Malas artes en el PP Tras las primeras y urgentes reacciones suscitadas por la revelación de los escrutinios del domingo en Andalucía, se suponía que el lunes sería el día en el que los partidos dieran a conocer formalmente sus reacciones de satisfacción o de disgusto, perfectamente previsibles. Algunos partidos han decepcionado seriamente, en particular, los que más han perdido y más tenían que lamentar. Se espera que Mariano Rajoy manifestara algún grado de insatisfacción y de contrariedad, pero no hubo tal. Sí la hubo en boca de garcía Margallo, de Jesús Posada. Otros, como la exalcaldesa y vicepresidenta del Congreso, Celia Villalobos, explicó que la mayor derrota era la de Susana Diaz, que no había conseguido la mayoría absoluta a la que aspiraba… Y la palma de los despropósitos llegó en boca de Esperanza Aguirre, que una vez más acusó a Rajoy de haber designado a Moreno Bonilla para `perder estos comicios, los primeros del año… Aguirre dijo que Moreno Bonilla no había sido capaz de superar el estigma de haber sido designado por el dedo de Rajoy. ¿Por qué otro dedo ha sido designado ella misma para la candidatura de la alcaldía de Madrid”, le han reprochado todos desde la propia dirección del PP, y todos los medios informativos de cualquier tendencia… La aspirante a alcaldesa vuelve a desbarrar, acaso víctima de los nervios que empieza a merecerle la posibilidad de su derrota en las urnas de mayo. No menos grave ha sido la reacción de la líder de UPyD, la otra señora Díaz, doña Rosa, que ni siquiera se plantea la conveniencia, no ha de pedir disculpas por su derrota sin paliativos –ni un solo escaño conseguido en Andalucía-, sino tampoco por no haber presentado la dimisión de su cargo. A Rosa Díaz le propinaban un grupo de sus propios militantes de mayor talla el varapalo de su dimisión de la dirección del partido e incluso, en boca de Irene Lozano, la reclamación de su propia dimisión. No parece probable que Rosa Díaz vaya a hacerles caso a estos “protestatarios” airados, grupo que esta vez han encabezado quienes en ocasiones anteriores la defendieron a capa y espada. Recuérdese el caso Sosa Wagner, cuando este eurodiputado reclamó insistentemente un entendimiento entre UPyD y Ciudadanos para afrontar el futuro con más tranquilidad y mejores perspectivas. Sosa Wagner se habrá regocijado al comprobar los nuevos resultados de Ciudadanos y el pésimo resultado de su viejo partido UPyD y de su líder doña Rosita… No menos desapacible ha sido la reacción en Podemos, donde se ha podido escuchar alguna voz fuertemente crítica `porque se ha dado un paso en Andalucía, ciertamente, pero un paso muy corto e insuficiente. No se sabe bien si esta voz crítica era representativa de un descontento amplio y generalizado… Por lo demás, el PP ha vuelto a conseguir hoy espacios de primera importancia, pero por otra razón: Las conclusiones de las investigaciones del juez Ruz sobre la trama del PP para gestionar en negro sus cuentas durante los últimos dieciocho años, en todos los cuales ha estado Mariano Rajoy con altísimas responsabilidades en el partido. Rajoy y Cospedal aparecen como responsables últimos dando su apoyo a los tres sucesivos tesoreros y administradores que se han sucedido en Génova, 13, hasta Luis Bárcenas. En el PP se han limitado a proclamar que no hay nada nuevo en el auto del juez Ruz, de 190 páginas de relato pormenorizado y fuertemente incriminador… Rajoy, como ya es clásico en él, se esforzará por evitar dar las explicaciones que se le reclaman en la Cámara legislativa, insistiendo en que ya ha comparecido en varias ocasiones para hacer frente a esta clase de críticas… Pese a sus pésimos resultados andaluces, y a sus revelaciones sobre financiación ilegal del partido, el PP insiste en sus propósitos de ganar las elecciones que vienen, las municipales y autonómicas del mes de mayo. Y lanza a sus barones –presentes y ausentes en la reunión de ayer- a la tarea de afrontar una suerte incierta, que puede llevarse por delante una hegemonía que ya ha durado demasiado… JOSÉ CAVERO