lunes, 5 de septiembre de 2011

LOS PRESOS COMPRUEBAN SU DERROTA

EL MUNDO ETARRA SE DESVANECE
Cuando se cumple un año desde que ETA proclamara el cese de sus "acciones armadas ofensivas", un primer paso al que siguieron otros, se producen, a la vez, distintas informaciones nuevas sobre el mundo de los abertzales o proetarras, pero sin que termine de llegar el anuncio más esperado, el del abandono definitivo de la violencia. En efecto, ETA realizó su anuncio el 5 de septiembre del año pasado, a través de un vídeo enviado a la BBC británica, y sólo veinte días después, el 25 de septiembre, firmaron el llamado acuerdo de Gernika cinco formaciones nacionalistas (EA, Aralar, militantes de la izquierda abertzale, Alternatiba y los franceses de Abertzaleen Batasuna). En él se instaba a ETA a un "alto el fuego permanente" y al Gobierno a iniciar un "proceso democrático" para el final del terrorismo. Después de
nuevos emplazamientos desde el soberanismo vasco, o el agotamiento de los plazos para que la izquierda abertzale pudiese presentarse a las elecciones municipales, ETA declaró el 10 de enero el tan reclamado "alto el fuego permanente, de carácter general y verificable internacionalmente". A esta declaración siguió, el 7 de febrero, la presentación de Sortu, la nueva marca política de la izquierda abertzale llamada a sustituir a la ilegalizada Batasuna. Dos pesos pesados como Rufi Etxeberria e Iñigo Iruin defendieron los estatutos del nuevo proyecto, en la mayor exposición pública de la izquierda abertzale de rechazo expreso a la violencia de ETA. Todo esto no fue suficiente para el Supremo, que el 23 de marzo rechazó la inscripción de Sortu como partido legal, con una sala dividida entre 9 magistrados que consideraban a la nueva formación un intento de proseguir la acción de Batasuna, y los 7 que estimaban que cumplían los requisitos para ser legal. Tras este rechazo del Supremo, el 5 de abril se registró la coalición electoral Bildu, formada por EA, Alternatiba e "independientes" de la izquierda abertzale, con la intención de concurrir a las elecciones del 22 de mayo. Las candidaturas de Bildu también fueron recurridas por el Estado ante el Supremo, pero, mientras se reunían pruebas para su anulación, el 28 de abril la banda terrorista comunicaba a los empresarios del País vasco y Navarra el cese definitivo del denominado 'impuesto revolucionario', la extorsión económica de los terroristas y una de sus mayores fuentes de ingresos. Finalmente, el Supremo vetó la presentación de las candidaturas de Bildu, pero el Constitucional las admitió, permitiendo, de esta forma, su concurrencia a los comicios del 22-M. La participación de Bildu en dichas elecciones se resolvió con el mayor triunfo de la izquierda abertzale en la democracia, especialmente en Gipúzcoa, donde consiguió, entre otros hitos, hacerse con el gobierno de la Diputación Foral y del Ayuntamiento de San Sebastián, tras ser la fuerza más votada en ambas instituciones. La izquierda abertzale había pasado, en unas semanas, de la ilegalización a ser la fuerza que más ayuntamientos gobierna en el País Vasco. En esos meses, algunos movimientos de etarras en Francia, la detención de activistas, así como un enfrentamiento a tiros con la Gendarmería en Vallieres (centro de Francia), en el que resultó herido un gendarme, hicieron sospechar de la veracidad de esta declaración de "alto el fuego" de la banda terrorista. Sin embargo, pasados esos incidentes, se cumple el primer aniversario desde el anuncio de ETA sin que se haya producido ninguna acción violenta premeditada con muertos o heridos, exceptuando el citado de Francia, y por primera vez, las fiestas de las capitales vascas han transcurrido este agosto sin violencia callejera.
Los próximos hitos en el calendario deberán ser el pronunciamiento del Constitucional sobre Sortu y la puesta en libertad o no del máximo dirigente del izquierda abertzale, Arnaldo Otegi… Así como el esperado comunicado de abandono definitivo de la violencia, o si ETA vuelve a las armas.
Un informe del que da cuenta este lunes El País se refiere a las conversaciones de los presos de ETA. Los presos de ETA presienten el final del terrorismo, se asegura… Según un informe de las fuerzas de seguridad sobre lo que hablan los etarras entre rejas, muchos de ellos se dan por vencidos. “El Estado ha derrotado a ETA policialmente, la ha aplastado, así de claro”, se asegura en una conversación recientemente interceptada. Paradójicamente, el interlocutor se muestra sorprendido de que el Gobierno esté actuando de una manera “torpe de cojones” (literalmente) y esté dejando, cree, que sea lo que fue Batasuna la que capitalice como un logro propio el que ETA acabe desapareciendo. Los presos, inmersos en un debate sobre si se adhieren al acuerdo de Gernika, están a la expectativa de que en los próximos días la banda haga público un comunicado. Las fuerzas de seguridad también creen posible que, en los próximos días, ETA se pronuncie, aunque sin anunciar su adiós. Pero digan adiós o no a las armas, los presos ven que su organización terrorista está derrotada. Y se sorprenden de que el Gobierno no lance las campanas al vuelo. “Son tan torpes que en vez de decir que los hemos puesto de rodillas, que están todos en la cárcel y que los cuatro que quedan sabemos quiénes son y dónde están (...) van a presentar lo que es una victoria como una derrota final”, se puede leer en un de los informes sobre las conversaciones en prisión. Los reclusos consideran que el Estado está dejando que “parezca que todo lo ha conseguido Batasuna”, cuando están convencidos de que “la lucha armada se la han cargado”la Guardia Civil y la policía, con la sucesión de golpes policiales, según afirmaciones de un preso del sector más ortodoxo de la banda. Los analistas de las fuerzas de seguridad advierten de que, viendo como hablan los presos, “se puede caer en el error de que, al final, capitalicen el final de la violencia precisamente quienes la han practicado”. El candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha dicho sobre el particular: “Hemos ganado la guerra, que no perdamos la paz”. Y en esta línea, los expertos policiales destacan la práctica desaparición de la kale borroka de las calles del País Vasco durante este verano. Un informe del Departamento vasco de Interior, dirigido por Rodolfo Ares, subrayaba que, en lo que va de año, el vandalismo terrorista ha descendido un 91%. Incluso ese descenso, que Ares atribuyó a la presión policial, ha querido ser capitalizado por Bildu como parte de las condiciones políticas propiciadas por su éxito electoral. Por ello, los expertos antiterroristas analizan: “La izquierda abertzale ha querido arrogarse el protagonismo de ese final de la violencia y de la kale borroka, asumiendo de ese modo que antes tenían alguna participación en que existiera”. Incluso así, dice El País, los analistas del Ministerio del Interior ven algo bueno en ese intento de protagonismo. “Con su afán [de la izquierda abertzale] de cumplir la ley, cada día se ve obligada a dar más pasos, y ese afán por querer cumplir la ley delata el éxito de la política antiterrorista”, escriben. Los mismos analistas se atreven a rogar en sus informes que se deje “al margen de la discusión electoral la estrategia antiterrorista”. Los pasos para cumplir la ley llegan hasta el punto de que, incluso la izquierda radical, reclama que los presos puedan acogerse a los beneficios penitenciarios, algo impensable hace apenas unos años, pero que el colectivo de presos de Nanclares (quienes han renegado de la violencia) lleva tiempo reclamando. Lo que confirmaría que el colectivo está roto y que cada vez son más los que se buscan la vida por su cuenta y al margen de ETA.

Pese a algunas desconfianzas, parece evidente que el mundo tiende a desaparecer, integrado en la política municipal…

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