martes, 5 de agosto de 2014

La fundación ética de Pujol Nos enteramos ahora de que el hasta hace unos días molt honorable Pujol ha dispuesto de una Fundación para explicar y expandir la ética y las prácticas morales, que ha dispuesto de las generosas subvenciones de la Generalitat de Cataluña-. Del orden de 150.000 euros, nada menos, era la “cuota! Que el padrino Pujol pasaba a su correligionario y discípulo Mas. Naturalmente, entre las canonjías que ha venido disponiendo el exhonorable, hay que tachar también ésta. Y no debe sorprender que don Jordi y doña Marta, su esposa, ambos venerables gurús en el arte de adoctrinar debidamente a las nuevas generaciones –en el nacionalismo y en el buen hacer, en general-, a estas alturas se anden ocultando de las gentes, y prefieran los lugares oscuros e inhóspitos. Algún desierto, alguna ciudad perdida o aún no descubierta… Porque, realmente, el timo ha sido tan fundamental, tan sensacional, que no tienen cabida entre los seres vivientes, aunque sí entre los vivos más vivos. Con esa tasa de 150.000 euros anuales, la Fundación de Pujol ha podido evangelizar por doquier sobre la bondad del buen comportamiento, de atenerse a las normas de cada Estado, de ser ejemplar y modélico en el cumplimiento de las leyes, incluso de las nada agradables como es participar al Fisco de los propios bienes. Pero cuando la teoría choca con la práctica y ha primera se ve arrollada y ridiculizada por la segunda, hay que retirarse a un convento, a un desierto, a una isla desierta donde no te pueda alcanzar ni la reportera más audaz… Otro descubrimiento de ahora mismo: España viene vendiendo armas a Israel. Y se supone que también a otros territorios adyacentes, vecinos y sin embargo, rivales. Es la ventaja de vender armas, que lo puedes hacer a propios y a contrarios, sin demasiadas cargas de conciencia. Ahora, a alguien se le ha ocurrido que los israelíes se habían pasado en el empleo de esas armas contra los civiles palestinos, y que no casa con la buena moral y los buenos principios seguir proporcionando misiles con los que derribar escuelas de las naciones Unidas y producir la muerte de decenas de niños escolarizados por las propias naciones Unidas. A alguien se le ha ocurrido que hay que evitar, en lo posible, las contradicciones y las incoherencias, aunque eso disminuya la cuenta corriente y los ingresos en el capítulo de las importaciones del Estado. La otra posibilidad es que esas ventas no las firme el Estado, sino alguna empresa particular y privada, y se disimule la incoherencia más lacerante. Pudiera ser una empresa-tapadera de Cañete, sin ir más lejos, la que siga haciendo el gran negocio de vender misiles a judíos y palestinos, por igual, y beneficiarse del magnífico negocio de las armas en lugares de crisis. Seguro que es mucho más rentable que enviar fármacos, más o menos caducados, a ese mismo Tercer Mundo “tan necesitado siempre”… Están advirtiendo los grandes jefes de la Unión Europea que les faltan señoras bien cualificadas para completar sus cuadros de mandos en la reestructurada Unión. Y posiblemente ocultan la segunda parte de la realidad: que les cobran varones de larga biografía, excesivamente larga, que siguen aspirando a esos lugares de preeminencia y de excelentes salarios. Me imagino que, antes o más tarde, los grandes jefes de la Unión llegarán a establecer la necesidad de imponer una especie de derecho al veto, para que los jefes de gobierno correspondientes abran un poco sus mentes, dejen de ofrecer experimentados, y a menudo fracasados personajes, con los que no saben qué hacer en su propios país, y echen mano de mujeres sagaces, imaginativas, y probablemente con más capacidad que muchos de esos individuos de difícil colocación… JOSÉ CAVERO

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