorable a los Gurtélidos, con
cuantiosos beneficios económicos para ambas partes. No podía ser más oportuna,
la revelación de Correa, en pleno debate
sobre la inclinación que tendrá el PSOE en la próxima sesión de investidura de
Mariano Rajoy. Desde luego, este país no se merece un presidente que se haya
visto tan abultadamente alcanzado y anegado por los límites de la corrupción,
la prevaricación, el soborno permanente… ¿Qué elección puede resultar justa y ecuánime
si las fuentes de financiación electoral
ds un partido concreto han estado sistemáticamente trucadas año tras año?
Jamás hubo tales niveles, en suma, de corrupción nutre una secta, la Gurtel, y
un partido en el Gobierno, el PP. Pese a todo lo cual, es probable que el PSOE
termine aceptando, con u segunda votación, que Rajoy vuelva al Gobierno y siga
ejerciendo unos poderes abusivos, alejados de la mesura y de lo razonable. Correa se pasaba el día en la sede de Génova,
era un ente del PP, y lo benefició en todo lo que estaba en su mano, que ra
muchísimo, Bárcenas era el intermediario eficaz, corrupto número uno con
aplaudo de Rjoy. Y en esas circustancias, el PP se apuntó la victoria en las
elecciones que correspondieron a esa etapa miserable y vergonzante de la vida
pública española.. La revelaciones de Corea bien valdrían como razón para que
Rajoy abandonara, de una vez, la vida pública y sus aspiraciones a seguir
gobernando la nación…
JOSÉ CAVERO
- Correa confiesa
ante el tribunal el cobro de
mordidas para el PP. Me pasaba el día en
Génova. Estaba más tiempo allí que en mi despacho –El País, 14 oct.
- Francisco Correa. Génova era mi casa –ABC, 24 oct.
- Correa admite comisiones
para el PP, pero evita acusar a la cúpula. Declara que los empresario
pagaban el 2 o el 3 por 100 por las
obras pùblicas. Afirma que él mismo
entregaba el importe de los recaudado a
Bárcenas en Génova. Elude incriminar a
los máximos dirigentes del PP, y dice que se fue cuando llegó Rajoy, por la
falta de entendimiento entre Rajoy y Crespo-Gurtel –El Mundo, 14 oct
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