jueves, 2 de octubre de 2014

Las tarjetas de Blesa y Rato Cada día nos sorprende un nuevo escándalo económico, del que se benefician casi siempre los mismos: altos cargos de la administración o altos funcionarios designados por los altos cargos de la Administración, del Gobierno y alrededores. Lo que Pablo Iglesias puede llamar “la casta”, y que no se limita a PP y PSOE. De vez en cuando, en esa relación de beneficiarios a dedo aparecen incluso sindicalistas presuntamente rojos y menos presuntamente revolucionarios. Nos referimos esta vez a las tarjetas “negras”, opacas, de las que se beneficiaron durante a los altos cargos y unos cuantos consejeros de Caja Madrid, hoy Bankia, con Blesa y Rato a su cabeza, sucesivamente. Estos privilegiados, que formaron parte de los equipos de dirección de la Caja de Madrid, en cuya designación tenía mucho o todo que ver, Esperanza Aguirre, en su condición de presidenta del PP madrileño, disponían y utilizaron unas tarjetas de crédito poco menos que sin límite de gasto: trescientos, cuatrocientos, quinientos mil euros para almuerzos, y cenas, compras de objetos personales, viajes… Sin duda, era la representación de la España próspera… de unos cuantos, y de unos ciertos años. Ahora corresponde, o eso se espera, que los jueces obliguen a la devolución de aquellos dineros dilapidados sin justificación y con derroche. Y de paso, si alguno de aquellos responsables descansa alguna temporada en celdas de prisión, tampoco vendría mal, para la moralización de una comunidad desmoralizado y abatido por tantos abusos de poder, por tanta mamandurria, como diría Esperanza Aguirre, madre de muchas de tales mamandurrias: la Gurtel madrileña, las tarjetas opacas de Caja Madrid… Y ella aparece como pura, santa e inmaculada, sin que un solo rayo de sol la logre hacer brillar en su intocable imagen… Ignacio González ya ha decidido: su candidata para ser alcaldesa de Madrid no es otra que Esperanza Aguirre. Cabe recordar que Esperanza Aguirre dio el paso a Ignacio González para que ocupara el sillón que ahora ostenta. De manera que ahora aspira a devolverle el favor y contribuir a su elevación ala alcaldía que aún ocupa doña Botella, y a la que Esperanza Aguirre tienen unas terribles ganas de acceder… Es lo que le falta a la senadora, ministra, presidenta de Madrid y presidenta del PP, la sexagenaria de la multa de tráfico y que no tenía dinero suficiente para llegar a fin de mes, según su propia confesión de hace unos pocos años, cuando percibía algo así como un millón de euros al mes. Pues bien, don Ignacio ya se ha decantado entre cristina Cifuentes y Ana Botella. Esperemos que en la órbita de ilustres del PP surja alguna otra estrella menos estrellada que éstas dos, sin necesidad de recurrir a la botella vacía… Mal trago ha tenido que pasar el ex ministro y casi comisario comunitario Arias Cañete, en su examen en el Parlamento de Estrasburgo-Bruselas. Sus negocios, su machismo, su cuñado…, dieron mucho que hablar y que preguntar a sus euroseñorías, y forzaron al ex ministro Cañete a disculparse y a ser mucho más expresivo que nunca lo fue en sus cargos y competencias españolas. ¿Dio la talla? Lo que sucede es que cabe suponer que España y los españoles tenemos personasjes más capacitados, más honestos, sin necesidad de tantas explicaciones como hubo de superar el ya ilustrísimo Cañete… El debate presupuestario se centra, sobre todo, en su las perspectivas que apunta Montoro podrán tener o no cumplimiento en razón de cómo marche la economía española. De momento, hay tantas dudas como certezas, por más que los datos de creación de empleo en un mes de septiembre nuevamente hayan cooperado a elevar las esperanzas y las ilusiones en que “se puede, se puede”, y llegaremos adonde aspiramos acceder en recuperación de la senda del crecimiento perdida durante unos cuantos años… JOSÉ CAVERO

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