domingo, 11 de julio de 2010

LAS DOS BANDERAS DELMOMENTO, LA NACIONALDEL FÚTBOL Y LAS CATALANAS DE LA MANIFESTACIÓN.MONTILLA ABUCHEADO, HUBO DE REFUGIARSE DE ALGÚN MANIFESTANTE

LAS DOS BANDERAS DEL MOMENTO: LA NACIONAL.- La gran actualidad consiste hoy, o se sintetiza, en dos banderas distintas. De una parte, la bandera nacional, que se ondea en muchos balcones y que habrán llevado consigo esta tarde-noche miles y miles de jóvenes y personas de cualquier otra edad, para expresar su solidaridad y buenos deseosa para la Selección Nacional de Fútbol, que ha jugado la Copa del Mundo que se viene disputando en los Campeonatos mundiales de Sudáfrica. Pocas veces, o ninguna, como en esta ocasión, han florecido tantas banderas nacionales, en cualquier punto de España, y pocas veces se ha alentado tan abiertamente a los representantes de un deporte nacional como esta vez. La bandera nacional ha servido para unir los deseos de todos, y se ha hablado profusamente de la aparición de un sano y generalizado patriotismo al que, si acaso, sólo le bastó la letra del himno nacional para completar los festejos y celebraciones. La nación entera ha vibrado, durante varias semanas, al ritmo de las victorias conseguidas en los distintos encuentros deportivos, hasta el último de la tarde-noche de este domingo.

LA BANDERA CATALANA.- La otra bandera, con dos versiones distintas -con la estrella del independentismo y sin ella- es la catalana, que en la tarde del sábado tuvo un lugar y momento de protagonismo formidables por razón de la manifestación masiva –un millón, un millón cien, millón y medio de participantes, según los distintos cálculos y apreciaciones- que se sumaron a la protesta contra los recortes que el Tribunal Constitucional ha hecho del texto del Estatuto aprobado hace cuatro años por el Parlament de Cataluña, por las Cortes españolas y refrendado por los ciudadanos catalanes. Los recortes han sido, para el sentir de muchísimos catalanes y para muchos otros ciudadanos españoles, excesivos, desproporcionados, y acaso sólo representativos del sentir del partido que movió a actuar a los magistrados del TC, el PP, que hace cuatro años presentó un recurso de inconstitucionalidad contra el texto aprobado en las instancias mencionadas. ¿Es adecuado el Tribunal, ha sido justa la sentencia? Y pesando en el futuro: ¿No resultará contraproducente determinar que el Estatut no es conforme a la Constitución, por lo menos según cuatro de los magistrados del TC, afines al partido conservador, que tiene fundada fama de anticatalanismo? Ciertamente son las dos cuestiones del momento, de un lado, la esperanza de un triunfo internacional en fútbol y de otro lado, la confianza en que las cosas de la política no terminen de desviarse hacia una deriva que muchos pudieron comprobar en la manifestación del sábado, la deriva independentista. Sobre esta movilización de catalanes, por cierto, ha quedado una gran duda en la opinión:

EL INCIDENTE DE MONTILLA.- ¿Qué ha tenido mayor importancia y trascendencia: la manifestación en sí misma., o el incidente final que protagonizaron unos pocos individuos que abuchearon y hasta, tal vez, quisieron agredir al presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla? Nadie duda, en efecto, de que en la manifestación de Barcelona prevaleció el soberanismo y los gritos de los independentistas, que han visto, o quieren ver, en la sentencia del TC una demostración bien evidente de que Cataluña no tiene cabida ni lugar en el conjunto de España, por habérsele negado la condición de “nación”, por impedir que disponga de una lengua prevaleciente, por negársele un consejo del poder judicial o un Sindic de Greuges o Defensor del pueblo con las atribuciones que tiene el del Estado. Por lo demás, el uso y empleo de una y otra banderas no ha resultado incompatible para muchos ciudadanos catalanes, que se sumaron a los mejores deseos para “la Roja”, y que tampoco quisieron estar ausentes de una manifestación en la que verosímilmente se ha jugado el futuro de Cataluña como nación, o acaso futura nación Estado…

MONTILLA, INSULTADO.- Poco antes de las 20.00 horas, pese a que la cabecera oficial sólo había realizado la mitad del recorrido, la manifestación ha sido desconvocada ante el enorme caos en el que se había convertido. Ha sido entonces cuando, al intentar salir de la manifestación, el presidente de la Generalitat de Cataluña, José Montilla, ha sido insultado por un grupo de jóvenes, que se ha abalanzado sobre él. El presidente catalán ha tenido que ser escoltado por un enorme cordón de seguridad que le ha sacado a través de un pasillo, primero descendiendo por Passeig de Gràcia hasta el carrer Casp, donde han girado. La comitiva de seguridad, entre gritos de "¡inútiles!" e "¡ineptos!", ha continuado a toda prisa por esta calle hasta el cruce con Pau Claris, donde se encuentra la sede de la Conselleria de Justícia y se han refugiado. A las 20.15 horas, Montilla ha salido en su coche oficial custodiado por los Mossos d'Esquadra entre nuevos insultos.Unos minutos después, el ex presidente Jordi Pujol hacía el mismo recorrido. El recibimiento, en cambio, ha sido muy diferente. Algunos de los manifestantes que recorrían esta calle tras abandonar la marcha le han aplaudido e, incluso, le han recibido al grito de: "¡President! ¡President!".Antes de producirse los incidentes y, una vez desconvocada la marcha, ha sido el propio presidente catalán quien ha pedido salir de la manifestación. Justo entonces, dos jóvenes se le han acercado "a menos de cuatro metros", según han informado los Mossos d'Esquadra. Estos dos hombres han sido identificados pero no detenidos.

VALORACIÓN POSITIVA.- Pese a estos incidentes, la comisión ejecutiva del PSC ha hecho una valoración "muy positiva" de la manifestación. Una vez finalizada la marcha, el presidente de la Generalitat catalana, José Montilla, ha declarado en una entrevista a Telecinco que a la manifestación ha acudido gente que se siente catalana y española porque han querido salir a la calle para mostrar su rechazo a un texto "mutilado" en manos de un Tribunal Constitucional que no ayuda a unir más a España, sino que distrae de temas importantes, como la crisis o el paro. A su juicio, las personas que han asistido a la protesta han querido mostrar de una manera pacífica el enojo y enfado ante un Tribunal Constitucional que ha emitido una sentencia que ha afectado al orgullo y dignidad de Cataluña.

LA MAYOR MANIFESTACIÓN.- En efecto, el recorte del Estatuto por el Tribunal Constitucional desembocó ayer en la manifestación más grande de la historia de la democracia en Cataluña. Decenas de miles de personas marcharon por el centro de Barcelona (56.000, según las mediciones de Lynce para Efe) en un acto que vino a confirmar que cuatro años de rifirrafes en el Tribunal Constitucional sobre el Estatuto han actuado como una verdadera fábrica de soberanistas. Los gritos en favor de la independencia y las estelades (banderas independentistas) dominaron la marcha pese a los esfuerzos del Partit dels Socialistes y del presidente de la Generalitat, José Montilla, para limitar la protesta en la demanda de lo pactado en el Estatuto ahora recortado. Miles de personas en Barcelona decidieron salir a la calle para expresar su rechazo al fallo del Tribunal Constitucional sobre el Estatut. En la cabecera de la marcha, dos ex presidents, Jordi Pujol y Pasqual Maragall, junto al actual jefe de la Generalitat, José Montilla. Una gigantesca senyera sirve de fondo para la movilización. El lema "Somos una nación" marca el compás. Todas las calles estaban llenas de banderas catalanas, pero predominaron los gritos y carteles a favor de la independencia. Rodeados de miles de personas, personalidades del mundo de la política catalana también ha querido aportar su granito de arena con su presencia en la movilización.

NO A LA SENTENCIA DEL TC.-Voces que se alzaron para expresar su particular 'no' a la sentencia del TC. El portavoz parlamentario de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, ha asegurado que el motivo de la marcha es "lograr que algún día los políticos defendamos al unísono nuestra realidad nacional, nuestra lengua y nuestra cultura; todo aquellos que nos hace ser lo que somos". Por su parte, el presidente de CiU, Artur Mas, ha explicado que la concentración lo que pretende es escenificar un movimiento por la dignidad de Cataluña y un proyecto de futuro. El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, ha defendido la necesidad de mantener el respeto íntegro al pacto de Estado. - Para el Gobierno catalán, la manifestación de ayer fue la respuesta a la "provocación" del Tribunal Constitucional , que publicó la sentencia del Estatuto precisamente el día antes de la manifestación. Ya antes de la marcha, Montilla vaticinó que la publicación de la sentencia serviría para aumentar la participación. Todas las entidades convocantes coincidieron en que la manifestación fue incluso mayor que la de la Diada del 11 de septiembre de 1977, cuando el mismo escenario, el paseo de Gràcia, se llenó a rebosar en demanda de "libertad, amnistía y estatuto de autonomía". Hasta ayer, aquella manifestación era considerada como la más grande de la histórica democrática de Cataluña.

ASISTENCIA DE PERSONALIDADES.- El presidente de la Generalitat desfiló detrás de una gran senyera y junto al presidente del Parlamento, Ernest Benach. Secundaban esta primera fila de la marcha los ex presidentes de la Generalitat Pasqual Maragall y Jordi Pujol y del Parlamento, Joan Rigol y Heribert Barrera. Con esta configuración, el presidente de la Generalitat pretendía resaltar el carácter institucional de la manifestación y evitar lanzar la imagen de estar encabezando una marcha independentista. No lo logró. Los problemas organizativos y la gran afluencia impidieron propagar la imagen buscada por Montilla, puesto que el presidente de la Generalitat acabó prácticamente rodeado por banderas independentistas. Además, tuvo que escuchar abundantes gritos de botifler (traidor) e incluso tuvo que abandonar precipitadamente el escenario de la marcha por la actitud agresiva de algún asistente. La manifestación fue organizada por la entidad catalanista Òmnium Cultural. Su presidenta, Muriel Casals, dijo que el acto demuestra la unidad de Cataluña contra los recortes del Constitucional. "No hay tribunal que nos tumbe". En la segunda cabecera de la manifestación desfilaron los líderes de los cuatro principales partidos convocantes, Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), Convergència i Unió (CiU), Esquerra Republicana (ERC) e Iniciativa per Catalunya (ICV).

PANCARTAS Y PEGATINAS.- Los socialistas repartieron cientos de adhesivos con la cara de José Montilla y la inscripción "sigo creyendo en el Estatuto".El lema oficial de la manifestación era Somos una nación, nosotros decidimos, pero dominaron los carteles que reclamaban la independencia. También se pudieron leer pancartas que rezaban: Constitucional, Tribunal franquista; Nuestra sentencia es la independencia; Nos roban 60 millones de euros al día; Catalonia, next state Europe'; Independencia=Necesidad; y Adiós España. Pese a las proclamas a la independencia de Cataluña que dominaron la marcha, el ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol (CiU) rebajó el tono, asegurando que el verdadero objetivo de la marcha es "defender el Estatuto como lo queríamos nosotros", es decir, antes del recorte del Tribunal Constitucional. El PSC también hizo hincapié en esta idea. Su vicepresidenta, Manuela de Madre, aseguró que la marcha era una muestra de rechazo a la "España preconstitucional del PP". El hartazgo de los manifestantes hacia España lo resumía contundentemente el cantante Lluís Llach, autor de l'Estaca: "Estoy hasta los cojones de que letras mías de hace treinta años sigan vigentes". Convergència i Unió mezcló las proclamas soberanistas con las llamadas a la responsabilidad. Su líder, Artur Mas, aseguró que "Cataluña, lejos de rendirse, se muestra dispuesta a alzar su voz pacíficamente pero de forma contundente". Los dirigentes de Esquerra Republicana rezumaban satisfacción pese a las incógnitas de si serán capaces de capitalizar el nuevo voto independentista.

CONTRADICCIONES.- Si la marcha fue incómoda para Montilla también destapó contradicciones en la federación nacionalista. Las juventudes de Convergència Democràtica desplegaron una gran pancarta que rezaba Catalonia is not Spain. Lo hicieron justo enfrente del hotel Majestic, que fue precisamente el escenario de los pactos de CiU con el Partido Popular en 1996 que permitieron a José María Aznar alcanzar la presidencia del Gobierno. La conclusión de los partidos catalanistas fue que tantos años de cuestionamiento del Estatuto, aprobado en referéndum en 2006, han servido para sumar adhesiones a la carta autonómica ahora recortada. Si en el referéndum de 2006 solo acudió a votar el 48% de la población, las encuestas reflejan ahora un apoyo mucho mayor al texto, así como un aumento del sentimiento independentista."Hace mucho tiempo que buscamos el encaje con España pero ahora ha llegado un punto en que es independencia o nada", comentaba Montserrat, una madre de familia que confesaba no haber acudido casi nunca a una manifestación. La duda es ahora hasta dónde aguantará la unidad de las fuerzas catalanistas en defensa del Estatuto, máxime cuando las elecciones en esta comunidad autónoma están a la vuelta de la esquina. Joaquim Nadal, hombre fuerte del PSC en el Gobierno catalán fue contundente. "La unidad tiene que aguantar como sea".

LA CABECERA DE LA MANIFESTACIÓN.- Los ciudadanos (1.100.000 según la Guardia Urbana y 1.500.000 según Òmnium Cultural, la sentidad organizadora) han tomado la manifestación en defensa del Estatut y han dejado a los políticos en un segundo plano. José Montilla, quien tendría que haber encabezado la protesta tras una gran 'senyera', ha marchado varias calles por detrás de miles de ciudadanos que, ante la gran afluencia de gente, han optado por marchar por delante de la cabecera oficial. El grupo de representantes políticos, de hecho, no ha podido finalizar el recorrido previsto. A las 20.00 horas se ha dado por desconvocada la marcha y, minutos antes, el presidente de la Generalitat, José Montilla, ha sido increpado y ha tenido que ser escoltado hasta refugiarse en la conselleria de Justícia. Hasta una hora después de ser desconvocada la manifestación, que se celebraba un día después de que se hiciera pública la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) sobre el Estatut, miles de ciudadanos continuaban marchando por paseo de Gràcia. Otro de los incidentes que se ha producido una vez desconvocada la marcha (pasadas las nueve de la noche) ha sido la quema de una bandera española por parte de algunos miembros de las CUP (Candidatures d'Unitat Popular). Los hechos se han producido en el cruce entre Aragón y paseo de Gràcia. Poco después, delante de la Bolsa de Barcelona (unos metros más abajo), se ha producido un enfrentamiento entre este mismo grupo y un hombre que ha sacado una bandera española.

GRITOS DE INDEPENDENCIA.- Desde las 17.00 horas, una hora antes del arranque oficial de la protesta, el cruce entre paseo de Gràcia y la avenida Diagonal estaba ya completamente atestado de ciudadanos armados con 'esteladas', 'senyeras', pancartas y barretinas. De hecho, la gran afluencia de gente ha hecho que, pese a los continuos intentos de la organización y las fuerzas de seguridad, la cabecera oficial no ha podido abrirse paso para colocarse en primera fila en ningún momento. Ante el desconcierto inicial, la pregunta más repetida entre los asistentes era "¿dónde está la cabecera?".Acompañando la gran 'senyera' de 250 metros cuadrados se situaron el presidente de la Generalitat, José Montilla y el presidente del Parlament, Ernest Benach, flanqueado por sus antecesores en la asamblea catalana Heribert Barrera y Joan Rigol, y por los ex presidentes de la Generalitat Pascual Maragall y Jordi Pujol. A los lados de la bandera se leía, en dos pequeñísimas pancartas, el lema de la convocatoria dividido en dos. Recibidos al grito de "Independencia", el más repetido durante la manifestación y el más leído en los globos naranjas que coronaban la marcha, los políticos catalanes se colocaron como se había decidido, divididos por el lema, unidos en la protesta. Justo después de esa primera fila de autoridades, detrás de la pancarta donde se lee el lema completo: 'Som una nació. Nosaltres decidim', han marchado la presidenta de Òmnium Cultura, Muriel Casals; el presidente de UGT Catalunya, Josep María Alvárez; el de CCOO, Joan Carles Gallego; los líderes de CiU, Artur Mas y Josep Antoni Duran Lleida; el diputado del PSC Isidre Molas; el presidente de ERC, Joan Puigcercós; y Joan Herrera, de ICV, entre otros. También se han querido unir a la cabecera el líder de CiU en Barcelona, Xavier Trias, el ejecutivo catalán casi al completo y el diputado de IU, Gaspar Llamazares.

LAS BANDERAS INDEPENDENTISTAS.- Pero los 250 metros de 'senyera' no ha sido la única bandera que se ha visto. En la protesta, han abundado las 'esteladas' y las banderas de la Unión Europea. Incluso se puede leer en una pancarta 'Cataluña, el siguiente estado de Europa', escrito en inglés. Pese a los intentos de internacionalización, numerosos turistas caminaban en contradirección y se relajaban en las terrazas del paseo de Gràcia con cara de entender bien poco esta marcha. Tampoco ha faltado algún ingenioso que ha tirado de 'pulpo' para exigir sus 'derecho a decidir'. 'El pulpo Paul ya ha decidido, ahora nos toca a nosotros', se podía leer en alguna pancarta en la que el famoso pulpo se colocaba encima de la urna del 'Sí', en referencia a las consultas populares por la independencia de Cataluña. En otra, el cefalópodo elegía entre la bandera española y la catalana. Se ha decantado, claro, por la segunda. En plaza Tetuán, donde ha estado instalado el escenario final, los actores Lluis Soler y Txe Arana han leído un pequeño comunicado a la llegada de los primeros manifestantes. Ambos han tachado la sentencia del Tribunal Constitucional de ataque a la soberanía de la democracia y han pedido respeto por la voluntad del pueblo catalán expresada en referéndum. La lectura del comunicado, que se ha repetido hasta en tres ocasiones, ha terminado con el 'El cant del Segadors', a cargo del Coro del Orfeó Catalán. Más tarde, eran los propios ciudadanos quienes entonaban la tradicional canción protesta de manera espontánea, muchos de ellos con el puño en alto. Dos horas después de desconvocarse, y pese a abrirse al tráfico algunas de las calles afectadas, el caos circulatorio se ha adueñado, durante media hora, del centro de la ciudad.

DISPUTA POR EL LEMA.- La cabecera de la manifestación, que divide el lema 'Som una nació. Nosaltres decidim' en dos pancartas e incluye la gran 'senyera' en el centro, ha sido motivo de disputa entre el PSC -que defendía la bandera- y los convocantes -que se enrocaban en encabezar con el lema- durante los días previos. La decisión salomónica de presidir con una gran bandera y el lema en un segundo término acabó por convencer, aunque a regañadientes, a todos. La marcha, al final, ha dejado este debate en segundo plano. Más de un millar de entidades han participado en la marcha, además de ciudadanos de toda Cataluña, algunos de los cuales han llegado en los autobuses fletados por Òmnium Cultural. En total, había 350 periodistas acreditados. En paralelo a la manifestación de Barcelona, seis ciudades han acogido concentraciones en contra de la sentencia: Buenos Aires, Londres, Nueva York, Caracas, Dublín y Berlín.

LA PRENSA DEL DOMINGO.- En todos los diarios se informa con amplitud de la manifestación barcelonesa, aunque con enfoques e interpretaciones bien distintas:
- Cataluña se echa a la calle contra el recorte del estatuto. El soberanismo impregna la gigantesca protesta de Barcelona. Intento de agresión a Montilla –dice El País en su portada, con una imagen de la marcha. En su interior, el titular dice: Rechazo masivo al recorte del Estatuto. La sentencia del TC provoca la mayor manifestación de la historia del catalanismo. La marcha deriva en un acto independentista. Montilla escapa de un intento de agresión. El País proporciona los distintos cálculos reparticipación. Su propio cómputo la establece en 425.000 personas.
- Montilla recibe su castigo tras presidir la mayor manifestación contra España. Fue despedido con gritos de botifler, botifler, (traidor) de la multitudinaria marcha en Barcelona, dominada por pancartas y banderas independentistas y acabó refugiándose en una Consellería –titulares de portada de El Mundo. Insiste luego en el interior en la idea de “el castigo de Montilla”: el presidente intenta liderar una manifestación independentista y acaba huyendo”. Y repite en otro titular que Montilla huye de la manifestación entre insultos
- ABC tiene en su portada la bandera nacional y su escudo, y el título España. España entre admiraciones. En su otra portada, del interior, señala que Montilla lidera una marcha independentista y que el presidente de la Generalita consuma su desafío al Estado y pone a Zapatero en un brete. Montilla lidera una marcha independentista, dice luego. Y que Rajoy pide sentido de estado para aplicar la sentencia
- La Razón dedica la portada a la selección d e fútbol, con el título Vamos a ganar… Sólo desde la página 44 dedica atención a la manifestación de Barcelona: Los independentistas toman la marcha en defensa del Estatut. Increpan a Montilla y Durán. Las banderas y proclamas separatistas, protagonistas del acto
- Cataluña sentencia, titula La Vanguardia, que añade: Rotunda réplica en la calle al Constitucional: 1,1 millones según la Guardia Urbana. La vírica manifestación es equiparable a la de septiembre del 77 y se acerca a la de Irak. La provocación del TC, al divulgar la víspera el recorte del Estatut engrosa la respuesta. Y en su interior: Cataluña no se rinde. Una Castellana y media. Indignación y crema solar. PP y PSOE se acusan de lo sucedido
- En Público La sentencia de Cataluña. Cientos de miles de personas se manifiestan contra el fallo del TC. Cataluña reta al TC y proclama que es una nación. La marcha contra la sentencia se desborda y se convierte en un grito por el autogobierno dominado por los símbolos soberanistas. La sentencia frustra el pacto que Cataluña ofrecía a España.
- Y en La Gaceta: La manifestación de Montilla, una proclama independentista. La manifestación de Montilla se alza contra la Constitución española. Proclamas independentistas centraron la marcha pro Estatut. El PP tilda el acto de electoralista
- Visión plural y encontrada…

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