CASI TODOS, CONTRA LA REFORMA CONSTITUCIONAL DE PP Y PSOE
Como estaba previsto, la Proposición de reforma del artículo 135 de la Constitución Española presentada por los grupos de PP y PSOE superó este martes sin problemas su primer trámite parlamentario. Los votos favorables de las bancadas socialista y popular permitieron que la propuesta fuera tomada en consideración y aprobada su tramitación por vía directa y en lectura única. La toma en consideración fue aprobada por 318 votos a favor, 16 en contra y 2 abstenciones. Posteriormente, la tramitación directa y en lectura obtuvo 319 votos favorables y 17 en contra. La sorpresa la proporcionó CiU, que optó por permanecer sentado durante la votación sin apretar el botón ni en un sentido ni en otro. Lo hicieron, según explicaron, para no confundir su posición con la de IU. Duran declaró, al concluir la sesión, que "si no hemos estado en el consenso ni en el diálogo, tampoco estamos en las votaciones". Por su parte, IU-ICV, BNG, PNV, ERC, UPyD y Nafarroa Bai rechazaron la reforma, mientras que UPN se unió a PP y PSOE en su aprobación. Coalición Canaria se abstuvo. Entre los votos en contra, destacó el ya anunciado del diputado socialista, Antonio Gutiérrez. Ahora, tras este trámite, como anunció el presidente del Congreso, José Bono, los grupos parlamentarios tendrán hasta las 14:00 horas del jueves para presentar enmiendas a la Proposición. El próximo viernes día 2, el pleno votará la reforma. La votación se produjo tras un acalorado debate en el que PP y PSOE defendieron la modificación del artículo 135 ante la oposición y pese a las duras críticas de la mayoría de grupos minoritarios. El primero en intervenir fue el portavoz socialista en el Congreso, José Antonio Alonso, quien defendió a ultranza la reforma y negó que suponga un límite para el gasto en políticas sociales. Alonso remitió a las palabras del candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, para considerar que hacer o no recortes no depende de esta reforma sino "de quien gobierna y de la coyuntura". Y remarcó que "la diferencia entre la izquierda y la derecha, es que la izquierda gasta los recursos en garantizar la igualdad". Alonso justificó la iniciativa del presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, en la necesidad de "acabar sin dilación" con el problema del aumento del "coste de la financiación de la deuda soberana", y consideró que el mensaje de esta reforma es que "España es un país cumplidor en el pago de sus deudas". "No debe haber dudas". Por parte del PP, Soraya Sáenz de Santamaría fue contundente al expresar el sentido de la reforma y la posición de su partido. Dijo la portavoz popular que "la estabilidad presupuestaria ya no es una opción: es un deber" y subrayó, en todo momento, el pacto de Estado, defendiendo que, ante la crisis de la deuda, "España responde con un gran acuerdo entre los dos grandes partidos nacionales, que aparcamos nuestras diferencia para el interés general". La portavoz del PP garantizó que "el compromiso con una cuentas públicas estructuradas no puede ser temporal ni depender de quien gobierne" y avisó que la reforma es sólo el principio de un conjunto de reformas que irán más allá. Para SSS, la reforma "no será la única" y tiene el objetivo de "garantizar los derechos sociales de los ciudadanos".
Una de las pocas voces disidentes fue la del líder de CiU en el Congreso, Josep Antoni Durán i Lleida, quien reiteró que, para su grupo, la reforma pactada entre PP y PSOE, que tachó de "esperpéntica", supone "una ruptura del proceso constituyente". Duran reprochó a los dos principales partidos que hayan ignorado al resto y, especialmente a los que aprobaron la Constitución, y les ha recordado que la "Constitución no fue objeto sólo de PP y PSOE". Duran quiso dejar claro que CiU "comparte el principio de estabilidad presupuestaria" y "lo aplica día a día en el gobierno de la Generalitat". El portavoz de CiU aludió a los diputados del PSC al subrayar que "algunos que votarán esta reforma" critican las políticas de estabilidad presupuestaria del Govern. Sin embargo, Duran se mostró contrario a fijar este límite a través de la Carta Magna. Duran fue crítico tanto con las formas como con el fondo. Sobre las formas, además de la falta de consenso que, a su juicio, han mostrado PP y PSOE, se volvió a mostrar favorable a un referéndum, indicando que "todos sabemos, aunque duela, que no es de recibo una reforma exprés en cuatro días". Sobre el fondo, reiteró que no es necesaria una modificación constitucional para garantizar la estabilidad presupuestaria porque, además, a su juicio, limita la autonomía financiera y fiscal de las comunidades. También fueron muy duras las críticas del portavoz de IU, Gaspar Llamazares, quien llamó a los diputados del PSOE a rebelarse ante una reforma que tachó de "golpe a la Constitución y secuestro de la voluntad popular". El representante de Izquierda Unida ha considerado que PP y PSOE han "ninguneado" a su partido, que participó en la elaboración de la Constitución, por lo que la proposición de ambos partidos simboliza "una ruptura del consenso constitucional". Llamazares negó que se trate de una reforma parcial, sino que es "total", e insistió en que supone "una involución democrática" que no busca estabilidad sino "opulencia y despilfarro privado". Llamazares compartió turno de palabra con Joan Ridao, portavoz de ERC, quien también expresó su disconformidad con la propuesta. "Van a petrificar un mecanismo rígido que impedirá atender con la necesaria agilidad cualquier situación de recesión y es el último golpe a la izquierda y a una posible salida social de la crisis", resumió el republicano, que también denunció que la norma "se carga" la autonomía fiscal y financiera de comunidades, sin tener en cuenta sus competencias, su soberanía fiscal y su estructura de gasto. Josu Erkoreka, el portavoz del PNV, argumentó que "si la reforma constitucional, antaño tan grave y difícil, se ha convertido de repente en algo tan nimio y trivial como lo que estamos viendo estos días", también ellos harán su "propia propuesta". Erkoreka no ha precisado el contenido de esta propuesta aunque los dirigentes de su partido, cuando el presidente del Gobierno realizó el anuncio de la reforma, anunciaron su intención de incluir el derecho de autodeterminación. Para el PNV esta modificación supone "un atropello en toda regla" de los procedimientos democráticos, es irrespetuoso con la estructura del Estado, es "ineficaz" porque "ni hace todo lo que pedían los mercados ni garantiza a las administraciones públicas que podrán seguir utilizando todas las herramientas fiscales de las que disponían hasta ahora". Además, ha añadido que es "innecesaria" y es "antieuropea". A su vez, la portavoz del grupo parlamentario UPyD, Rosa Díez, apeló a los diputados de la Cámara baja para que voten de manera individual: “¿Qué ocurre para que al menos 35 de ellos no se levanten y voten en conciencia? Las reformas deben hacerse, desde la autonomía, no desde la imposición”. “Chapuza” y “atropello democrático” fueron algunos de los descalificativos utilizados por Rosa Díez para referirse a la reforma constitucional. "En nuestras leyes ya hay instrumentos para combatir el déficit. Lo que falta en España no son normas sino voluntad política", sostuvo
La anécdota de la sesión la protagonizó el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien abandonó el debate alegando: "Me voy a tomar un café, que me duermo”. A la salida de la sesión plenaria, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, destacó el "enorme sentido de la responsabilidad" demostrado por los diputados del PSOE al apoyar esta reforma porque, según ha dicho, "es muy importante para España". Antonio Gutiérrez habló en los pasillos del Congreso tras saltarse la disciplina de voto dentro del PSOE para decir que no descarta suscribir la propuesta para convocar un referéndum ya que le anima el hecho de que los que están en contra de la consulta utilicen una argumentación "miedosa" del ejercicio de la democracia.
La inclusión del límite del gasto público en la Constitución comienza así un fugaz camino por el Congreso que culminará, si no hay cambios drásticos, el viernes con su aprobación definitiva. Y una semana después, en el Senado.
Y habrá terminado el aceleradísimo trámite para reformar la Constitución días antes de que comience la campaña electoral del 20-N…
martes, 30 de agosto de 2011
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