Endurecimiento general De vez en cuando, a este gobierno se le notan unas claras tendencias a en suceder la ley, a ser más exigente con la ciudadanía, a ser m ás intratable con todos. Casi siempre, esas tendencias proceden del Interior de Fernández, el duro de la película. Antes fueron las leyes para endurecer penas y castigos a los violadores de la ley, y ahora se anuncia que el Gobierno pretende ampliar las escuchas sin autorización judicial. ¡Madre mí, si esto se le hubiera ocurrido a un Gobierno del PSOE!. ¿NO recuerdan ustedes una campaña con alboroto interminable que el PP y algunos de sus diputados. entre ellos el actual director general de la Policía Teisidó, organizaron cuando lo de las escuchas telefónicas del Estado y sus correspondiente sistema técnico? Pues ahora, nos cuenta El País que Interior presiona a Justicia para esas nuevas facultades, por cuya virtud –más bien vicio-, todos y cualquier podríamos ser sometidos a la vigilancia del gran hermano de Fernández y de sus redes de persecución del malvado… O sea, de todos, que pasamos a ser indistintamente `perversos y sospechosos de cualquier mal. ¿Pero no se había terminado el terrorismo etarra? Por fortuna, sí, pero parece que Interior lo echa de manos, o que debe dar empleo a los guardaespaldas que quedaron en paro por la finalización del terrorismo etarra… Por cierto, que para alboroto, el que han organizado desde el gobierno, incluida la marisabidilla Santamaría porque la Audiencia Nacional haya decidido dejar en libertad a terroristas ha condenados y que han llegado a cumplir, en algunos casos, hasta 27 años de cárcel, en España o en el extranjero. El PSOE culpa al PP de no haber hecho mayor esfuerzo para impedir ese cumplimiento de normas, y el PP eleva la culpa a la Audiencia nacional. Unos por otros…, terroristas en libertad, como ya en ocasiones anteriores ha sucedido. Pero esta vez, doña Soraya la levantado la voz y la mirada, para culpar a los jueces, “que no saben ustedes con quién están hablando”. Con el Gobierno de la ley y del orden… La misma Santamaría, que ejerce cada vez más a menudo de jefa del gobierno en funciones, recriminó ayer al líder de la oposición, el socialista Sánchez, la ocurrencia de plantear una solicitud para que unos cuantos expertos estudien las posibilidades de reformar la Constitución. El PP, que no tiene las ideas claras sobre ese particular, pero que no lleva la iniciativa, ha preferido decir que ni hablar, que no y que no. Y ya pueden los expertos decir misa: el PP “adivina” que falta lealtad para hacer esos ajustes de una Constitución que ha cumplido con crecer las expectativas con las que nació. El PSOEm, a su vez, propone blindar el derecho a la salud y am los servicios sociales de los ciudadanos. Y son muchos los expertos que no ven mal esa actualización del texto de la Carta Magna que podría resolver multitud de problemas no menos vivos, como la tentación secesionista de algunos catalanes. Por cierto, mientras Rajoy viaja a Catalyuña para dar un mitin a los suyos, el Rey no tiene inconveniente en subirse al mismo coche con Artur Mas y darle una vuelta. ¿Es imaginable que Rajoy hiciera algo parecido con su adversario Mas? Es del todo impensable, incluso es impensable que se citen para verse, almorzar, charlar, intercambiar opiniones y avanzar posiciones. Tal vez la reforma constitucional hacia un modelo confederal resolviera la papeleta. Pero eso hay que hablarlo, y en el PP, se niegan incluso a hablar. ¡Pero si la razón, toda la razón, es suya! ¿Para qué van a compartir o discutir ideas ajenas? A Rajoy le bastan los fiscales, el TC y la carta Magna sin tocar e intocable… JOSÉ CAVERO