EL NUEVO IMPUESTO SE HACE ESPERAR.- Durante toda la jornada del jueves se especuló con las características que tendrá el nuevo impuesto sobre las grandes finanzas, el nuevo patrimonio o los nuevos modos de recaudar de quienes más poseen. Pues bien, hubo que esperar hasta casi las diez de la noche para que el Gobierno tuviera una segunda voz, tras el preanuncio de Zapatero, sobre este futuro tributo a los ricos. Primera puntualización de Elena Salgado: No es inminente. Llegará, pero en su momento. Probablemente porque ahora “toca” asumir las otras medidas del paquete económico del ajuste, rebaja de salarios de funcionarios, congelación de pensiones, reducción de la obra pública, rebajas a la dependencia, supresión de los 2.500 euros del cheque-bebé... El futuro nuevo tributo llegará más adelante, posiblemente cuando se debatan los presupuestos generales del Estado para el año que viene, y será materia a discutir y pactar con otros grupos parlamentarios, particularmente de la izquierda, que es la zona del espectro político que más insistentemente reclama que el ajuste y las reformas no se ceben en “los de siempre”, los asalariados menos pudientes, más controlables y de nómina del estado.
SE ECHA DE MENOS PATRIMONIO.- ¿Qué se sabe de ese futuro impuesto nuevo? Primero, que ya se echa de menos que su hubiera decidido suprimir el Impuesto sobre el Patrimonio. Se quitó en un momento de euforia económica, y ahora el Estado se ve necesitado de esos y cualesquiera otros ingresos. En las actuales circunstancias hubiera venido muy bien. Se trata,. En esencia, de que los ciudadanos con más poder adquisitivo, más fortuna, mayor patrimonio, aporten algo más a las arcas del Estado. Básicamente se trata de que cada ciudadano se vea comprometido a hacer una aportación, todavía no determinada, por el conjunto de su patrimonio, su renta y sus acciones de cada año. Esos tres conceptos tendrán la doble utilidad que en su momento ya tuvo Patrimonio: primero, “controlar” lo que cada ciudadano posee. Ya tiene otros medios para saberlo, pero esta declaración cerrará el círculo de sus conocimientos. La renta ya ha tenido que “confesarla” en el IRPF, y también la compraventa de acciones, o el valor catastral de su o sus viviendas... Ahora, todos esos conocimientos estarán juntos para mayor facilidad de los agentes tributarios, y para que sea lo menos posible lo que escapa al conocimiento y tributación al Tesoro Público.
LA TASA Y EL MÍNIMO.- Luego, quedan por determinar los aspectos “decisivos” del futuro nuevo impuesto: la tasa que se imponga y el mínimo de los bienes totales por los que será imprescindible contribuir. Se ha especulado con un millón de euros, como esa tope mínimo a partir del cual se cotizará al Fisco. Sin duda se tendrán en cuenta algunos impuestos de este tipo ya existentes, como el francés, que creo recordar que paga a partir de los 700.000 euros. La riqueza media nacional española es menor...Y en cuanto a la tasa que se aplique, ya se verá el fruto de los debates entre las distintas fuerzas políticas. No será una tasa alta, pero resultará muy productiva...
UN IMPUESTO TEMPORAL.- Y la gran dificultad teórica: la que ya existía en el Impuesto sobre el Patrimonio: Los ciudadanos ya han pagado otra vez, con anterioridad, por lo que ahora declararán de año en año. Es un impuesto “redundante” y duplicado... Y por tanto, abusivo. Pero el Estado está con necesidades urgentes de aportaciones ciudadanas para frenar el desgaste de la crisis y sus efectos, y es consciente de que tiene que hacer recaer sobre los más pudientes esta nueva aportación, porque los débiles han sido los primeros elegidos en el ajuste de funcionarios, pensionistas, dependientes, futuros padres.... Por ello proclama que será temporal y por un tiempo determinado y preciso. O sea, una “derrama especial” entre vecinos de una comunidad con dificultades súbitas. Eso sí, no cabe descartar que algunas de las grades fortunas nacionales aprovechen la oportunidad para emigrar. El dinero es cobarde y huidizo..
ETA, DESCABEZADA NUEVAMENTE.-No han faltado las voces maliciosas que han relacionado el anuncio de la detención de los jefes de ETA con las dificultades del gobierno en materia económica, ni siquiera con las especulaciones recientes, y reiteradas, de que el propio Gobierno volvería a estar tentado, intentando o ejecutando nuevas gestiones para llegar a un entendimiento con la banda para su cese final de actividades. Pero todas esas maledicencias han quedado anuladas y depreciadas por la realidad e los hechos, que se ocupó de valorar debidamente el muy eficaz ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. Lo cierto es que la detención de Mikel Kabikoitz Carrera, con Ce o con Ka, y otros tres terroristas etarras, ha sido un éxito policial de grandes dimensiones y trascendencia,entre otras cosas, por lo que el propio ministro explicó: los terroristas estaban reunidos y trabajando, y no rezaban el rosario en el momento en que irrumpieron los gendarmes franceses y la guardia civil en su vivienda.
NO REZABAN EL ROSARIO.- Dicho de otro modo, los jefes de ETA estaban determinando las futuras actuaciones de los comandos. Asegura un diario que ETA estaba preparando una de sus ya muy conocidas “campañas de verano” con múltiples atentados... O como ha señalado alguno de los medios que más insisten en la eventualidad de alguna negociación presente o futura, los arrestados preparaban atentados “para reventar la negociación. El grupo desarticulado estaría intentando cerrar el debate interno. Dice el mismo medio que la detención de ese sector duro de ETA “allana el camino de la negociación con los críticos, toda vez que los apresados querían dinamitar las tesis de Otegui y Usabiaga. De ser ciertas estas especulaciones conspiratorias, no habría que descartar algún chivatazo o alguna “aportación informativa” desde dentro para favorecer el avance de los más sensatos. Otro aspecto que ponen de relieve muchos medios es que los detenidos eran los últimos de los jefes etarras que, en su momento, hace un par de años, rompieron la tregua que se suponía que iba a fraguar en el final de la banda y la entrega de las armas.
LOS JEFES DE ETA QUE VOLARON LA TREGUA.- Aquellos jefes etarras, por el contrario, decidieron, por su cuenta y riesgo, hacer estallar la terminal 4 de Barajas, con dos muertos, y de ese modo “volar” las negociaciones en curso. Señalan los expertos que Karrera era el jefe etarra más intransigente de la apuesta de la izquierda radical por vías pacíficas. Ahora tendrá ocasión para repensar su actitud, en la tranquilidad de su celda carcelaria. Ha puesto también de relieve Rubalcaba que es probable que con estas detenciones se haya apresado al jefe actual..., y a quien podría ser el siguiente, reunidos ambos en el momento de la intervención policial. Es decir, que cada vez está siendo más difícil el relevo y la sustitución de los caídos. Hay “cantera”, y hay “banquillo”, pero posiblemente no en condiciones de preparación suficientes.
DEMASIADOS JEFES PARA POCA BANDA.- Dice un analista que han desfilado “demasiados jefes para tan poca banda”, y ésa es la gran conclusión de este episodio de la lucha antiterrorista. ETA está frágil, muy debilitada, profundamente desgastada y erosionada por los sucesivos éxitos conjuntos de gendarmes franceses y policías españoles. La banda parece un lugar trufado, inseguro, resbaladizo. Y da la impresión de que en cualquier momento pudieran empezar a proliferar las declaraciones de deserción . Pero nadie quiere anticiparse a los acontecimientos, por más que se piense que este descabezamiento de ahora viene a ser poco menos que un “descabezamiento casi definitivo”. ¿Qué falta? Un empujoncito final, tal vez, y sobre todo, que no se rebaje el esfuerzo de la lucha antiterrorista y de la cooperación franco-española, decisiva para terminar, de una vez, con el santuario francés y la banda terrorista de origen vasco...
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