EL ASUNTO BILDU QUEDA ATRAS. AHORA YA SE PELEA POR EL VOTO A VOTO

LA CAMPAÑA SE ENDEREZA Y CENTRA EN SUS OBJETIVOS
Por causa de Bildu y los sucesivas sentencias del Supremo y del Constitucional sobre la eventualidad de que la formación abertzale pudiera `presentarse a las urnas del día 22, la campaña ha dedicado buena parte de sus días previos e incluso los primeros días de su desarrollo, a esas circunstancias y lo que significan, y a quién interesa y a quién no que Bildu, finalmente, sea opción electoral de pleno derecho. Finalmente, sin abandonar del todo esa cuestión, -hoy se conoce el dato de que un 60 por 100 de preguntados remanifiesta contrario a esa legalización, frente a sólo un 27 por 100 a favor-, la campaña empieza a centrar en sus objetivos esenciales, que son claros: confirmar un retroceso significativo del PSOE y el correspondiente avance del PP en los “segundos mandos” del Estado, es decir, Comunidades Autónomas y Ayuntamientos. Se da por descontado que el PSOE perderá en estos comicios, y está por ver cuál es el retroceso, y si es tanto como el que auguran las encuestas. Y en esta batalla final, en los quince días exactos en los que se pide el voto al elector, cada opción política expone sus argumentos con sus voces más creíbles y las más combativas. El PP viene empleando, sobre todo, a Rajoy, Cospedal y Pons, del mismo modo que el PSOE aprovecha a sus propios líderes Rubalcaba y Blanco, dejando un poco de lado a Zapatero, ya en clara y progresiva retirada, como advierten los cronistas presentes en sus mítines. Pero, sobre todo, socialistas y populares están de acuerdo en que “se vendan”y se aireen los líderes locales, que, a la postre, deberán ser quienes sean elegidos en las papeletas del voto. Especial atención van a merecer, y están mereciendo ya las campañas de algunos candidatos en determinados puntos geográficos. Es el caso particular de Castilla la Mancha, región en la que el PP ya ha situado su propia “capital del cambio” que pretenden empezar a conseguir el día 22. Cospedal y Barreda, por ello, se saben puntos máximos de la fricción de las correspondientes siglas y partidos, y cada cual echa la carne que puede en su correspondiente asador. Ha relatado El País que el PSOE de Castilla-La Mancha ha puesto a 1.800 agentes a pie de calle, volcados para ir a los 32 municipios con el 60% del censo, con nuevas urbanizaciones plantadas en sus extrarradios, y a otros 10.000 voluntarios de la plataforma "Vecino a vecino con Barreda". En el PSOE manchego se pensó que el esfuerzo inversor del Gobierno central se vendería solo, una vez que su Ejecutivo ha invertido en la región casi 7.000 millones de euros en AVE, con conexiones con todas las capitales y el mar de Levante a menos de una hora. Con casi 1.600 millones de euros para estructurar la región con una gran autovía, con la renovación de las cuencas acuíferas... ¿Será útil todo ese esfuerzo? Ahora se duda, y se reinventa una campaña que resulta, según avanzan las encuestas, mucho más complicada de lo que pudo preverse hace algunos meses. Cospedal ha arrastrado a Rajoy en media docena de ocasiones a ciudades manchegas y a la propia capital toledana, visitando las provincias una y otra vez. El PP calcula que para romper el empate, para terminar con una región tradicionalmente prosocialista, necesita distanciarse del PSOE en 10.5 puntos, y ahora, según las encuestas, estaría ganando “sólo” por siete u ocho. De ahí el esfuerzo de los dirigentes “peperos”: Aznar, Rajoy viajan a arropar a la gran esperanza blanca –azul, en los cartees del PP-, llamada Cospedal, mientras Barreda ha iniciado su campaña en Yebra, el pueblo que se niega en redondo a asumir el almacén nuclear. Naturalmente, no es el único esfuerzo del PP, pero sí el principal. En La Mancha se empiezan ya a discutir los votos uno a uno, y en las distintas provincias, tras comprobar que la pugna se juega en los respectivos feudos por un puñado de votos. El último barómetro del CIS ha reflejado la pérdida de dos diputados socialistas de sus actuales 26, y se quedaba en 24. A su vez, el PP ganaba cuatro y pasaba de 21 a 25 y a la mayoría absoluta para gobernar. Pero se observa que esa imagen fija parece que también es variable, y, además, resulta, que Barreda, de la escuela de José Bono, aunque sin su populismo, está resultando enemigo difícil. Se niega a dejarse derrotar gratis. Resulta ser, según esos temibles sondeos, el presidente autonómico actual mejor valorado (5,92 puntos), muy por encima de Cospedal (4,3) y de todos los demás barones socialistas. Se asegura que este viernes se recorrió 900 kilómetros y que llegará a 8.000 al final de la campaña. “Hay días que saluda, aprieta manos y da besos en una decena de pueblos”, relata un cronista manchego. Barreda sabe que se juega su futuro político, y la herencia confortable que recibió a Bono… Y de parecida manera, en estos días de campaña, no pocos candidatos socialistas se ven urgidos de vencer a su adversario del PP…, y a las encuestas. Están ya en esa dura y doble confrontación.