domingo, 4 de septiembre de 2011

RUBALCABA, CONTRA LOS ELEMENTOS

CASI QUINCE PUNTOS DE VENTAJA
Como el propio Rubalcaba ha señalado en repetidas ocasiones, el encargo que recibió de Rodríguez Zapatero, de ganar las elecciones del 20 de noviembre, es un encargo difícil, endiablado, posiblemente imposible de cumplir y satisfacer. De hecho, muchos de sus adversarios han escrito o hablado sobre esa dificultad posiblemente insalvable, y sobre “la decepción Rubalcaba”. Todavía, sin embargo, es prematuro, por más que muy pocos, o acaso nadie, haga apuestas favorables al candidato socialista y, por el contrario, se dé por vencedor al candidato alternativo, que no es otro que el Mariano Rajoy que perdió en dos ocasiones contra Rodríguez Zapatero. La más reciente encuesta que este mismo domingo proporciona el diario El Mundo, insiste en que la ventaja de Rajoy sobre Rubalcaba no sólo no decrece, sino que se confirma, se solidifica, se estabiliza en casi quince puntos, una distancia probablemente insalvable, desde la que, solamente, y cuando la fecha electoral llegue, quedará por ver la capacidad de resistencia del candidato socialista, muy a menudo objeto de ataques por razón de su propia trayectoria vital. Esos quince puntos de distancia, ¿qué supondrán y significarán para el PSOE? ¿En qué medida podría verse menguado en las cámaras legislativas que se elijan en noviembre? ¿En quince, veinte o más escaños menos, en relación con los que ahora mismo dispone en Congreso y Senado?
Quince puntos de diferencia entre candidatos y opciones electorales son muchos, muchísimos, probablemente una cantidad insalvable e insoportable, a la distancia de las urnas en la que ya nos encontramos. Eso quiere decir que el candidato contrario debiera cometer algunos y graves errores, e incluso en esa hipótesis de trabajo, sería discutible. Las sucesivas encuestas han venido relatado que ya no se trata de la “calidad” del candidato, de quién es mejor o peor, sino de que “ya está cantado”, ya está “escrito en las estrellas”, y sólo un milagro modificaría una tendencia confirmada encuesta tras encuesta…
Dicho lo cual, no parece que Rubalcaba debiera venirse abajo, y es seguro que no lo hará. Hay coincidencia en que es, con bastante certeza, el mejor de los candidatos posibles, y que, sencillamente, le ha correspondido, como suele decirse, “bailar con la más fea”. ¿Hubiera mejorado las posibilidades la que llegó a ser candidata alternativa, la conocida como “niña Chacón”. Parece improbable. También para ella, el resultado estaría ya “escrito en las estrellas”, sin posible rectificación ni remedio.
La campaña apenas se ha iniciado, sólo se han producido algunos avances. Aún no hay siquiera programa y contraprograma, pero ya casi da igual. Rubalcaba es una complicadísima solución ofrecida “tras los desastres de la crisis”, y es consciente de que “lucha contra los elementos”…

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