sábado, 6 de febrero de 2010

CAUTA ACOGIDA DE LA REFORMA LABORAL. DIVISIÓN DE OPINIONES. EN QUÉ CONSISTE, QUE POSIBILIDADES ABRE

CAUTA ACOGIDA DE LA REFORMA LABORAL.- La acogida dispensada al anuncio de reforma laboral aprobada el viernes por el Gobierno y expuesta a los dirigentes sindicales y patronales por el presidente Zapatero ha merecido, en las horas siguientes, una desigual acogida en los medios informativos. Mientras algunos se centran en explicar el contenido de la reforma, y expresan algunas dudas o incertidumbres que deberán resolverse en la negociación, otros la descalifican de antemano. Por ejemplo, dice El País que el plan de reforma laboral apenas recoge medidas concretas, si bien Trabajo propugna más contratación a tiempo parcial, reducción de jornada en lugar de ir al paro y penalizar la temporalidad. En cambio, desde ABC e extiende la idea de que Zapatero cede a la amenaza sindical y lanza una reforma laboral blanda. Una propuesta insuficiente para CEOE y que, según CCOO elude los puntos conflictivos. También en El Mundo hay `parecidas sospechas: El Gobierno no se atreve a presentar su reforma laboral, que califica de líneas generales para el diálogo. También La Razón habla de “reforma Light”, y de plan de empleo genérico para evitar enfrentamientos. “Reforma blanca” es la consideración que merece, también, a La Vanguardia, esta “lista de propuestas genéricas, y señala que patronal y sindicatos acogen el documento del Gobierno con un cauto optimismo. Más severa es la consideración de La Gaceta, que apunta a Sindicatos y patronal como “cómplices en una farsa”. Dice, además, que el presidente compareció en la Moncloa a la desesperada. En fin, relata Público que los agentes sociales recibieron favorablemente la batería de propuestas del Gobierno, destacando, a renglón seguido, que el borrador descarta el contrato único, penaliza la temporalidad y promueve igualdad salarial y trabajo a tiempo parcial…

DOS BANDOS CONTRARIOS.- En resumen, cauta acogida. En realidad, hubiera sido imposible que, tras tan larga espera y dadas las posiciones encontradas de sindicatos y patronal, el texto les hubiera complacido y hubiera satisfecho por completo las aspiraciones de ambas partes. A lo sumo, el proyecto de reforma permitirá, cabe esperar, que los interlocutores sociales avancen o retrocedan en cada uno de los aspectos que plantea el proyecto, que, en todo caso, tiene claro que –como lo describe El País--, se trata de reformar un mercado de trabajo ineficiente, un tanto pícaro y obsoleto sin menoscabar los derechos de aquellos que tienen empleo y sin colocar en situaciones incómodas a empresarios y sindicatos. Casi un milagro. En el centro de la reforma, los jóvenes de entre 16 y 24 años y la temporalidad. Pero si los objetivos están claros, los instrumentos para alcanzarlos están menos definidos. Las medidas que propone el Gobierno, distribuidas en cinco grupos (jóvenes, colocación, modalidades de contratación, jornada laboral y freno al absentismo), no afectan a las indemnizaciones por despido. Zapatero afirma que el objetivo de la reforma es "crear más trabajo" y hacerlo cuanto antes. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró al presentar las líneas básicas del proyecto que el principal objetivo de la propuesta de reforma laboral del Ejecutivo es "crear más trabajo" y hacerlo cuanto antes, porque ésa es, según Zapatero, la "gran demanda" de los españoles. Se trata, según el documento distribuido el viernes, de "reducir la dualidad, la segmentación y la temporalidad del mercado de trabajo"; aumentar las oportunidades de empleo y aumentar la flexibilidad interna de las empresas. Pero en modo alguno podía esperar nadie que viniera a resolver, de golpe y por arte de magia, las carencias que ofrece un mercado que todos quieren reformar. Pero cada uno a su modo, y en función de sus propios intereses…

LAS PRINCIPALES PROPUESTAS.-
- Promoción de contratos indefinidos. Se examinará la forma de que las empresas utilicen el llamado "contrato de fomento de la contratación indefinida" que se pactó en el año 1997 con los agentes sociales y que prevé una indemnización por despido de 33 días por año trabajado. Sólo un 17% de los contratos actuales responden a esta modalidad. "No entra en las intenciones del Gobierno poner en cuestión la regulación actualmente vigente" del contrato indefinido ordinario, precisa el documento.
- Trabas al encadenamiento de contratos. Se tratará de delimitar en qué casos se puede contratar de forma temporal y en qué casos no. Las empresas que más recurran a la temporalidad tendrán que asumir más costes en forma de mayores aportaciones al sistema de protección del desempleo.
- Más inspecciones. Habrá más inspecciones de Trabajo para controlar la contratación temporal injustificada o realizada en fraude de ley. Además, habrá una distinción más clara entre los despidos por razones disciplinarias y los despidos por causas económicas. Se aclarará la confusión actual entre lo que son despidos procedentes e improcedentes. El creciente recurso al despido que se reconoce por las empresas como improcedente" señala el Gobierno "ha provocado el efecto de descausalizar y, por ello, facilitar un buen número de despidos". Y además, añade, ha hecho parecer como normal una indemnización, la de 45 días por año, que "sólo es de aplicación a los despidos o extinciones laborales de carácter injustificado".
- Más empleo joven. El gran objetivo es el colectivo de entre 16 y 24 años. Y dentro de él, aquellos que carecen de cualificación o estudios. Habrá contratos de formación que generarán derecho a cobrar el desempleo. Y un programa extraordinario para muchachos de hasta 24 años en paro en el que tendrán un papel destacado los convenios con las comunidades autónomas.
- Más contratos a tiempo parcial. Habrá mejoras en la normativa de este tipo de contrato. La razón: en España apenas se utiliza mientras que en otros países llega al 30% de los trabajadores. Habrá dos modalidades: un contrato con horario fijo y otro con flexibilidad para organizar la jornada. La reforma se acompañará con una mejora del régimen de protección social y "posibles" incentivos, que no se detallan, a las empresas que los hagan posibles.
- Menos jornada y menos despidos. Alemania es la inspiración. La idea es fomentar el uso de la reducción de jornada, de forma que en casos de dificultad en la empresa, no haya que recurrir al despido Se flexibilizará el umbral de horas que da derecho a percibir el paro. Asimismo se contempla un procedimiento de Expedientes de Regulación de Empleo suspensivos (no de extinción de contrato) más rápido, aunque sin disminuir el control. Las empresas tendrán más bonificaciones en las cotizaciones a la Seguridad Social por los trabajadores afectados por regulaciones temporales de empleo.
- Revisión de bonificaciones a la contratación. Suponen un coste de 3.000 millones de euros al año y han perdido eficacia, según el Gobierno, porque prácticamente se han universalizado. Por ello, se revisarán para dirigirlas a los colectivos con mayores dificultades para encontrar empleo: jóvenes, discapacitados y víctimas de violencia de género.
- Flexibilidad en la empresa. El Gobierno explica que la negociación colectiva en España presenta importantes problemas, entre los que cita la atomización, la falta de cobertura por los convenios de entre el 15% y el 25% y la pobreza de acuerdos que sólo se centran en salarios y jornada. Por ello, el Ejecutivo insta a profundizar en aspectos como la movilidad, la adaptabilidad y la productividad.

NUEVAS RELACIONES LABORALES.- Con las medidas mencionadas, El Gobierno confía en solucionar los graves problemas que arrastra el mercado laboral español, caracterizado -tal y como recoge el documento- por "una capacidad muy alta de empleos "una muy alta flexibilidad en la salida del mercado de trabajo" en situaciones de crisis como la actual. En el ideal que recoge el documento del Gobierno publicitado ayer, todas las medidas mencionadas facilitarán "unas nuevas relaciones laborales" que garantizarán "igualdad de trato para todos y el fomento de la búsqueda de nuevas oportunidades". Para todo ello se precisa modificar la situación actual, caracterizada también por una escasa inversión tanto pública como privada en formación. Esbozadas las líneas de discusión y de debate con los interlocutores sociales, el Gobierno confía, además, en un repunte de la actividad de la economía para aliviar la situación del mercado laboral.

FÓRMULAS FLEXIBLES.- El diario El Mundo proporciona hoy otra consideración oportuna sobre el borrador de la reforma, con la firma de Juan Emilio Malillo. Empieza diciendo que “el documento para la reforma laboral puesto sobre la mesa el lunes por el Gobierno no ofrece medidas concretas, pero sí permite atisbar que pretende potenciar las fórmulas más flexibles dentro de un sistema muy rígido. El documento viene presentado en forma de preguntas-respuestas:
- ¿Qué lleva al Gobierno a lanzar esta propuesta ahora?
- Zapatero se comprometió a ello el pasado diciembre. Además, la constatación de que la sangría del paro continúa y que los mercados internacionales han empezado a dudar de la capacidad de España para salir de la crisis han forzado al Gobierno a realizar un gesto.
- ¿Qué objetivos se marca el Ejecutivo?
Plantea cinco grandes ejes de actuación. Favorecer la creación de empleo y reducir el paro; disminuir la dualidad y segmentación entre contratos indefinidos y temporales; generar mayor empleabilidad a los parados; aumentar la flexibilidad interna de las empresas, y un programa extraordinario dirigido a jóvenes, cuya tasa de paro es del 40%. Sin embargo, no ofrece concreción sobre ninguno.
- ¿Por qué el documento ha recibido un visto bueno inicial de empresarios y sindicatos?
La ambigüedad del Gobierno en muchas de las propuestas permite que todos se consideren satisfechos, ya que muchas de sus pretensiones quedan recogidas en el mismo. Por ejemplo, la palabra despido apenas queda recogida seis veces en los 13 folios de medidas.
- ¿Se bajará el coste del despido?
Ni sí ni no. El Ejecutivo afirma que no eliminará el contrato con indemnización de 45 días por año trabajado. Pero sí señala que buscará fórmulas para que el más barato de 33 días de indemnización y un máximo de 24 mensualidades (por 42 del otro) se extienda a más personas. Es una forma indirecta de rebajar el coste de los ceses.
- ¿Se tocarán otros elementos relativos a las restricciones de contratos fijos?
El texto habla de abrir una reflexión que permita una separación más clara entre despidos procedentes e improcedentes cuando hay causas económicas. E incide en que la indemnización de 45 días se toma como referencia inicial a la hora de aplicar ajustes en las empresas y negociarlos con los trabajadores, lo que permite atisbar que al Ejecutivo le gustaría reducirlo. Aún así, la posición de fuerza de los sindicatos y la endeblez del Ejecutivo no augura demasiados cambios.
- ¿Se aportan ideas para rebajar la contratación temporal?
El Gobierno constata que en España el contrato temporal ocupa el lugar que, en muchos casos, correspondería a otras figuras, como los periodos de prueba de un empleo fijo, los contratos a tiempo parcial, el contrato de formación o las medidas de flexibilidad interna.
- ¿Se penalizarán los contratos temporales?
Sí. Aunque no se sabe cómo. El documento habla de adoptar medidas que "racionalicen" el uso de la contratación temporal y desincentiven su uso injustificado por parte de los empresarios.
- ¿Tendrán mayores costes las empresas que generen más precariedad?
Es posible. El Ejecutivo se decanta por valorar el establecimiento de tipos de indemnización adicionales para estos contratos y por hacer pagar más cuotas por desempleo a las empresas que tengan más empleados temporales. Lo apunta porque ha constatado que el mayor coste para el sistema de protección por desempleo proviene de pagos a trabajadores temporales. Se insinúa, asimismo, la implantación de una especie de sistema de bonus/malus que rebaje las cuotas por desempleo a las empresas que aporten más estabilidad a sus empleados y a la inversa con quienes hagan más contratos precarios.
- ¿Deberán justificar mejor las empresas el recurso al contrato de obra?
El Gobierno quiere que exista una mayor causalidad en la contratación temporal y, en particular, en los contratos por obra o servicio. Incide en la relación que hay entre una empresa subcontratada para hacer unos servicios por un tiempo determinado y el contrato por obra que tienen los empleados de esa subcontrata.
- ¿Mejorará la regulación del contrato a tiempo parcial?
Sí. Se habla incluso de implantar ayudas para las empresas que hagan estos contratos y den un horario fijo a su empleado que le permita conciliar mejor su vida laboral y familiar.
- ¿Podrá el sector privado ayudar al Inem a recolocar parados?
Es otra posibilidad que admite el Ejecutivo, pero su servicio deberá ser gratuito y preservar una parte de las colocaciones a colectivos de difícil empleabilidad.

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