sábado, 3 de septiembre de 2011

EL LÍDER DEL PP AVANZA IDEAS DE SU GOBIERNO

RAJOY YA SE VE PRESIDENTE: LA SALIDA DE LA CRISIS NO SERÁ FÁCIL
Frente al Rodiezmo de otros años, el curso político lo inició este sábado el líder del PP, Rajoy, en la localidad pontevedresa de Soutomaior El presidente ncional del PP, Mariano Rajoy, está convencido de que "el déficit público se puede reducir y eliminar" en España y considera que para lograr este objetivo no es necesario subir los impuestos a los españoles. Insistió en el que allí donde gobierna, los servicios públicos esenciales son intocables, pero se ahorrará en todo lo que sea "gasto superfluo" y se hará una política económica que "genere ingresos" y en la que se liberarán "todos los recursos posibles para apoyar a los emprendedores". La situación económica no sólo es complicada, sino que está empeorando. Esa, al menos, es la visión instalada en el Partido Popular (PP). Tanto que la dirección empieza a estar muy preocupada con la situación que se va a encontrar Mariano Rajoy cuando llegue a La Moncloa, algo que dan por hecho. Se cree que el líder del PP empezó a preparar a la gente para lo que puede venir y a avisar de que la salida de la crisis no va a ser nada fácil. Rajoy no concretó, y evitó el dramatismo, pero apuntó un discurso mucho más preocupado de lo que ha hecho hasta ahora: "No voy a hablar del Gobierno, es el pasado. Lo que nos toca y nos preocupa es mirar al futuro. Nos espera una tarea muy difícil por delante. Quien piense que las cosas van a ser fáciles se equivoca, quien piense que se puede hace sin esfuerzo se equivoca, y quien crear que esto se arregla con una varita mágica se equivoca". "Salir de donde estamos va a ser muy difícil", insistió Rajoy, "pero vamos a superar todas las dificultades, que no haya dudas. No existe crisis lo suficientemente profunda que no podamos superar. Tenemos pruebas fehacientes de la capacidad de nuestros trabajadores, de la pujanza de nuestros emprendedores, de la competencia de nuestras empresas. Tenemos talento, dinamismo, somos una gran nación, una nación imbatible que se llama España". Rajoy prometió que, si gana las elecciones, actuará desde "el diálogo, la centralidad y la concordia" para, con el apoyo de todos, superar la "gran encrucijada" histórica que atraviesa España. Con su discurso, Rajoy inicia un curso político, que, como ha destacado, "no es un curso cualquiera", sino "uno de los más cruciales" de la historia de la democracia española. La situación de crisis económica centró el discurso de Rajoy, que prometió "transparencia en la gestión" de los recursos públicos y mantener como prioridades la sanidad y la educación públicas, así como la creación de empleo y la creación de techos de gasto, déficit y endeudamiento para todas las administraciones porque ésa es la garantía para la recuperación económica, el crecimiento y el empleo. En su opinión, la recuperación económica necesita un gobierno preparado y solvente que fije un plan a cuatro años, y un gobierno austero en el gasto que gestione los servicios públicos y ponga en marcha inmediatamente un plan de ahorro y racionalización del sector publico. Rajoy reconoció que aunque su partido gane las elecciones del 20-N y llegue a la Moncloa la recuperación económica no será inminente. Salir de donde estamos va a ser muy difícil, indicó. Y reconoció que no tiene una varita mágica que vaya a arreglar las cosas en media hora. También aludió a la necesidad de que España salga de sus fronteras como clave para recuperarse de la crisis económica y de llegar a Iberoamérica: “Es parte de nuestra historia y ahí tiene que estar España y su futuro". Propone un Gobierno "que recupere nuestro papel histórico en la comunidad internacional, que ayude a construir Europa. Que la voz de España se escuche en Europa y en el mundo". Elogió la reforma de la Constitución que se aprobó este viernes en el Congreso de los Diputados porque dice que no se puede gastar lo que no se tiene. Todos sabemos que nunca teníamos que haber llegado tan lejos, hasta la situación limite en la que ahora nos encontramos. Con casi cinco millones de españoles que no pueden trabajar, casi la mitad de los jóvenes sin empleo y 5.000 empresas desaparecidas, España ha sido el país más golpeado por la crisis entre los grandes países del mundo desarrollado, dibujó Rajoy el escenario actual. Señaló que los recortes, el déficit público, los cambios de criterio, las improvisaciones, gobernar para lo que puede pasar en las próximas 24 horas, que atribuye al Gobierno de Rodríguez Zapatero, ya es historia, y dio las gracias al actual Ejecutivo estatal porque si algo hay que agradecer a Rajoy aseguró que el partido ya tiene elaborado el programa electoral de cara las elecciones del 20-N, que es resultado de un trabajo de los últimos cuatro años, y que se ha perfilado en el último verano, pero no ha avanzado nada del mismo, al margen de que será un "proyecto de cambio". Esos datos los dejará para la convención nacional del PP prevista para el próximo octubre en Málaga. Indicó: Vamos a proponerles a los españoles un Gobierno que devuelva el prestigio a las instituciones, la concordia a nuestra convivencia y las oportunidades a una educación publica. Ese es el Gobierno que yo quiero presidir, auguró en este discurso triunfalista en el que se mostró convencido de que será el próximo presidente del Gobierno de España y que en su Gobierno no quiere ni líos ni disputas ni crispación ni problemas.
Rajoy estuvo acompañado por uno de los barones clave del Partido Popular, el presidente de su tierra natal, Galicia, Alberto Núñez Feijóo. Junto a él estaban también las juntas directivas regionales y provinciales, y más de 2.000 afiliados y simpatizantes. Los populares gallegos celebran que su líder haya vuelto a elegir su tierra natal para un acto que, como dicen, "supone el primer paso de su última etapa" en al carrera que termina el 20-N en La Moncloa. Si el PP llega a la Moncloa tras el 20-N, "no subiremos impuestos a los autónomos y emprendedores", y una de las medidas que se abordará será aprobar una Ley del Emprendedor por la que se rebajará cinco puntos el impuesto de sociedades. En su opinión, ésa será "la diferencia" del Gobierno ‘popular’ frente al Ejecutivo estatal actual, integrado por quienes creen que el déficit se ataja aumentando impuestos y con recortes sociales". Rajoy presentará, de cara a las elecciones generales del 20-N, un modelo de Gobierno que se basará en "una agenda global de reformas constantes y permanentes" para lograr conseguir "un gran objetivo nacional que es crecer económicamente y crear empleo. Evitar solapamientos entre administraciones y la reorganización financiera serán algunas de las medidas en las que se apoyen. Para atajar la crisis económica también ve fundamental apoyar a los Gobiernos de las comunidades autónomas, pues es "una obligación del Estado hablar con las comunidades autónomas y darle un plazo mayor para devolver" el anticipo de financiación que tienen que devolver "por errores del Gobierno", según dijo. Cree que medidas como ésta serán las que ayuden a las administraciones a salir del contexto de crisis económica. Se refirió al aplazamiento del pago que el Estado anticipa a las comunidades autónomas sobre los cálculos de lo que piensa recaudar. El problema es que, con la menor recaudación por la crisis, muchas administraciones se encuentran sin liquidez suficiente para afrontar la devolución del dinero al Estado.
Tuvo especial protagonismo, en el acto de Rajoy, el presidente fundador del PP, Manuel Fraga, quien anunció este viernes que prepara su retirada de la política activa. "Fraga ha sido el que ha hecho posible que este partido sea lo que es. Fraga ha prestado grandes servicios a Galicia y a España y Fraga sigue y seguirá en el PP, con nosotros, y estoy convencido de que seguirá ayudándonos como ha hecho a lo largo de toda su vida política", señaló Rajoy- El líder 'popular' dio las claves del rumbo que debe adoptar el Gobierno de España para salir de la situación de crisis económica y, para ello, reveló que, en primer lugar, el país "necesita un Gobierno consciente del sentido histórico de la situación en la que vivimos". En su opinión, "hasta la mejor y la más dinámica de las sociedades, como es la española, necesita un Gobierno con un liderazgo claro, que se anticipe con decisión a los acontecimientos a través de una agenda global de reformas constantes y permanentes y con un gran objetivo nacional que hoy es crecer económicamente y crear empleo". Del gobierno de Zapatero se limitó a señalar que "resulta innecesario hacer un balance final de un Gobierno que ha sido la primera fuente de inestabilidad económica" del país y que "se ha limitado a dilapidar la mejor herencia recibida por un Gobierno en la democracia española" (en alusión al Ejecutivo de José María Aznar). Rajoy también se refirió al panorama político español tras la llegada de Bildu a las instituciones vascas. "No queremos quintacolumnistas del terrorismo que hagan uso de las instituciones sin impunidad", concluyó…
Triunfalmente, hacia el palacete de la Moncloa

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