ZAPATERO Y RAJOY VIAJARÁN POR TODA ESPAÑA.- En propiedad, aún no hay campaña electoral ni debe haberla hasta que determine el calendario: tres semanas antes de la fecha electoral. O sea, hasta que llegue el mes de mayo está prohibido hacer campaña propiamente dicha, aunque ¿qué es campaña y qué no es campaña, en la vida política? Se supone que las críticas de Rubalcaba a la pasividad de Rajoy -no hace nada para ahorrar energía, dice Rubalcaba-, forma parte de una manera de hacer campaña, como lo es la crítica que Javier Arenas hace a la presunta pelea socialista para la sucesión de Zapatero... Lo cierto es que los partidos se disponen ya para una campaña que no será amable ni obsequiosa con el adversario. Parece que, de momento, todo se resume a recoger las peticiones que se hacen desde ayuntamientos y gobiernos autonómicos para que los principales dirigentes de los respectivos partidos les hagan un hueco en sus ocupaciones y en sus viajes. ¿Es así de claro, en el PP y en el PSOE, por igual? Dicen algunos observadores que determinados dirigentes socialistas preferirían que Zapatero no acudiera esta vez, ante el temor a que reste y no sume... Pero eso lo niegan en la dirección nacional, donde se asegura que todos reclaman la visita de Zapatero, y de Rubalcaba, y si es posible, también de González, de Chaves, de Blanco... De igual manera, se asegura en la dirección del PP que “todos los candidatos piden que Rajoy vaya a apoyarles, no como les ocurre a otros”. De ahí que, como este lunes cuenta La Vanguardia, la dirección nacional del PP haya diseñado una estrategia que intensifica la presencia de su presidente, Mariano Rajoy, en toda España, y que cumplirá, además, el objetivo de hacer más evidentes las eventuales ausencias de su rival, José Luis Rodríguez Zapatero, de quien se viene observando que no está acudiendo a la proclamación de todos los candidatos del PSOE a las elecciones del 22 de mayo y está siendo sustituido por el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, como ocurrió en la proclamación de la candidatura de Fernández Vara a la presidencia de Extremadura. En el caso de Rajoy, sus últimos tres años han sido constantes los viajes por toda España, y ahora, según se anuncia, el presidente del PP se ha puesto como objetivo visitar todas las comunidades autónomas antes de Semana Santa. Después, ya sólo quedará un mes para los comicios autonómicos y locales, y entonces será el momento de volcarse en la precampaña y campaña de unas urnas que se han convertido para Rajoy en un test definitivo y crucial para saber si, finalmente, se cumplirán sus aspiraciones en mayo de 2012, en las elecciones generales o presidenciales. En el PP se asegura que Rajoy no evitará ninguno de los territorios “hostiles”, es decir, en los que ha tenido problemas internos, como por ejemplo Asturias, que visitará en marzo. No escapará a los problemas que surgieron en el PP asturiano por causa de la “deserción” y fuga del ex secretario general del PP, Francisco Álvarez-Cascos, con aspiraciones a optar a la presidencia de Asturias, a lo que se opuso buena parte del PP asturiano, en un tira y afloja que acabó en escisión al decidir el ex número dos de José María Aznar abandonar el PP, al conocer que la dirección nacional, con Rajoy a la cabeza, optaba por la candidatura que proponía el sector oficial del partido, la de Isabel Pérez Espinosa. Rajoy debe proceder a “consagrar” a Espinosa como candidata, a pesar de que ha continuado el goteo de miembros del PP que se dan de baja para seguir a Álvarez- Cascos. Tampoco eludirá su presencia en la Comunidad Valenciana, y se dejará ver con el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, a pesar de que no se prodiga mucho por aquellas tierras desde que se le ha complicado el futuro judicial a Camps por causa del Caso Gurtel. Hace ya un año que no acude a tierras valencianas, pero quiere estar presente, bien en la proclamación de los candidatos a las elecciones municipales y autonómicas, bien en otros actos especiales, como la presentación de los programas electorales. Posiblemente se decida por esta segunda oportunidad, y deje para González Pons la primera... Tampoco parece que Zapatero vaya a obviar alguna comunidad o ciudad relevante. Con el añadido de que se repartirá el mapa con otros dirigentes del partido, como Rubalcaba o González, a quien también se le requerirán esfuerzos extraordinarios.
Se asegura en el PP que, con esta presencia en todos los rincones de España, el PP quiere poner de manifiesto la diferencia existente entre los líderes de los dos grandes partidos. De Zapatero, dicen en el PP, “parece que sus candidatos no tienen demasiadas ganas de que esté con ellos”, algo que se rechaza y niega en el PSOE. “Claro que Zapatero tiene otras tareas que hacer, como jefe del Gobierno, mientras Rajoy no tiene más tareas que dedicarse a su clientela, sin nada que nacer...” El PP funda esa presunción de un Zapatero probablemente ausente en las declaraciones de candidatos del PSOE, que piden a Zapatero que desvele su futuro antes de los comicios de mayo, para que su permanencia en el poder deje de ser un lastre electoral para sus candidaturas. En el PP, por el contrario, sus candidatos requieren a Rajoy porque consideran que refuerza sus posturas y que su presencia suma votos. De manera que Castilla-La Mancha, Canarias, Baleares, Asturias, Madrid y Aragón serán las primeras comunidades que visite el presidente del PP dentro de esta gira que le conducirá por las diecisiete comunidades autónomas antes de Semana Santa, en una gira que posiblemente repita en las semanas siguientes... En realidad, Rajoy ya hace años que recorre toda España, a razón de un par de “galas”, o de “bolos”, por semana. Pero esta vez, el esfuerzo será extraordinario. Es el esfuerzo final, se confía en el PP, para terminar con dos mandatos “de espera y esperanza”...
Entraremos en el juego de “a ver quién viaja más”...
¿SE REACTIVA LA CONSTRUCCIÓN?.- Un rayo de luz se adivina en el horizonte del sector de la construcción. Es todavía tenue y, sobre todo, difuso, pero el ‘ladrillo’ se agarra a él como a un clavo ardiendo para encontrar señales positivas. El consumo de cemento -un indicador clave para entender la coyuntura del sector de la construcción- ha vuelto a crecer en España en enero, según cuenta Carlos Sánchez este lunes en El Confidencial. El aumento es irrelevante –apenas un 0,3% respecto del mismo mes del año anterior-, pero lo más importante es que se trata de la primera tasa positiva desde los últimos meses del año 2006, que marcan un antes y un después de la crisis de la construcción. El incremento es, incluso, algo superior, un 0,5% interanual, si se corrigen las cifras de variaciones estacionales y de calendario, y pone de relieve una incipiente mejora que no significa necesariamente que esté a la vista el renacer del sector de la construcción. Al contrario, todos los indicadores -licitación oficial, visados de viviendas o empleo- reflejan que aún faltan al menos dos años para que se produzcan una recuperación mínimamente significativa. Hoy por hoy, sin embargo, y según datos de Oficemen, la patronal del sector cementero, el primer mes del año 2011 se cerró con un consumo aparente de cemento equivalente a 1,5 millones de toneladas. La cifra, como se ha dicho, es ligeramente superior a la del mismo mes del anterior, pero como recuerda Oficemen, “nos remonta a niveles de consumo de 1988”. Es decir, que pese al ligero repunte, hoy se consume en España el mismo cemento que hace casi 23 años, lo que pone de relieve la intensidad del ajuste en el sector.Para hacerse una idea de lo que significa ese 0,3% de crecimiento hay que tener en cuenta que en 2010 la caída del consumo de cemento fue del -15,4%, pero que es que en 2009 el retroceso fue del -32,4%, superior incluso al -23,8% registrado en 2008. Como se ve, un desplome que ahora se ha frenado. Al menos en enero. La patronal del cemento lo achaca a razones temporales. Y, en concreto, a las malas condiciones climatológicas de comienzos de 2010, que por entonces paralizó muchas obras. Este año 2011, el clima ha sido más benigno, y eso ha permitido mayor actividad en los tajos. Aún así, 1,5 millones de toneladas de consumo de cemento representan apenas la tercera parte de las 4,6 millones que se llegaron a consumir (medias mensuales) en los años 2006 y 2007. Es decir, durante los años en los que en España se construían tantas viviendas como en Alemania o Francia juntas. La dependencia de la economía española del 'ladrillo' ha sido tan acusada que incluso en un año de crisis como fue 2009, el consumo en términos per cápita fue equivalente a 630 kilos de cemento por habitante, que es el mayor consumo en estos términos en Europa, salvo en dos países escasamente representativos por su dimensión, como son Chipre y Luxemburgo. El consumo en Italia, según datos de Oficemen, que es el referente comparable con España, fue de 599 kg/per cápita; Francia estaría en torno a los 325 kg. y Alemania con una ratio algo menor en 310 kilos por habitante. La incipiente recuperación de enero tiene también que ver con la proximidad de las elecciones municipales y autonómicas, que han acelerado muchas obras públicas con el objetivo de que estén acabadas antes del 22 de mayo. Se trata, por lo tanto, de un fenómeno de mera anticipación del consumo, lo que significa que pasado el periodo electoral, la actividad volverá a caer. Hay que tener en cuenta que a importancia de la obra civil en el consumo de cemento es cada vez mayor ante el desplome en la construcción de viviendas. En 2009, último año con cifras oficiales, el 60% del consumo se destinó a obra civil frente al 40% dirigido a edificación (vivienda y edificación residencial conjuntamente). Sólo en vivienda se consumió en 2009 el 22% del cemento, mientras que en edificación no residencial fue el 18% del total. En el caso de la obra civil, el reparto está bastante segmentado exceptuando el caso de las carreteras y viales que suponen el 44% del consumo de obra civil y en urbanizaciones, plazas y parques que supone el 21%. El despegue del ‘ladrillo’, en cualquier caso, está todavía lejano. El indicador de producción de la construcción refleja aún una caída del 27,5%, y que llega al 38,6% en el caso de la obra civil. En cuanto a la edificación residencial, muestra que en 2010 se terminaron 21.600 viviendas al mes (259.200 al año), muy lejos de 53.500 mensuales que se terminaron en 2007 (642.000 al año), según datos del Ministerio de Fomento. El número de viviendas terminadas en 2010 puede parecer elevado habida cuenta del desplome del sector, pero hay que tener en cuenta que muchas se iniciaron al comienzo de la crisis, y sus promotores no han tenido más remedio que culminarlas aunque no tuvieran comprador, lo que en última instancia ha ayudado a engordar el stock de viviendas vacías. El mejor indicador es, por lo tanto, el número de viviendas iniciadas, y los datos oficiales reflejan que en 2010 comenzaron a construirse 91.521 pisos, una cantidad ínfima si se compara con las 760.179 viviendas comenzadas en 2006.
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