LA NEGOCIACIÓN REFORZADA.- Este lunes será el momento crítico en el que, finalmente, se verá si tienen éxito los esfuerzos del gobierno en la búsqueda de un acuerdo con las centrales sindicales en materia de reforma de pensiones. Las negociaciones se reforzaron este domingo, según se ha sabido, con la incorporación a la mesa de trabajo de los dos vicepresidentes Rubalcaba y Salgado, como demostración del empeño mostrado por el Gobierno en este propósito de resolver el problema y de evitar la amenaza de huelga de los sindicatos. Tan sólo falta que pudiera incorporarse, en las últimas horas de las consultas el mismísimo presidente Zapatero... Viernes, sábado, domingo, y finalmente el lunes, habrán acumulado muchas horas de deliberaciones, debates, soluciones alternativas. Es evidente el esfuerzo gubernamental por conseguir ese acuerdo de cambiar el sistema de jubilación con el aval de los sindicatos, y evitando un nuevo choque en la calle entre los sindicalistas y el Gobierno socialista. Vamos a ver si tanto esfuerzo, finalmente, conduce a buen puerto...
Y sin embargo, algunas de las versiones que se hicieron públicas tras el encuentro del domingo, no permiten el menor grado de optimismo, como es el testimonio de uno de los asistentes a las reuniones, que se cita en la información de El Mundo, y según el cual, “al Gobierno le interesa que no haya acuerdo”. La misma crónica asegura que las perspectivas son cada vez más pesimistas. Y lo único bueno, la disposición a hablar y conversar... Según esta versión, los sindicatos acusan al Ejecutivo de buscar una justificación ante los mercados. También se argumenta que el Gobierno viene mencionando las presiones de “Europa” para que se llegue a ese entendimiento sobre la ampliable edad de la jubilación. De manera que ni siquiera se coincide con la idea de esfuerzo insistente que se transmite desde el Gobierno: los encuentros seguirán hasta que se consiga el acuerdo, o hasta que se den por definitivamente inútiles los esfuerzos. Es cierto que las conversaciones del Gobierno con Méndez y Toxo deberán, por lo menos, interrumpirse para que tengan lugar las reuniones de los consejos confederales de las dos centrales sindicales.
También se habla de tres propuestas diferentes, las que habrían manifestado Zapatero, Salgado y Valeriano Gómez. La vicepresidenta habría indicado que la reforma gradual de las pensiones hasta los 67 años se completaría en 2014. Zapatero elevó hasta 2028 ese año para la aplicación. Y en fin, según la versión del ministro de Trabajo, se establecería en el año 2030 la fecha final de la reforma.
Lo único cierto es que las 20-22 primeras horas de negociación no han sido suficientes, y que serán precisas nuevas propuestas, hasta comprobar que alguna de ellas termina por convencer a los recalcitrantes sindicatos. Claro que tanta tardanza en ver la luz desanima a muchos...
EL PROGRAMA MÁXIMO DE MAS.- Apenas cumplidos los trámites de toma de posesión y formación de Gobierno, el nuevo presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, ya ha dado a conocer sus propósitos en una serie de materias “principales”, y lo ha hecho con gran despliegue, e cuatro páginas completas, en el diario La Vanguardia. ¿Qué quiere Mas? Quiere más dinero. Vuelve a comparar el sistema catalán con los que disfrutan vascos y navarros, y llama a esas peculiaridades fiscales “pacto fiscal”, partiendo de la afirmación de que “un país no se gobierna a sí mismo si no recauda y gestiona todos sus impuestos”. Todos. Tras un primer análisis de la caja catalana, M;as ha observado que necesita más dinero, y ésa va a ser su propósito esencial, como ya lo fue con sus antecesores en el Palau de la Generalitat: conseguir más dinero del Estado español. “Hará que hablar de cómo Cataluña puede disponer de un nivel de ingresos para el 2011 que nos permita mantener los servicios públicos, invertir para modernizar el país y apoyar el tejido productivo”. E insiste en que hay que conseguir del Estado central que Cataluña no tenga menos ingresos de los que logró en 2010. Y además, añade Más, “hay que reclamar que nos paguen lo que deben en inversiones en infraestructuras”. Es decir, Artur Mas empieza a pasar el sombrero para recaudar más de lo que hicieran los tripartitos anteriores. Y lo hace desde la delicada argumentación de Cataluña como parte de España: “Si España pretende que el diseño de las autonomías que se hizo en su momento es inamovible, ahí no hay punto de encuentro, sino de ruptura”, dice Mas, antes de hacer preguntas “al Estado”: ¿Hasta dónde está dispuesto el Estado español a cambiar para acoger a Cataluña, hasta dónde está dispuesto a cambiar para que Cataluña se sienta respetada y apreciada dentro del Estado español?. Esa es la amenaza: Nos pagan lo que reclamamos..., o tendríamos que irnos, viene a decirnos Mas.
Y hace estas consideraciones en el momento más crítico, cuando las exigencias de recortes de gastos presiona a algunos a considerar si no habrá llegado la hora de recortar, incluso, el estado de las autonomías de manera drástica y acaso total...
Artur Mas llega a algunas otras conclusiones no menos controvertidas en lo que se refiere a la inversión lingüística, una materia en la que, ya de entrada, dice Mas que será imposible que se entiendan con el PP, “y por nuestra parte no es negociable”. ”No vamos a dar marcha atrás en la inmersión lingüística en catalán porque consideramos que es un factor de cohesión social básico... Si nos cargamos esto, sería negativo para todos Si el Supremo alterara la inmersión lingüística y le obligara a acatar la sentencia, dice Mas, “tendríamos un conflicto político de primerísimo orden... Y lanza una petición de auxilio a los socialistas: “Ahí, nuestra alianza con el PSC es clave. Es muy importante que el PSC siga defendiendo ese modelo de inmersión. La alianza con el PSC es fundamental”, insiste más, que ya ha comprobado que nada puede hacer con el otro eventual socio, el PP... De nuevo reaparece la sociovergencia, apenas ha avanzado unos pasos en su condición d e “molt honorable”...
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