sábado, 5 de febrero de 2011

LAS DOS NUEVAS INSTRUCCIONES DE LA CANCILLER MERKEL, TOPE A LOS GASTOS Y SALARIOS EN FUNCIÓN DE CONVENIENCIA

LAS DOS INSTRUCCCIONES DE MERKEL
A todos está quedando meridianamente claro que Angela Merkel es la líder indiscutible de la Europa Unida de 27 miembros de nuestros días. El liderazgo que ya tenía antes y durante la crisis, se ha reforzado ahora, cuando se comprueba la fuerza con la que su país ha salido de esa situación difícil. A partir de esa experiencia propia, la canciller se ve en condiciones de dirigir y de condicionar las normas de las que piensa que pueden beneficiarse los restantes países del grupo. Aunque resulte una simplificación de las cosas, hemos visto cómo Merkel daba el visto bueno a unas reformas ya en marcha en nuestro país, como las pensiones, la reforma laboral, la racionalización de las cajas de ahorros, y en cambio, cómo ha apuntado nuevas tareas a ejecutar. Dos, en concreto: el control, por decreto, de los gastos de las administraciones públicas, como lo viene haciendo Alemania por mandato constitucional, y que cese la referencia que ahora se viene aplicando para elevar salarios, a la medida que lo hace la inflación. Sobre estas dos tareas encomendadas, hay grados de aceptación: el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, está dispuesto a limitar por ley el déficit y la deuda de todas las administraciones públicas, incluidas las comunidades autónomas, según reveló este viernes al término del Consejo Europeo extraordinario que debatió en Bruselas, con notable división de opiniones, el "plan de competitividad" propuesto por Alemania y Francia. Zapatero ya había recordado a Merkel el jueves que España dispone de una ley de estabilidad que fija, año a año, el techo del gasto público y que los presidentes autonómicos socialistas han anunciado su propósito de trasladar esta fórmula a sus respectivas comunidades. Ayer fue más lejos, al afirmar: "Si lo que me pregunta es si estoy dispuesto a dar más pasos desde el ordenamiento jurídico para fortalecer el control del déficit, la respuesta es sí". Zapatero añadió de inmediato que la nueva norma -probablemente una ley orgánica, aunque él no lo concretó- debería ser fruto de un acuerdo entre todas las administraciones y contar con el apoyo del principal partido de la oposición; lo que, apostilló, no debería resultar difícil pues el PP lo viene reclamando desde hacer tiempo. El Gobierno de Zapatero hasta ahora consideraba innecesario esta clase de tope de gasto, e incluso flexibilizó en 2005 la ley de Estabilidad Presupuestaría para dar mayor margen a las autonomías. La otra tarea propuesta por la canciller resultará más difícil de adoptar y aplicar, por más que el presidente español apoyara con entusiasmo la iniciativa de Merkel y Sarkozy, de mayor coordinación y convergencia de las políticas económicas, incluso con sanciones. Pero se mostró cauto respecto a la propuesta más polémica, que es la desvinculación del aumento de los salarios y las subidas de precios. En este sentido, Zapatero expresó su confianza en que empresarios y sindicatos, que se han dado de plazo hasta el 19 de marzo para reformar la negociación colectiva, lleguen a alguna clase de acuerdo, que a su juicio no debe consistir simplemente en aceptar o rechazar que los sueldos crezcan de acuerdo con la inflación. Lo importante, agregó, es que la fórmula sea flexible, se "adapte a las circunstancias" y permita mejorar la "productividad". Cabe recordar que España pasó de vincular los aumentos retributivos a la inflación pasada a ajustarlos a la futura, lo que se tradujo en moderación salarial. A su vez, el Banco de España, ha reiterado que resulta "imprescindible" la moderación salarial para contener la inflación y desaconseja la indexación de salarios. Sobre todo, porque será imprescindible convencer a los sindicatos de la bondad de esa “flexibilidad” que vienen reclamando los expertos: Que suban los salarios en las empresas que pueden hacerlo, pero que impedirán que se realicen tales aumentos cuando la empresa en cuestión no soporte las elevaciones que hubiera determinado una concreta elevación del IPC… Es decir, que se apliquen criterios ajustados a la productividad de cada empresa y hasta de cada centro de trabajo de una misma empresa o un sector…
JOSÉ CAVERO

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