domingo, 22 de noviembre de 2009

ROSA DIEZ, REELEGIDA, RECTA FINAL DEL ESTATUT, GONZALEZ REFLEXIONA SOBRE EUROPA Y PUJOL SOBRE CATALUÑA

ROSA DIEZ SE SUCEDE A SÍ MISMA.-En los últimos tiempos habían surgido numerosas voces de discrepancia interna, y de desaprobación de la actuación de la líder de UPyD, Rosa Díez. Incluso surgieron voces que reclamaban una mayor democracia interna, y la sustitución clara de Rosa Díez, por entender que estaba deteriorando el clima interior y la estabilización del partido. Algunos de los que se uniceron al proyecto en el primer momento, y particularmente Mikel Buesa, prefirieron abandonar esas siglas, por entender que Rosa Díez estaba estropeando el proyecto y viciándolo, con su protagonismo a ultranza… Sin embargo, Unión Progreso y Democracia (UPyD) no cambiará de rostro. Su diputada Rosa Díez, que ha ejercido el cargo de portavoz de forma interina estos dos años, seguirá haciéndolo durante los próximos cuatro, después de que este viernes fuera elegida por el 81% de los afiliados con derecho a voto que depositaron su papeleta electrónica. No esmeros cierto que la abstención superó el 60%, pero Díez recibió el apoyo de 1.417 militantes, y su rival Valia Merino, representante del sector crítico, el de 332 (19%). Lo que deja bien a las claras que Rosa apenas tiene rival, y si lo tiene, no oscurece su propio liderazgo interno… Este sábado finaliza el primer congreso de un partido que, casi recién llegado a la vida política del país, aspira a convertirse en tercera fuerza política. Así lo vienen indicando muchas encuestas, en las que aparece inmediatamente después de PP y PSOE, o apenas superado por IU…
FINAL DEL CONGRESO.- En el final de este primer Congreso de UPyD, no se cree que haya sorpresas en la dirección ni tampoco reparto de poder entre los dos sectores, porque la portavoz ha concurrido en lista cerrada con todo su equipo. Doce de los 21 miembros del nuevo Consejo de Dirección repiten; a ellos se suman, entre otros, el diputado vasco Gorka Maneiro y la ex dirigente de EB-IU Katy Gutiérrez. Díez seguirá siendo portavoz, no presidenta ni secretaria general, cargos que no existen en UPyD. Carlos Martínez Gorriarán mantiene la cartera de Programa y Acción Política; Juan Luis Fabo la de Organización. El filósofo Fernando Savater, muy comprometido con el partido, no tendrá cargos orgánicos como tampoco los tenía hasta ahora. Y hay una notable ausencia: la de Mikel Buesa, que fuera número dos y que en julio abandonó UPyD de un portazo. Valia Merino había dicho que el triunfo de su candidatura sería "una campanada como la del Alcorcón", el equipo de segunda que ganó al Real Madrid.. Ni él ni el grupo de descontentos que lo propuso tienen serias discrepancias con la línea política de UPyD: lo que condenan son las formas "autoritarias" de Díez y su "divismo". La diputada se ha negado a responder durante el congreso a esas palabras porque "no son opiniones ni argumentos, sino insultos". Rosa Díaz, ex diputada y ex eurodiputada socialista, llega a pensar y a declarar que se ha convertido en “la gran enemiga de Zapatero y de Rajoy”, por igual, y que ambas fuerzas quisieran que UPyD desapareciera cuanto antes. Pero no son esos precisamente sus propósitos, segura de sí misma y de sus posibilidades……

RECTA FINAL SOBRE EL ESTATUT.- Según una información que proporciona El País, el Tribunal Constitucional afronta la recta final de la sentencia del Estatuto de Cataluña entre fuertes divisiones internas y peticiones de dimisión. Mientras, en Cataluña cunde el nerviosismo por las consecuencias que una eventual sentencia adversa pueda tener sobre las elecciones autonómicas del otoño de 2010. La votación prospectiva del pleno del Constitucional del pasado día 12 dejó patente que una mayoría de seis magistrados frente a cuatro sigue encallada en su oposición a los "símbolos nacionales", en tanto que el término "nación" ha quedado en la práctica descartado en el último borrador de la ponencia. Un tercio de los preceptos impugnados por el PP se verá afectado, siempre según las fuentes consultadas. El pleno busca un denominador común en torno a temas identitarios. El bloque conservador ve tachas en 55 ó 60 preceptos. Una sentencia de consenso dejaría más competencias y mejor financiación. La votación prospectiva fue para ver si Aragón variaba su posición. Las tres sesiones plenarias celebradas esta semana, con nuevas votaciones prospectivas sobre aspectos puntuales del título preliminar, han mantenido las posiciones de todos. No obstante, no ha habido renuncia ni cambio de ponente, por lo que la magistrada encargada de la redacción de la sentencia, Elisa Pérez Vera, ha salido con nuevas instrucciones para la reunión del pleno del próximo jueves.
CAERÁ EL TÉRMINO NACIÓN.- Tras las deliberaciones de los últimos meses, la opinión generalizada es que el enunciado del término "nación" se caerá del Preámbulo del Estatuto, salvo si hay un cambio excepcional de última hora. De hecho, ni siquiera se debate sobre él en las últimas prospecciones, que se centran en los aspectos más polémicos del Título Preliminar y singularmente, en torno a los derechos nacionales de Cataluña. Las votaciones prospectivas han dejado claro que el magistrado del bloque progresista Manuel Aragón Reyes sigue sin aceptar los principales símbolos identitarios, lo que aboca a buscar nuevas fórmulas que permitan consensuar una mayoría que salve del Estatuto todo lo posible. Desde el pasado verano hay constancia del encallamiento del Tribunal en dos bloques, que dejan en minoría a cuatro magistrados del sector progresista encabezados por la presidenta María Emilia Casas, junto a la ponente Elisa Pérez Vera, Pascual Sala y Eugeni Gay. Del otro lado, a los conservadores Javier Delgado Barrio, Jorge Rodríguez Zapata, Vicente Conde y Ramón Rodríguez Arribas a los que se suman, en una posición intermedia, Manuel Aragón y el vicepresidente Guillermo Jiménez.
POICIONES INAMOVIBLES.- Los bloques progresista y conservador, siempre según las fuentes consultadas, tampoco son homogéneos entre ellos y en cada uno se mantienen posiciones más o menos inamovibles. Así que, vista la actual situación, expertos constitucionalistas creen que ahora de debería intentar conformar una nueva relación de fuerzas, desplazando hacia el centro a dos progresistas y a otros dos conservadores y conformando una nueva mayoría de seis a cuatro integrada por tres magistrados de cada bloque: la presidenta María Emilia Casas, que lideraría el acercamiento; la ponente Elisa Pérez Vera y Manuel Aragón de un lado, y el vicepresidente, Guillermo Jiménez, y los magistrados Vicente Conde y Ramón Rodríguez Arribas del otro. Quedarían fuera, en principio, los más proclives a la constitucionalidad el Estatut, el catalán Eugeni Gay y el magistrado Pascual Sala, y del otro, el líder del sector conservador, Javier Delgado Barrio y el ultraconservador más irreductible de todo el tribunal, Jorge Rodríguez Zapata. No obstante, de llegarse a esa situación ideal, se confiaría en atraer finalmente a Sala y Delgado Barrio, apelando a su sentido institucional ya que ambos han sido presidentes del Tribunal Supremo y del Consejo del Poder Judicial.
TEMAS IDENTITARIOS.- Esa hipotética mayoría sería la encargada de encontrar un mínimo común denominador en torno a los temas identitarios, que pasaría por desprenderse definitivamente del término "nación" tal como consta en el preámbulo, y tendría que aquilatar las cuestiones más polémicas del título preliminar. Podría admitir la bilateralidad del artículo tres pero los mayores problemas para pasar el listón los tendrían los "derechos históricos" del artículo cinco o los símbolos "nacionales" del artículo ocho, en cuanto podrían interpretarse como un "derecho a la nacionalidad" de los catalanes. La obligatoriedad de conocer el catalán por todos los ciudadanos de Cataluña del artículo seis sigue estando muy discutida. En compensación, el Estatuto mantendría una parte sustancial de las nuevas competencias. Sería un Estatuto de "tercera generación", el más avanzado competencialmente de todos y que sería el modelo a aplicar a los demás. Con todo, las fuentes consultadas señalan que alrededor de un tercio de los preceptos impugnados en el recurso de inconstitucionalidad del PP sufrirá tachas de inconstitucionalidad en algunos casos, y en su mayor parte habrán de ser interpretados en el sentido que declare la sentencia del Constitucional. Es decir, que alrededor de 40 artículos de los 126 preceptos impugnados por el PP podrían verse afectados. Los conservadores pretenden elevar esa cifra hasta la mitad de las impugnaciones, es decir, hasta unos 55 o 60 preceptos.
PODER JUDICIAL EN CATALUÑA.- El capítulo relativo al Poder Judicial en Cataluña sigue como estaba en agosto. El PP impugnó la regulación del Consejo de Justicia de Cataluña por ser "órgano de gobierno" del Poder Judicial en Cataluña y "órgano desconcentrado" del Consejo General del Poder Judicial y por sus atribuciones. La mayoría entiende que el capítulo de la Justicia debe quedar regulado, con carácter general, en la Ley Orgánica del Poder Judicial. En cambio, el capítulo de la financiación es el que podría concitar mayores acuerdos, al margen de algunos aspectos que puedan puntualizarse en la sentencia, aunque en las últimas deliberaciones el tema de la financiación apenas se ha mencionado. Fuentes de los magistrados matizan sin embargo que el debate está "aún abierto" e incluso el término "nación" puede ser "reconsiderado", si bien no dejan de atribuir a Manuel Aragón la responsabilidad de lo que ha pasado por "hacer la guerra por su cuenta". De puertas hacia dentro muchos creen que la votación prospectiva del pasado día 12, impulsada por dos jueces del sector progresista y uno conservador, tuvo por objeto comprobar si Aragón, teóricamente adscrito al bloque progresista, mantendría sus posiciones llegado el momento de votar. O si, por el contrario, un cambio de última hora decantaría junto al voto de Aragón el del vicepresidente Guillermo Jiménez, que ya en día se adhirió al bloque progresista para sacar adelante el Estatuto de Valencia. Siempre se había especulado con un cambio de última hora, dentro de una estrategia para asegurarse la presidencia tras la renovación del Tribunal. Un cambio que ahora parece difuminarse en el horizonte.

EL DIARIO DEL CAPITAN BLACH.-El capitán del atunero Alakrana ha proporcionado a El Mundo sus apuntes de la más difícil de sus travesías, la del secuestro por los piratas somalíes. Son reveladoras de la crueldad de esos individuos que nada tienen que perder y que nada ajeno respetan… Habla Blach camino de Seychelles, de la libertad. “La niña. La veo en mi cabeza. Recuerdo sus ojos azules, apoyada en la ventana. Me duele mucho no haberla traído conmigo. Su madre me suplicó que me la llevara. Le dije que no podía. En su barco, el Ariana, había 12 piratas. En el mío, el Alakrana, 30. La madre [Natalia Loss], esposa del jefe de máquinas, lloraba. "Llévatela", me decía. Desde entonces me miro al espejo y lloro. No dejo de pensar en esa niña, en las mujeres de ese barco. La cocinera estaba embarazada, tras ser violada por los piratas. Negociamos con el armador medicamentos para ella. Cuando los recibimos, Jama Adan [el negociador de los bucaneros] los tiró al agua. Son unos malditos. A esos asesinos sólo les deseo la muerte, les metería veneno en la comida. ¿Qué será de la niña? --Este es el testimonio del patrón del 'Alakrana', Ricardo Blach, tras una larga conversación transcrita a modo de diario.
VIERNES, 2 DE OCTUBRE. Primer día de secuestro. 5:30. "Son piratas, son piratas", es lo último que puedo decir por radio antes de que invadan la cubierta con sus fusiles. Tenemos las redes echadas y no podemos escapar. Puedo enviar un correo electrónico al armador [es un barco ultramoderno con comunicación por satélite y capacidad para estar conectado a internet todo el tiempo]. "Estamos bien. No envíen más emails que estamos a tope", escribo. El barco es asaltado. Los marineros, encarcelados en sus camarotes. Al capitán, Iker Galbarriatu, y a mí nos obligan a dormir en el suelo del puente de mando. Nos cubrimos con una manta. Hace frío y no cierran las puertas. Está muy oscuro.
9 AL 13 DE OCTUBRE. Segunda semana sin libertad. Ya no tengo manta, me la han quitado. Tirito de frío. Saquean los camarotes. Los muebles nuevos de color clarito se van poniendo marrones. El suelo se llena de colillas. Las reservas de alcohol se acaban. De día, nos obligan a estar sentados. Mi única compañía, aparte de los piratas, es el capitán. Charlamos y nos contamos secretos, total no nos entienden. Nos quedamos sin temas muy pronto.
MIÉRCOLES, 14 DE OCTUBRE. Los piratas deciden restringir las conversaciones al mínimo. Nunca estamos solos. Siempre con los secuestradores. Siempre armados. Día y noche. Utilizan kalashnikov, bazucas y pistolas. Se pelean constantemente por nuestras cosas. Dejan las armas en el suelo y se lían a puñetazo limpio.
16 AL 22 DE OCTUBRE. Tercera semana. Quieren presionar al Gobierno. Y destruirnos. Íker, el capitán, ha dejado de probar alimentos. El chaval tiene 29 años -podría ser mi hijo- y está muy disgustado. A los piratas se les escapan los tiros por nada. "Hay que comer", le regaño. Le echo una bronca terrible. Ha adelgazado demasiado. No me dejan ducharme. Estoy sucio. Apesto. No nos dejan salir del puente de mando. Nos amenazan con fusiles. No nos respetan, tratan mejor al resto de la tripulación, nos humillan. Como ven que está delicado y débil, le maltratan más. No hace falta hacerles nada para que aireen las armas. Un camarero esta barriendo el puente y se acerca demasiado a un pirata. Cuando se da cuenta, ya tiene un arma en la sien.
UN MES DE SECUESTRO. Nuestra venganza. Entre el capitán y yo les ponemos apodos a cada uno de los bucaneros esos. El Cicatriz es uno. Nos trata de impresionar... y lo consigue. Una bala le marca la cara desde la parte alta de la nariz hasta el final de la frente. Tiene otra alojada en la espalda. La he tocado. Nos ha dado a entender que ha matado a 45 personas. Me enseña una grabación de vídeo de su móvil. Se ve cómo a un tío lo sacan del coche y le disparan a sangre fría. Ése no es el único personaje. También está 'El Dedos', porque le faltan tres. O 'El Barbas', idéntico a Bin Laden. Otro es 'El Choriz'o, porque no para de robar todo, le roba incluso a su gente. El peor es 'El Jefillo' o 'Hijo de Puta'. Nos tortura y humilla. Por él me atan y no me sueltan. Quiero ir al baño y no me dejan. Me meo encima. Se ríen de mí.
SÁBADO, 7 DE NOVIEMBRE. Una de las experiencias más tristes de mi vida. Tomamos contacto con el barco secuestrado 'Ariana'. Dos mujeres y una niña dentro. Nos sirve para saber que hay quien lo está pasando peor que nosotros. La madre de la pequeña suplica que me lleve a su hija. No lo hago. Le damos fruta, pescado, alimentos y las pocas medicinas que tenemos. La cocinera del barco, embarazada por los piratas, tuvo un aborto y esta mal. Necesita tratamiento médico urgente. Tiene una infección grave.
FIN. MARTES, 17 DE NOVIEMBRE. Anoche vino mucha gente que nunca antes había estado en el barco. Cuento 63. Llega el dinero y se lo reparten en el salón de oficiales. No vimos llegar el rescate porque nos mandaron a babor y la maniobra se hizo por estribor. Los jefes se van muy rápido. Antes de partir nos advierten sobre unos piratas que no son de su banda y que pueden secuestrarnos de nuevo. El contramaestre y un marinero levantan el ancla. Victoria. Cuando se va el último, ordeno ir a toda velocidad. Llama el maquinista para advertir que se puede parar el motor. '¡Pois que pare!', le digo. Voy a mi cuarto. Destrozado. Sin nada. Pero le he ganado una batalla a los carroñeros. Se han dejado un reloj Tag Heuer debajo de unos papeles. Duermo. Cuatro horas seguidas. Más que en todo el viaje. Nos enteramos de la mentira del desembarco de los tres compañeros. Sólo los metieron en una zodiac, los desplazaron 800 metros y los escondieron en el barco. ¡Era un montaje! Detrás de la celebración aún pienso en el compañero al que se le murió la mujer durante nuestro secuestro. Y en la niña de 12 años que vive en un barco secuestrado.

EL PRESENTE Y EL FUTURO DE EUROPA.- Un grupo de cincuenta personalidades y expertos del European Council on Foreing Relations -uno de los think thank más importantes de Europa- se reunió el 6 de noviembre con Felipe González, presidente del Grupo de Reflexión sobre el Futuro de Europa, y le sometió a diferentes preguntas sobre la marcha de sus trabajos. Lo que sigue es un amplio extracto de la transcripción del coloquio, proporcionado por El País. Fue celebrado en Madrid, y lo dirigió la ex comisaria europea Emma Bonino y en él estuvieron presentes el ex ministro español de Exteriores y ex comisario europeo, Marcelino Oreja; el ex presidente finlandés, Martti Ahtisaari, y el financiero George Soros, entre otros. "Los ciudadanos no nos entienden. Ni siquiera los jefes de Gobierno que hacen las resoluciones las entienden". "El discurso de que los europeos defendemos valores es una simpleza. Nosotros defendemos intereses: los nuestros". "El entendimiento franco-alemán sigue siendo necesario. Pero esa condición, ya en mi época, no era suficiente". "Nos cuesta aceptar que un espacio compartido, como Europa, es algo más que la suma de intereses de cada Estado". "Si estuviéramos trabajando por tener una voz única en el Consejo de Seguridad de la ONU, avanzaríamos más". "No manoseemos más los tratados. No hace falta modificar ningún tratado para tener una política energética común". "La distancia tecnológica de la UE con EE UU ha aumentado. Y se aproximan los países emergentes". "En 2050, a Europa le faltarán 70 millones de personas en activo. ¿Cómo se va a solucionar esto?
EXCUSAS PARA NO HACER.- Pregunta. Los ciudadanos están hartos de ocho años de discusión sobre el Tratado de Lisboa. Pero incluso las personas no entusiastas del tratado pensamos: "Bueno, ahora que está ratificado empezaremos a actuar de alguna manera, ¿no?". ¿Ahora tenemos que reflexionar otra vez a medio y largo plazo? ¿Por qué seguimos reflexionando?
Respuesta. Probablemente tenga razón y sea una excusa para no hacer. No soy contrario a la reflexión. La reflexión precede a la acción. El problema es que estamos convirtiendo las instituciones en think-tank y nos falta action-tank. Rememorando a Gramsci, el problema es que hoy se puede ser más pesimista de la voluntad que de la inteligencia. Creo que no falta inteligencia para comprender qué tenemos que hacer. Lo que falta es voluntad para ponerlo en práctica. El grupo de reflexión nace al día siguiente de que se firmara, no ratificara -ahora nos dio permiso el señor Klaus-, el Tratado de Lisboa. Parecía contradictorio y en parte lo era. Se supone que Lisboa resuelve los problemas institucionales, pero sólo se supone. Veremos a ver qué pasa, estoy preocupado. El servicio exterior, que va a ser el más poderoso del mundo, ¿será un instrumento de política exterior que dirija y controle el alto representante, o el alto representante sólo va a hacer un esfuerzo de coordinación de los distintos servicios diplomáticos? Creo que vamos hacia la coordinación sin más y no hacia la dirección de un servicio exterior potente. No entraré en más detalles. ¿Europa debe reflexionar? Sí, pero no debe quedarse en la reflexión. Debo decir que ayer me tomé la molestia de leer la última resolución del Consejo Europeo y oigo una queja permanente: no nos entienden los ciudadanos; ni siquiera lo entienden los jefes de gobierno que han hecho la resolución. Hay partes que no se entienden y otras que son puras declaraciones de estado de ánimo: "El Consejo se complace de que haya pasado no sé qué cosa... o manifiesta su preocupación de que esté pasando no sé qué otra...". Y para colmo, el último Consejo apostó por la segunda vuelta de las elecciones en Afganistán como un factor inevitable de legitimación de la democracia afgana, pero a las 24 horas se decidió que no había segunda vuelta. Realmente la propia comunicación es incomprensible porque -en esto es en lo que quiero insistir en la primera parte- el proceso de toma de decisiones en la Unión Europea es diabólicamente ineficiente. Por lo tanto, no hay más remedio que emitir informes y dar opiniones como si fuéramos Naciones Unidas o un instituto de estudios estratégicos. Es la manera de refugiarse en esa falta de eficacia en el proceso de toma de decisiones.
CÓMO MODERNIZAR EL MODELO EUROPEO.- P. Usted preside el Grupo de Reflexión, pero resulta que no se tiene que ocupar de las instituciones, ni de presupuestos; pero sin instituciones y sin presupuestos tiene que reflexionar sobre cómo se puede fortalecer y modernizar el modelo europeo económico y de responsabilidad social. Tiene que fortalecer la competitividad de la Unión Europea, tiene que colocar el desarrollo sostenible como objetivo fundamental de la UE, tiene que ocuparse de reflexionar sobre la estabilidad global, migraciones, energía y cambio climático y luchar por la seguridad, contra el crimen organizado y el terrorismo. Y al final de toda esta reflexión, sin tocar el presupuesto ni mencionar las instituciones, tiene que hacer un informe de 30 páginas para presentar en 2010. ¿Se siente cómodo con este encargo?
R. Sí, incluso cuando pienso que una vez más el esfuerzo puede conducir a la melancolía, pero me siento cómodo y agradecido porque me hayan encargado algo así. Veamos. La propia resolución, que es muy corta, deja mucho más claro lo que no hay que estudiar que lo que hay que tocar. Ha hablado de dos temas que no hay que tocar, falta uno. No hay que analizar las políticas actuales; pero para hablar del horizonte de 2020-2030, si no se habla del cambio de las políticas actuales lo único que se hace es marcar un horizonte que siempre se aleja, como se está distanciando el horizonte del cumplimiento de la Agenda de Lisboa. La Agenda de Lisboa tenía el horizonte 2000-2010. Los países que han hecho algo que se parece al análisis de la Agenda de Lisboa lo han hecho, no por imposición de la Agenda de Lisboa, sino porque estaban convencidos de que tenían que hacerlo. Casi todos están en la parte norte de Europa. Estos países han ganado competitividad, han flexibilizado sus relaciones industriales, han mantenido un grado de cohesión social altísimo y no a un coste mayor que otros que tienen menos cohesión social. Punto número uno de la reflexión a futuro: la agenda de Lisboa no se ha cumplido. ¿Hay alguna posibilidad de que Europa declare que no se ha realizado y que hagamos otra cosa o que hagamos esto con instrumentos distintos? Lo dudo. Creo que hay que cumplir algunas de las previsiones de la Agenda de Lisboa. Sería el primer punto de reflexión del grupo: ¿cómo Europa llega a insertarse en la sociedad del conocimiento? No lo diré porque suena arrogante, pero se decía en la Agenda de Lisboa: "¿Cómo nos convertimos en 2010 en la primera potencia económico-tecnológica del mundo con un modelo social cohesionado?". Desgraciadamente no se sabe cómo, porque la distancia tecnológica con EE UU ha aumentado y la aproximación de algunos países emergentes es evidente. Es evidente que los objetivos no se han cumplido. En los países en que se han cumplido no ha sido por la Agenda de Lisboa sino porque lo han visto, han reformado la formación del capital humano, han cambiado las cosas.
MODELO SOCIAL Y ECONÓMICO.- Y creo que no se puede discutir, seriamente, de manera separada el modelo social de la economía, y el valor que puede añadir para financiar el modelo social. Creo que es una demagogia que sólo se puede tratar en abstracto: si la economía no es capaz de añadir valor para financiar el modelo social que soñamos, no habrá modelo social, no es financiable. Si estamos perdiendo capacidad de competir en la economía global -aunque haya mucha discusión sobre la competitividad-, por mucho que nos enorgullezcamos del modelo social, no lo vamos a poder sostener, salvo que seamos equitativos repartiendo pobreza o menor capacidad de distribución de bienestar. El segundo punto es la energía y el cambio climático. Está apuntado, aunque no claramente, en el mandato. Tampoco se puede discutir por separado, aunque es verdad que los temas medioambientales son algo más que los problemas energéticos. Respecto a esto sólo haré algunas afirmaciones. No hace falta modificar ningún tratado para tener un mercado común de la energía o un mercado interior de la energía y una política energética común. No hace falta tener que soportar los cortes de gas que soportamos -que no ocurrían en otras épocas- porque 500 millones de consumidores no tienen una estrategia energética común. Por eso a veces digo: No ma-no-se-e-mos más los tratados. ¿Que no se está satisfecho con el Tratado de Lisboa? No importa. Es un problema de voluntad, no de instrumentos. Hay instrumentos. Tercera aproximación, después de la de energía y de la del cambio climático. Tenemos que hacer algo respecto de los flujos migratorios. En el horizonte de 2050, por no quedarme corto, a Europa le faltarán 70 millones de personas en activo -¡70 millones de activos sobre los activos actuales!- ¿Cómo se va a suplir esto? Seguramente va a ser con un mix de políticas, pero con el tratamiento que hacemos de la emigración, o incluso de la relación con el sur del Mediterráneo, digo: esto no tiene solución. Habrá que modificarlo. Tampoco podrá haber 20 o 15 políticas migratorias diferentes en un mercado interior y en un espacio Schengen. Puede haberlas para la inserción en la sociedad correspondiente; pero para las fronteras, para las relaciones con terceros, no.
SEGURIDAD ENEL MANDATO.- Cuarto punto, que tiene interés. Cuando se habla de seguridad en el mandato. [se refiere al que creó el Grupo de Reflexión], se mencionan dos amenazas: terrorismo y criminalidad organizada. Pero nadie preveía que unos meses después íbamos a tener una tensión tan dura como la de Georgia, aparte de que ya entonces no se podía decir que Europa sólo está amenazada por la criminalidad organizada y por el terrorismo. Primero el conflicto de Georgia, después todo el debate habido sobre el escudo antimisiles... Los problemas de seguridad tienen una perspectiva distinta. Y quinto punto, por reducirlo a esto -lo que te regalé antes, te lo cobro ahora-: necesitamos una política exterior y de seguridad que sea la envolvente para conseguir los objetivos, teniendo claro que defendemos intereses. Este discurso de que nosotros defendemos valores es una simpleza; defendemos intereses, que son los europeos, en un marco de valores que son los nuestros. El instrumento es la política exterior y de seguridad. Muy bien. Vamos a tener un alto representante, vamos a tener un Servicio Exterior, el más grande del mundo, vamos a tener más representaciones de la Unión en el mundo que ningún otro país. ¿El alto representante va a dirigir el Servicio Exterior o lo va a coordinar? Es una pregunta importante. El alto representante como vicepresidente de la Comisión -no puedo hablar de los temas institucionales- ¿va a coordinar, con la política exterior, la política de cooperación, que es la más importante del mundo? ¿O eso va a ser una pieza suelta del sistema? ¿Va a coordinar algo de la política comercial para ajustar la política exterior a los intereses comerciales y las políticas de cooperación?
NO ESTAMOS CONDENADOS AL FRACASO.- P. En algunas de sus intervenciones ha pintado un panorama bastante sombrío para nosotros, como los pesiomistas. ¿Cree que estamos condenados a la irrelevancia o al fracaso?
R. En absoluto.
P. ¿Cuáles son nuestras mayores fortalezas y nuestras debilidades? ¿Dónde, cuándo, quién y cómo se define el interés europeo? ¿Qué es el interés europeo?
R. La verdad es que compartimos un espacio público: Europa es un espacio público compartido. Nos cuesta aceptar que un espacio público que se comparte es algo más que la pura suma de intereses de cada uno de los Estados nacionales. El plus que añade Europa es sólo porque se comparte ese espacio público. Por ejemplo, en política energética es una obviedad. Si olvidáramos estas pasiones por los campeones nacionales probablemente avanzaríamos más en un mercado interior de la energía y en una estrategia común de energía. ¿Habría algún beneficio? Sí. La paradoja dentro del pool de preguntas es que una parte de la situación internacional, la más relevante, le está dando la razón a las aproximaciones europeas a los grandes desafíos, aunque éstas sean contradictorias en parte o sean más declarativas que eficientes. Por eso no hay que ser pesimistas. Un ejemplo: nadie duda de que Europa está en la punta de lanza de la reflexión, incluso de los compromisos de lucha contra el cambio climático. Se podrá considerar suficiente o insuficiente, pero no hay nadie que dé más, ninguna región del mundo. Ahora el cambio en EE UU aproxima la posición de la Administración de EE UU a la posición europea. No digo que la haga coincidir, la aproxima, y la conciencia de que tenemos un problema es mucho más generalizada. Es decir, se le da la razón a Europa igual que se le da la razón en que no es posible sostener políticas unilaterales después de la caída del muro, de la liquidación de bloques, etcétera. Tenemos razón. Parece que está empezando a triunfar, lo matizaré, no el multilateralismo, que sería una forma de volver a las tentaciones unilaterales -el multilateralismo puro no es gobernable-, digamos que empezamos a ver una especie de conjuntos importantes que representa bien el G-20.
EUROPA ES UN BUEN LABORATORIO.- Europa es una buena muestra de eso. Ha defendido, contradictoriamente, que no se hagan políticas unilaterales, que el uso de la fuerza es siempre el instrumento último, pero no el instrumento para llevar democracia a los países. Ahora le dan la razón a Europa, pero no sé si Europa se quiere comprometer, una vez que le dan la razón, para corresponsabilizarse en los objetivos, lo dudo. Más bien creo que espera que Obama sea unilateral, pero en la dirección que quiere Europa, no en la dirección que antes era Bush, sino en la que reclama Europa. Estamos en esa paradoja. Europa es un buen laboratorio para experimentar políticas alternativas, de un uso distinto del poder, de una primacía del derecho, de unas relaciones internacionales que se basen en la diplomacia... Pero no estamos en condiciones de corresponsabilizarnos como Unión, que sería uno de los resultados para hacer esto. Así que he pensado -en esto no comprometo al grupo, ni en esto ni en nada, es un grupo de reflexión y hasta que no haya un informe no hay compromiso- hacer como García Márquez con sus novelas: empezar por el final. Decir: éste es el horizonte que tenemos en 2030, el horizonte de tendencia, desde el punto de vista de la demografía, que es uno de los problemas estructurales más serios para el Estado de bienestar en Europa, no sólo desde el punto de vista económico. Éste es el horizonte desde el punto de vista energético... desde cualquier punto de vista. A ese resultado llegaríamos dentro de un contexto mundial: China estaría ocupando un lugar, la India otro, y Europa estaría en este lugar. ¿Qué podríamos hacer para que ese horizonte fuera más favorable a nosotros? Ésa será la estrategia que definirá el informe.
POLÍTICA ENERGÉTICA COMÚN.- P. Ha mencionado que sólo hay un impedimento político a una política energética común...
R. Efectivamente.
P. Dicen que, tradicionalmente, Europa avanzó por el motor franco-alemán. Hemos perdido el motor, se ha perdido el de Alemania, el de Francia... ¿Comparte este análisis? ¿Estamos sin motor?
R. Sí, estamos un poco entre el pasado y el futuro. En los años que participé en el desarrollo de los consejos e impulsé todo lo que pude la profundización europea -y llegamos tarde a Europa porque el caudillo que nos protegía, durante muchos años de dictadura, no permitía nuestra incorporación a Europa-, yo constaté que había una condición necesaria para avanzar, y era que estuvieran de acuerdo Alemania y Francia. Pero esa condición, ya en mi época, no era suficiente. Sólo con la voluntad de Alemania y Francia no funcionaba Europa, aunque convergieran las dos. Eso ahora es mucho más verdad en cuanto a la falta de suficiencia, pero sigue siendo verdad en cuanto a la necesidad de que haya un entendimiento franco-alemán.
DÓNDE ESTÁ REINO UNIDO.- P. ¿Y dónde sitúa al Reino Unido?
R. En la construcción de Europa entró después, a pesar de todo. El Reino Unido -que lleva una política pragmática y además tiene una diplomacia probablemente de las más eficientes que conozco- quizá tiene razón en el enredo actual, aunque no lo expresen en los términos en los que yo lo expresaría: Europa tiene que hacer un gran esfuerzo de devolución, de aplicación de la subsidiaridad, al mismo tiempo que lleva a Bruselas una estrategia energética común. Me parece que una sola política de quesos tiene menos importancia que una estrategia energética común. Por tanto, necesitamos menos personal sanitario controlando el queso que comemos -con reglas comunes ya será bastante- y un poco más de esfuerzo para que el Servicio Exterior que vamos a crear sirva para algo. Hay que hacer, al mismo tiempo, un debate serio sobre qué poder necesitamos en Europa, que añada valor; y qué poderes se han ido acumulando en la historia del acerbo de la Unión que ninguna empresa compleja, y Europa lo es, seguiría teniéndolos ahora. Lo que hay que hacer es un doble ejercicio, pero de verdad. Creo que están pasando algunas cosas. La frase de Kohl, que le costó la cancillería cuando el Tratado de la Unión Monetaria, fue: "Yo quiero una Alemania europea. Nunca más una Europa alemana". ¿Qué ha cambiado de eso? ¿Es que hay alguien que ahora quiera una Europa alemana? No. Lo que ha cambiado es que, en la mejor versión, se han perdido todos los complejos históricos. Alemania es Alemania y defiende sus intereses.
UNA ALEMANIA EUROPEA.- ¿Hay un matiz? A mi juicio, sí. Kohl se jugó la cancillería y la perdió porque quería una Alemania europea. Eso es el pasado, no de ahora, también de mis colegas de tribu ideológica, la generación a la que pertenezco. Alemania pugna en la dirección europea, no niego que tenga derecho, por un puesto permanente en el Consejo de Seguridad. Si estuviéramos trabajando por tener una voz única en el Consejo de Seguridad, a lo mejor avanzaríamos un poco más. Cuando se reúnen los bancos centrales no estamos representados por el Banco Central Europeo, está el Banco Central Europeo y todos los bancos centrales de la zona euro. Y así, suma y sigue. Todo esto se justifica diciendo: "La opinión pública de mi país no aceptaría una solución de esta naturaleza". Lo curioso es que pasa lo contrario. Los ciudadanos europeos, en los estudios cualitativos, dicen: "Lo lógico es que Europa hable con una sola voz, en el G-20, en política exterior, en política monetaria...". Dicen lo contrario. Pero los líderes dicen que los ciudadanos nunca lo aceptarían. Ésta es la paradoja. Como la obsesión franco-alemana sigue, creo que para la Europa a 27, que Alemania y Francia tengan clara la marcha de Europa sigue siendo una condición necesaria, con menos peso relativo, pero cada vez claramente más insuficiente.

JORDI PUJOL, EN ENVIDIABLE FORMA.- No es fácil dejar el poder. Sobre todo cuando se ha ejercido con autoridad y decisión durante 23 años. Hay quien cree que, una vez alcanzado, se convierte en una enfermedad que produce lesiones irreversibles, y es verdad que algunos ex deambulan luego por los aledaños de la política como almas en pena. También cabe observar el caso contrario. Personas que abandonan la cúspide y saben adaptarse provechosamente a un nuevo tiempo dedicado a la reflexión y en ocasiones a la memoria. Esto es lo que lleva haciendo desde hace seis años el ex presidente de la Generalitat de Catalunya y primer presidente electo de la autonomía recuperada, Jordi Pujol. A sus 79 años, mantiene una forma envidiable y una intensa actividad desde la fundación que lleva su nombre. Arrancando tiempo a sus numerosas conferencias y viajes, Pujol ha dictado sus memorias, de las que acaba de ver la luz el segundo volumen, titulado Tiempo de construir (editorial Destino, en castellano; Proa, en catalán), que abarca el periodo de actividad más intensa de su vida política, los años entre su llegada al Palau de la Generalitat en 1980 hasta 1993, momento en que su coalición, Convergència i Unió, se convirtió prácticamente en parte de la mayoría parlamentaria que permitió a Felipe González prolongar su presidencia hasta 1996.
UN PAÍS CON PEOR IMAGEN.- "No nos hemos gustado ni hemos gustado al resto de España" "El 23-F se hizo contra Cataluña, contra el sistema autonómico" "Últimamente, todo el sistema institucional se ha deteriorado" Usted ha hecho en cierta forma de "relaciones públicas de Cataluña". Tal como refleja en sus memorias, se ha dedicado a explicar Cataluña por el mundo.
Sí, pero Cataluña, para estar presente en el mundo, ha de poder presentar un país con buena imagen. Y ahora hemos perdido imagen. Y también autoestima. La verdad es que no nos hemos gustado y que no hemos gustado al resto de España. Y si España se autoanalizara, creo que tampoco debería gustarse. Ella misma debiera hacer autocrítica. Así pues, para presentarse fuera y que el país sea aceptado y valorado, ha de poder hablar en términos políticos, económicos, culturales y de mensaje positivos. Cuando nosotros decíamos que queríamos ser una nación dentro de España y que queríamos ayudar a que España prosperara; cuando decíamos que habíamos iniciado la revolución industrial, que éramos la primera economía de España, el país que había invertido más en el extranjero y el que exportaba más, nos lo compraban; cuando hablábamos de nuestra lengua y de nuestra cultura, y de Gaudí, Casals, Tàpies o Dalí, pues nos lo compraban.
En su libro hay una cierta decepción a muy distintos niveles: en la relación con España, pero también respecto al clima político español, e incluso a la construcción europea...
¿Europa? Mire lo que dice esta portada de The Economist. Dice: "Ocho años perdidos, dos tratados inútiles, ignorados por China y América, pero aún la economía más grande del mundo. Necesitamos a alguien que por favor despierte a Europa". Esto dice The Economist. Yo soy europeísta desde los 16 años, pero ante esto me tengo que sentir obligadamente algo decepcionado.
SITUACIÓN DECEPCIONANTE.- Todos los niveles políticos que usted analiza están ahora en una situación absolutamente decepcionante.
Se podría interpretar así. Pero en todos ellos hay capacidad de reacción. Por ejemplo, en el caso de Cataluña tenemos una tradición económica sólida con, en estos momentos, una considerable capacidad de innovación; una voluntad y una experiencia de apertura internacional; sentido de identidad, voluntad de ser, buen nivel cultural, una tradición de buena convivencia; una experiencia positiva de ascensor social..., y hemos tenido y tenemos, pero con necesidad de reforzarlos, nuestros viejos valores de trabajo y esfuerzo personal. Y, por su parte, Europa, pese a todo, sigue siendo una cultura, una economía y un modelo social muy estimables. De muy alto nivel mundial.
En su libro leo una expresión que me ha parecido muy fuerte: "Cataluña como estorbo". No sólo es un estorbo para España, sino para Roma, para Europa...
Para Europa no lo digo, porque no lo es. En cuanto a Roma, lo que hay es que están muy preocupados por la influencia de España en Suramérica. También sucede con Francia, esa Francia tan laica, pero que llaman la hija mayor de la iglesia. Los franceses a menudo se han comportado negativamente hacia Roma, se han aliado con los turcos, con los protestantes alemanes, etcétera. Pero siguen siendo "la fille aineé de l'Eglise".
UNA CIERTA DECEPCIÓN.- Creo observar en su libro una cierta decepción acerca de cómo van las cosas ahora, y la sensación de que los catalanes molestamos; que incluso la lengua catalana molesta.
Desde el siglo XV, pero sobre todo clarísimamente desde el siglo XVI, los Estados europeos grandes, los que se consolidan, que son España, Francia, Gran Bretaña e incluso países menores como Suecia (Alemania, no; estaba destrozada), se dedican a consolidar su territorio y a asimilar todo lo que hay dentro que no responde al núcleo central original. Los franceses, que habían destruido la cultura occitana y que habían conquistado Bretaña poco antes, se dedican a afrancesar Bretaña y a eliminar el flamenco y el vasco, y a partir de 1659 se dedican a eliminar el catalán. Es una constante. Gran Bretaña, a su manera, diferente, también. Dentro de Europa, lo que mejor resiste somos nosotros y los vascos. Y por supuesto, los flamencos. Pues sí, es verdad, hay una voluntad por acabar con lo que llaman la anomalía catalana. Y una de las características del momento actual es que hay gente en España que piensa que ahora podrían acabar con esta anomalía. Cataluña tiene una gran capacidad de resistencia positiva y creativa, pero, al ser un país de paso, se consolida más difícilmente que otros, como Asturias o País Vasco. Cuesta más mantener la propia identidad. Somos un país de gran inmigración, de demografía débil, también en la Edad Media; un país que nace en un espacio muy estrecho. Si no llega a haber la boda entre nuestro conde y la princesa aragonesa, Cataluña tal vez acabaría en La Panadella.
Casi un corredor del Mediterráneo...
Con Lleida, el Pirineo, Tortosa, el Pallars... No es un corredor mediterráneo. Es una nación, y llegado el caso, fue un Estado muy pero que muy viable. Un Estado muy entero. De mucho peso en Europa durante más de dos siglos. Los franceses, desde el siglo IX, se proponen recuperar todo lo que había sido de Carlomagno. En el juramento de Hugo Capeto, el fundador de la dinastía, se nombra lo que poseía. La idea es clara: él ha de ser rey desde Brujas hasta Vic y Barcelona. Más tarde, los franceses renuncian a Barcelona, pero los Pirineos son una obsesión constante. Cuando nosotros hacemos una expansión hacia el norte, nos encontramos con una respuesta contundente.
LOS CATALANES MOLESTAN.- ¿Por qué molestan los catalanes?
Porque tenemos un concepto de España distinto. No encajamos en el concepto primigenio de España, que es radicalmente castellano. Y ya sabe que valoro mucho lo castellano. Pero lo catalán es distinto. Creo que en mis memorias lo explico bien.
Hay muchas cosas que no explica en el libro, muchas. Por ejemplo, cómo hace y deshace los gobiernos...
Una biografía o memoria, o tiene 4.000 páginas o no se puede explicar todo. Y ni así. Mire las memorias de Churchill. No lo explica todo. Ni Roosevelt. No puedo explicar el detalle de las cosas. Son 23 años de gobierno. Además, dedico algunas páginas a temas no estrictamente actuales, aclaraciones históricas, reflexiones sobre el oficio de político Total, que 800 páginas (al final serán 1.200) son pocas.
Me he quedado con las ganas de saber cómo se hacen y deshacen los gobiernos...
Pues, en parte, como se puede. Menciono una conversación con Calvo Sotelo. Me dijo que hay gente que piensa que los presidentes pueden hacer lo que quieren y hacerlo todo. Añadió que, como él y yo bien sabíamos, los presidentes hacen lo que pueden.
Usted reivindica el presidencialismo.
Con limitaciones, pero sí. Y la tradición de la moderna Generalitat ha sido presidencialista.
LOS CONTRAPODERES.- No le gustan los contrapoderes.
En la sociedad y en el mundo económico suele haber contrapoderes. Una constitución suele crear contrapoderes. Y el Ejecutivo, presidencialista o no, los tiene: el Parlament, el Tribunal Constitucional, el Consejo Superior de Justicia. Y además, los contrapoderes económicos y mediáticos, que no siempre están claros.
Thomas Jefferson dijo que prefería este poder mediático al propio poder ejecutivo.
Lo dijo. Pero dicho así es un error. Los dos son necesarios. Sin un buen poder ejecutivo, un país va mal. Pero en el caso de Jefferson, además, tiene algo de incongruente. Dijo esto, pero declaró una guerra internacional (la Barbarian War de principios del siglo XIX), sin informar ni al Congreso ni, por supuesto, a la prensa.
EL ESTATUT.- Hablemos del Estatut.
En cierto sentido, esto es agua pasada. Los errores, no unilaterales, los engaños y las manipulaciones que ha habido son agua pasada. Digo en cierto sentido porque alguna reacción habrá. Y puede que seria. Y quedará un gran poso negativo, que influirá negativamente en el futuro. Y habrá habido una quiebra seria en la que podrían haber sido valores compartidos. Y naturalmente habrá que reemprender la marcha. Pero, ¿cómo? Desde Cataluña, confiando más en el propio esfuerzo que en la comprensión ajena. Afortunadamente, seguimos teniendo activos.
¿Y si del Constitucional sale una sentencia aceptable?
La sentencia será la que ha pronosticado Victoria Prego. Y a la que también apuntan las alegaciones del Abogado del Estado, supuestamente defensor del texto aprobado por el Congreso, por el PSOE y por el Gobierno. Será, según frase afortunada de Victoria Prego, una "castración química". No cien por cien traumática, ni espectacular ni dolorosa, pero efectiva.
¿Es usted pesimista, entonces?
Ver las cosas con realismo no conduce necesariamente al pesimismo. O no debe. Debe conducir a hacer recuento de las propias fuerzas y ver cómo se utilizan. Cataluña ha tenido que hacerlo en alguna ocasión. Recientemente y en su historia antigua. Y hasta el día de hoy siempre se ha recuperado. Y lo cierto es que dispone de buenos activos para ello.
AL MARGEN DE LA POLÍTICA.- ¿Qué arreglo tiene esto ahora?
Para responder más cabalmente a su pregunta, debo decirle que la superación, difícil, de esta situación pasa en gran medida por la política. Es sabido que yo, de unos años a esta parte, estoy al margen de la política y, en cambio, más bien escribo y hablo sobre esto que he decidido llamar el IVA (Ideas, Valores, Actitudes). Un país que no tenga ideas claras sobre lo que es, lo que pretende ser, lo que puede ser y lo que no puede ser, no tendrá éxito. Un país que no tenga convicciones profundas y valores sólidos más sólidos que líquidos no resistirá ni progresará. Un país que no tenga actitudes positivas y constructivas, y de confianza, tampoco saldrá adelante. A esto me dedico.
¿Y la política?
Por supuesto que sin buena política un país tampoco triunfará. La política necesita un poso importante de calidad y de IVA. Siempre. Y se puede decir que esto es lo primero. Pero cuando la situación está muy deteriorada, y en Cataluña lo está, la política tiene una particular importancia. Es lo más importante. Porque tiene especial capacidad de actuar sobre las urgencias. Y en Cataluña ahora hay urgencia.
DETERIORO DE DIFÍCIL REMEDIO.- ¿No se sintió nunca limitado por la política catalana? ¿No pensó nunca en aquella lamentación de Francesc Cambó sobre la injusticia de sentirse preparado y no recibir nunca el encargo? Usted y algunos de sus colaboradores estaban perfectamente preparados, pero no pudieron o no tuvieron la oportunidad de dirigir y representar al conjunto de España. ¿O quizá ya le parece bien tal como han ido las cosas?
No olvide que yo recibí el encargo de ser presidente de la Generalitat, que para un catalán es el honor y la responsabilidad mayores. Por otra parte, creo que la intervención de CiU en general, y muy especialmente de Miquel Roca i Junyent, ha sido de efectos más importantes que los que tuvieron la Lliga y el propio Cambó. Y esto ha continuado así hasta hoy mismo. Que conste que no se pueden hacer comparaciones, porque los tiempos son distintos.
Usted cuenta en su libro que se ha agrietado el doble proyecto catalán de contribuir a la consolidación española y de obtener el reconocimiento por parte de España. ¿Por qué? ¿Qué hemos hecho mal unos y otros?
Sí, se ha deteriorado de forma que ahora no es operativo y que parece de difícil reparación. Simplemente lo constato.
SEPARAR LO POLÍTICO Y LO RELIGIOSO.- Y la acción política nacionalista hoy, ¿tiene suficiente visión de país, como usted pedía? ¿Hay programa? ¿Hay emoción?
CiU, que es una fuerza política nacionalista, ha tenido y aplicado un proyecto de país durante muchos años con buen resultado. Creo que lo sigue teniendo y que lo volverá a aplicar con buen resultado si puede gobernar. Lo que sucede a Convergència i Unió y a todo el mundo en general en Cataluña es que los buenos proyectos y los discursos positivos quedan ahogados en un ambiente poco propicio. Es como si una orquesta que desafina y muy ruidosa ahogara la buena voz de un buen tenor, o que a Messi se le hiciese jugar en un campo con hoyos y un mal césped.
En algún momento usted deja entender que hubiera debido ser más activo respecto a la Iglesia católica en Cataluña, incluso insinúa que debió intervenir más.
No. No debía intervenir más. Siempre he sido partidario de separar el campo político del religioso. Pero quizá hubiera sido bueno que la acompañase más. De todas formas, para acompañar a alguien es necesario que se deje acompañar.
LENGUA PARA LA CONVIVENCIA.- También sostiene la necesidad de mantener tanto la lengua catalana como la convivencia. ¿Nos hemos pasado en Cataluña en algún momento, aunque sólo sea un milímetro, con las leyes lingüísticas? ¿En algún momento la convivencia ha estado en peligro?
No. Ha sido una política muy poco coercitiva. Lo único que hace es pedir un cierto esfuerzo al conjunto de la población, catalanohablantes y castellanohablantes, y en ningún momento la convivencia ha estado en peligro. Ha habido incluso mejor convivencia y mejor clima en Cataluña que en algunas zonas de España cien por cien castellanohablantes. En general, todos los catalanes, catalanohablantes o castellanohablantes hemos actuado con sensatez y voluntad de convivencia.
¿Tiene la percepción de que CDC, como sucede con Cataluña, es también un partido que molesta?
Sí, porque es una pieza que no encaja en la idea hegemónica que hay en España de lo que debe ser el Estado ni tampoco en la división izquierda-derecha, que es la preferida del mundo político español y en parte del catalán.
Aquí nos cuesta construir instituciones. También sucede con los partidos. ¿No son quizá demasiado personales y con sucesiones difíciles?
La sucesión en Convergència se ha hecho bien. Bien en sí misma y bien si la comparamos con las que en su momento hubo en el PSOE, en el PP, en ERC y en el PSC.
SE HA DETERIORATO EL SISTEMA POLÍTICO.- Los Juegos Olímpicos ocupan un lugar importante en su libro. Usted lo tenía muy claro. Pero todo el mundo entendió que entre usted, su familia, su partido y las juventudes de su partido se jugaba con dos barajas. ¿Cómo juzga todo esto a 20 años vista? ¿Cree que habría suficiente consenso ahora para celebrar unos Juegos en Barcelona?
La actuación de Convergència i Unió y el Gobierno de la Generalitat en el tema de los Juegos Olímpicos fue ejemplar. Puedo discutirlo con quien sea; no hubo doble juego por parte de nadie. El apoyo fue sin reservas, y las condiciones de tipo lingüístico y simbólico que planteamos fueron cumplidas por los organizadores, aparte de una pequeña travesura de Maragall que ya explico en mis memorias. Pero en general no tengo nada que objetar. Lo que sí hicimos fue aprovechar el escaparate de los Juegos para hacer visible Cataluña como país, pero todo ello de forma que no perjudicase el éxito de los Juegos ni la imagen de Barcelona o Cataluña.
Usted cuenta cómo visitaba con total normalidad a los presidentes del Tribunal Constitucional cuando lo presidían García Pelayo o Tomás y Valiente. Ahora no podría hacerlo. ¿Qué ha sucedido para que se haya llegado al punto en que estamos ahora?
En realidad, últimamente todo el sistema político e institucional español se ha deteriorado, y el Tribunal Constitucional, de lo que más.
EL23-F CONTRA CATALUÑA.- ¿El 23-F se hizo por y contra Cataluña?
No sólo, pero también por Cataluña y contra Cataluña, y contra un sistema autonómico que realmente fuese un sistema de autogobierno. La Loapa es hija del 23-F. Aunque ya se insinuaba antes.
En la primera votación a la investidura de Calvo Sotelo, CiU votó en contra. Luego llegó el 23-F. En la segunda, el voto de CiU fue a favor. ¿No hubo en este cambio de voto algo de arrepentimiento?
No. Fue por sentido de responsabilidad, que por lo visto hemos tenido mucho más que muchas fuerzas políticas españolas. Y sinceramente le diré que me sorprende la pregunta porque, si el ejercicio de la responsabilidad debe atribuirse a debilidad, a complejo de culpabilidad o a cualquier otra razón negativa, se hará un mal servicio a la calidad de la política.
¿Sigue recibiendo Cataluña un tratamiento financiero injusto?
Todo da a entender que sí, porque finalmente el acuerdo es confuso, impreciso y deja para más adelante concretar debidamente. Y por cierto, que todo parece indicar que en los próximos presupuestos algún punto fundamental ya no se va a cumplir. Pero habrá que esperar un tiempo probablemente no breve para ver en qué ha quedado definitivamente el acuerdo. Hay demasiada letra pequeña sospechosa.
SOY UN ADMIRADOR DE ESPAÑA.- No es ésta la sensación que hay en el resto de España. ¿Cataluña como perdedora de la Guerra Civil? También se sienten perdedores muchos otros españoles. ¿Perdedora en el reparto de recursos? Es la paradoja del vampiro vampirizado. Se presenta a Cataluña como un chupasangre y los catalanes están convencidos de que son los otros los que la chupan. ¿Cómo se resuelve esto?
Quiero advertirle de que yo he expresado muchas veces, y lo digo repetidamente en mis memorias, que soy un admirador de España. Lo que pasa es que quiero estar en España a través de mi catalanidad. Y esto se pone cada vez más difícil. Sucede que en España, en algunos aspectos muy fundamentales, hay una idea de difícil aceptación y creo sinceramente que no es positiva. Por ejemplo, desde Cataluña se ha hablado de la necesidad de un desarrollo global de España que superase los viejos y graves desequilibrios territoriales que había. Desde Cambó hasta la izquierda catalana de la República, y luego hasta hoy mismo, no solamente el discurso, sino los votos parlamentarios de los partidos catalanes, también de los más nacionalistas, han ido en esta dirección. Son documentos que están al alcance de todo el mundo. Pero la respuesta a esto es que en España ahora domina mucho aquella idea que varias veces me han expresado, a veces con gracejo, otras veces broncamente, pero siempre desagradablemente, que es: "La solidaridad sólo hay que practicarla con los bienes ajenos". Y los catalanes entendemos lo que esto significa. O bien, por ejemplo, cuando se insiste una y otra vez en que el castellano está en peligro de desaparecer de Cataluña. Esto es un monumento o a la ignorancia o a la mala fe. Me sorprendió el otro día leer que algunos miembros del Tribunal Constitucional temen que Cataluña se convierta en un país monolingüe catalán. Produce sonrojo. Que cojan el AVE y se pasen tres días en Cataluña.
HURGAR EN LA MEMORIA.- Hurgar en la memoria puede ser doloroso. Sobre todo cuando se rememoran hechos polémicos o momentos conflictivos. La querella sobre Banca Catalana, por ejemplo. ¿Ha sido dolorosa esta incursión en la memoria que hace en el segundo volumen? ¿Cree que todavía quedan cosas por aclarar o da ya por definitiva esta versión de los hechos?
Mi actitud en el tema de Banca Catalana y de la querella es la del pañuelo en la mesilla de noche. Es bueno que yo piense poco en ello y que lo tenga olvidado en mi vida particular y sobre todo en mi vida pública. Tenerlo muy presente no me hubiera ayudado ni me ayudaría ahora a actuar correctamente. Creo que he demostrado que así lo he hecho cum laude. Lo digo con toda convicción. Pero en las memorias tenía que explicarlo de la forma más comedida que he sido capaz.
Usted ha sido empresario de prensa, patrono público y privado y en algún aspecto incluso periodista o en todo caso articulista. Pero no parece confiar mucho en este oficio. ¿De dónde viene esta relación tensa y conflictiva?
Esta relación que usted califica de conflictiva no es general. Es posible que haya algunos motivos para ello y también es posible que en parte sea culpa mía. Creo que ahora mi relación con la prensa es buena, quizá porque estoy retirado. Ya conoce aquel refrán castellano: "Dios te libre del día de las alabanzas".
EL NACIONALISMO.- Hablemos algo más de las connotaciones negativas del nacionalismo. ¿De verdad somos todos nacionalistas? ¿Es un estado natural?
Sí, todo el mundo quiere ser lo que es. Es legítimo y positivo. Simplemente hay que saber que, además, existen "los otros", a los que hay que respetar y, si es necesario, ayudar. Pero tanto en el orden personal como en el colectivo nacional, social, religioso, cualquier tipo de identidad-, la gente tiene derecho a conservar su identidad, su personalidad propia, y a desarrollarla. A realizarse desde su propia manera de ser.
Da la sensación de que éste es un libro de defensa del balance biográfico, político y de gobierno, más que unas memorias en las que se abre y se sincera con los lectores. ¿Es así?
Es un libro que intenta ser honesto. Reconoce fallos, defectos y errores, a pesar de que sé muy bien que tiene razón aquel amigo mío que me dice: "No reconozcas nunca tus fallos. De eso ya se encargan tus adversarios". Pero yo lo hago. Hay varios ejemplos de eso en mis memorias.
EL SOCIALISMO CATALÁN.- Al final de las cuentas, el adversario más diáfano que sobresale en todo este combate político es el socialismo de Sant Gervasi, es decir, la gente y, en el fondo, las ideas más cercanas a las suyas. ¿Qué explicación tiene? ¿No serán en cierta forma problemas como los que tienen todas las familias?
También digo en el libro que, sin el socialismo de Sant Gervasi, o más exactamente sin el socialismo de raíz también catalanista que se da en Sant Gervasi y en muchos otros sitios, no hubiera existido el PSC. Hubiera existido otra cosa. No mejor, probablemente peor. El PSC también es un activo de Cataluña. Lo que sí digo en mis memorias es que siento especial interés y consideración no tanto por el socialismo del Baix Llobregat como por la sociedad del Baix Llobregat, que entre otras cosas ha dado origen a una determinada versión socialista.
Según cuenta en el prólogo al primer volumen, temía caer en algunos errores que definió de forma precisa. Quisiera preguntarle acerca de ellos. ¿Se ha colgado alguna medalla de más, además de las muchas que le corresponden? ¿Ha saldado alguna cuenta con terceros? ¿Ha sido objetivo? ¿Ha herido a alguien innecesariamente?
Esto es muy subjetivo. El lector puede tener su opinión y yo la mía. En todo caso, he explicado las cosas como las he vivido sin cargar las tintas. En varias ocasiones las he suavizado.
SANTA COLOMA Y EL PALAU.- ¿Cómo cree que afectarán a la moral pública y al compromiso de los catalanes con sus instituciones los recientes casos judiciales de Santa Coloma de Gramenet y del Palau de la Música? ¿Y a la imagen de Cataluña?
No son hechos positivos, por supuesto. En ningún sentido. Ni para la imagen de los políticos ni para la de Cataluña. Pero creo que para hablar seriamente de ello hay que esperar a conocer mejor de qué se trata. En el momento de contestar estas preguntas no lo sabemos. Y luego habrá que situar estos casos en un marco más general, español y europeo. Y creo que no es el momento de hacerlo, ni yo la persona adecuada. Y personalmente me sabe mal no hacerlo. Quizá habrá un momento más adecuado para ello. Más adelante.
Usted en sus memorias apenas menciona los escándalos económicos y políticos que se produjeron durante sus 23 años de responsabilidad de gobierno en Cataluña. En realidad sólo habla de un caso que terminó en total exculpación de su consejero. Pero hubo otros en los que sucedió lo contrario. ¿Tendría algo que añadir ahora a su segundo volumen?
No hay sólo una total exculpación. Hay varias, entre consejeros y directores generales. Y el único consejero condenado lo fue por hechos acaecidos totalmente al margen de su acción de gobierno. Todo ello a pesar de que realmente hubo muchos intentos de culpabilizar a la Administración. Y ahora sobre este particular no tendría nada que añadir.
QUIÉN ES PRENAFETA.-Queda claro en sus memorias que Lluís Prenafeta fue un personaje decisivo en los primeros años de su instalación en la Generalitat. Pero pronto adquirió la fama de un poder en la sombra al que se le atribuían todas las conspiraciones y manejos. El lector de sus memorias echa en falta un retrato más cercano del personaje, de sus virtudes y también, claro está, de sus defectos. ¿Cómo es Prenafeta? ¿Qué piensa de su actual inculpación por el juez Garzón?
En mis memorias hablo bien de Prenafeta. Como persona y de su actuación en el departamento de Presidencia. Y en ello me reitero. Por otra parte, no olvide que Prenafeta no está en la Generalitat desde hace 19 años. Y por supuesto que celebraría que este asunto se resolviese favorablemente para él. Espero que así sea.

No hay comentarios: