sábado, 31 de julio de 2010

ZAPATERO SIGUE CONFIANDO EN LOS NACIONALISTAS, RAJPOY HACE SU PROPIO BALANCE-CONTRABALANCE, NI UNA MENCIÓN AL "GOLPE DE ESTADO<" DE CAMPS EN L CAMPAÑA

APOYO EN LOS NACIONALISTAS.- Desde el primer momento de sus dos legislaturas, el presidente Zapatero se ha visto en la necesidad de buscar un aliado, por lo menos uno, para sacar adelante sus grandes leyes, empezando por los presupuestos. Ahora, cuando ya queda año y medio de la legislatura y de la elección de las cámaras legislativas, y cuando el PP se cree cada vez más próximo a recuperar el banco azul del Gobierno, no parece que Zapatero tenga disposición, ni posiblemente esté en condiciones de “cambiar de pareja” para completar su mayoría. Es posible que pudiera hacerlo, pero “las circunstancias” lo han hecho prácticamente imposible. Primero, porque no se reformó la ley electoral a medida y a gusto de IU, y en segundo lugar, porque las medidas de recorte de gastos públicos han alentado a IU a recuperar los votos que, según la argumentación de Cayo Lara y Gaspar Llamazares, tenía “prestados” al PSOE. Una vez que han “descubierto” que Zapatero ya no trabaja para la izquierda y las clases menos favorecidas, IU confía en recuperar sus “propios” votos. De manera que a Zapatero y al PSOE tan sólo les queda la posibilidad de seguir contando con CiU y el PNV, juntos o alternativamente, para llegar al final del mandato, en mayo de 2012, pasando por las pruebas anteriores de 2010 –presupuestos generales, huelga general y elecciones catalanas- y elecciones municipales y autonómicas de 2011.

AGRADECIMIENTO A CIU Y PNV.- Ya destacamos, al resumir el balance del último semestre Zapatero, que se había resistido a admitir públicamente, aunque no pareció ni siquiera dudarlo, que, a su juicio CiU y el PNV están haciendo más por la estabilidad de España que el PP. Que el nacionalismo catalán y vasco –ambos desplazados del poder en sus respectivos territorios por los pactos alcanzados por los socialistas, paradójicamente– han evitado que España cayera al vacío frente a unos mercados exigentes. Lo que sí hizo Zapatero fue agradecer "extraordinariamente" a CiU y al PNV esos apoyos en las grandes ocasiones –recorte y techo del gasto, reforma laboral. En efecto, el PP pactó con Zapatero la reforma financiera, pero ha sido CiU la que impidió que se precipitara su caída y el adelanto electoral, permitiendo que saliera adelante el decreto de ajuste del déficit que le puso al borde del precipicio. Más recientemente, en la reforma laboral que le ha distanciado definitivamente de los sindicatos y de los grupos de la izquierda, están siendo CiU y el PNV, con su abstención, los “salvadores”. Y se sospecha también que el PNV será el único partido que podrá salvarle los próximos presupuestos generales del Estado, que presentará en septiembre, y que ya ha avanzado que "serán necesariamente restrictivos y austeros". Con otra característica más: requerirán el visto bueno previo de la Comisión Europea. En su agradecimiento a los nacionalistas, Zapatero insistió en reconocer que "es difícil dar el sí a medidas impopulares”. Pero, a su juicio, ésta es, precisamente, la grandeza que están teniendo CiU, el PNV. "Cuando se vea en perspectiva, se reconocerá esa tarea y esa actitud de apoyo en las tareas difíciles". Porque apoyar beneficios sociales, como en la anterior legislatura, es sencillo. "Pero votar apoyando al Gobierno en una tarea difícil tiene mérito". Y después de que el jueves saliera adelante en el Congreso la reforma laboral, Zapatero anunció ya su siguiente prueba siguiente: la reforma de las políticas activas de empleo. Un plato que ha venido siendo muy demandado desde hace meses, precisamente, por CiU y el PNV.
Alguien había anunciado que con la reforma laboral y los presupuestos, Zapatero estaba ya más que quemado e inutilizado para cualquier servicio más. Pero no es, ni mucho menos, su propósito: queda por delante año y medio de legislatura y no tiene la menor intención de desaprovechar el tiempo para hacer las grandes reformas pendientes…

EL FINAL DE ETA.- Zapatero, entre tanto, repetía su actual estribillo –"austeridad, reformas y cohesión social"–, y descartó de su hoja de ruta la posibilidad de verse abocado a prorrogar los presupuestos del Estado e inmediatamente después adelantar las elecciones. "Claro que vamos a trabajar por sacar los presupuestos del Estado, aunque sin hacer una narrativa pública de nuestra tarea. El proceso es difícil, pero existen las condiciones para que haya una actitud responsable de los grupos para aprobar los presupuestos y hacer las reformas. No contemplamos, como es natural, más que ese camino", dijo.
Pero no todo fue su balance la lucha contra la crisis. Zapatero salió escaldado del proceso de paz con ETA cuando saltó por los aires con el atentado de la T4 en el 2006. Pero ayer se cumplió un año del último asesinato de la banda terrorista y está en el aire que el fin de ETA puede volver al primer plano de la agenda política antes de que acabe la legislatura. El presidente no quiere volver a sobrevalorar las expectativas, pero de momento lo que sí hace es defender como un éxito el proceso de paz de la anterior legislatura. La lucha antiterrorista –en la que incluyó la política penitenciaria– está dando resultados "muy positivos". "No sólo por los datos, sino porque existe la convicción de que estamos ganando la batalla definitivamente contra ETA.Y en esa batalla final, el proceso de paz fue un instrumento que aceleró las condiciones para ganar esa batalla y ver el final de la violencia, debilitando de una manera clara a ETA".

QUE NO ESPERE NADA A CAMBIO.- Pero Zapatero intenta evitar volver a tropezar con los errores del pasado: "ETA sólo tiene un destino, y bajo ninguna condición, que es dejar las armas. Y que no espere nada a cambio. ¡Nada!". Ante las próximas elecciones municipales, insistió en que aquellos que no se separen y rechacen la violencia no podrán acceder a ninguna responsabilidad política o institucional. "Bajo ningún concepto. Y con la reforma legal –de la ley electoral–, si alguno está será expulsado". En este contexto, instó a que la política penitenciaria –tras la polémica por el acercamiento a una cárcel de Euskadi de Idoia López Riaño, la Tigresa– no vuelva al debate político como en la anterior legislatura. "No entiendo que alguien quiera hacer polémica política con la lucha antiterrorista. Me resulta inaceptable", zanjó. Máxime, dijo, tras los resultados que destacó que está obteniendo el ministro Rubalcaba. Por lo demás, Zapatero cerró ayer el curso político sin despejar las dos grandes incógnitas: cuándo prevé acometer la crisis de Gobierno y si finalmente volverá a presentarse como candidato del PSOE en las elecciones generales del 2012. Sólo dijo que para él, la remodelación del Gobierno no es un asunto "pendiente", aunque sí aprovechó para mostrar un respaldo pleno a su vicepresidenta económica, Elena Salgado. ¿Pero de qué dependerá que se vuelva a presentar o no comocandidato? "No se lo voy a decir, así de claro", concluyó.

TAMBIÉN RAJOY HIZO BALANCE.- No solamente el presidente del Gobierno, hizo balance este viernes, al acabar el curso político y concluir uno de los periodos de vida política más intensos. También Mariano Rajoy hizo su propio balance, aprovechando una nueva visita a Toledo, donde acude a menudo, en los últimos tiempos, en apoyo de la campaña electoral que hace su candidata a la presidencia regional manchega, la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal. Rajoy dio “la otra cara de la moneda”: Si Zapatero se felicitaba de haber conseguido una reforma laboral adecuada para los tiempos, y justificaba los datos del paro divulgados horas antes por la EPA –son malos datos, pero hay creación de empleo; la recuperación está en marcha, pero será muy lenta; estamos haciendo las grandes reformas que teníamos pendientes… , Rajoy, en cambio, no ve nada positivo: Zapatero ni tiene apoyos ni va a crear empleos. Ve "injustos" los datos del paro, que sitúan el porcentaje por encima del 20%, y asegura que su partido "no se resignará a ellos". Y aprovecha la ocasión para exigirle explicaciones sobre la nueva política penitenciaria y le recuerda que no debe negociar con ETA. Zapatero, por su parte, ha negado que haya novedades en estas materias: La política penitencia no es más que una continuación de la que han venido haciendo todos los gobiernos democráticos españoles. Y con ETA no hay que negociar nada, sino esperar a que vean la inutilidad de la que llaman “su lucha” y decidan dejar sus armas.

PARO INACEPTABLE.- El presidente del Partido Popular, en compañía de la secretaria general, María Dolores de Cospedal, Rajoy visitó este viernes por la mañana el Museo del Ejército de Toledo, y seguidamente acudió al Comité Ejecutivo Regional del partido. Ante los militantes, repasaba los datos del paro y atacaba al Gobierno por aprobar la reforma laboral, "que no tiene el apoyo de nadie". "El Gobierno no ha querido acordar con el PP, es su responsabilidad", dijo Rajoy. El líder conservador ha criticado las cifras del paro recordando las cifras de desempleo que dejó su Gobierno. "En el año 96 nos dejaron un paro del 22%. En el 2004 era del 10% y ahora es el doble, del 20%", ha dicho Rajoy, que simplificaba con gran capacidad de síntesis "el balance del Gobierno de España y de sus políticas". "No se puede decir que no se le advirtiera", ha añadido en referencia al presidente del Gobierno. Para Rajoy "ésta ha sido la etapa del desempleo, de los recortes y de la falta de seriedad, el rigor y el sentido común". De este modo, el presidente del PP hacía su propio balance del primer semestre de 2010 antes incluso de que lo hiciera Zapatero en la Moncloa. Rajoy resumió en cinco los temas "sustanciales" que han tenido lugar en España: el desempleo; "mayor pobreza" de los españoles; un país "intervenido" por la UE; el "problema" del Estatut; y recortes sociales "inaceptables". Y concretó aún más: Pobreza, paro y crisis institucional en Cataluña”. Tras esta enumeración, el presidente del PP quiso presentar a su partido como un partido que "tiene programa" y que "tiene ideas", frente a un Gobierno que "ha hecho lo que ha querido en política económica". "Hemos apoyado muchas iniciativas del presidente del Gobierno, incluso algunas importantes", ha añadido Rajoy. "Lo que no hemos apoyado son disparates", ha concluido.

NINGUNA MENCIÓN A CAMPS.- En toda la intervención del presidente del PP, no se escuchó una sola mención al acto en el que, la víspera, el presidente valenciano Francisco Camps abrió, por sorpresa, la precampaña electoral, pese a que aún no están claros los procesos judiciales abiertos contra el presidente regional ni está decidida su continuidad como candidato. Rajoy evitaba hablar sobre este asunto durante su comparecencia y prefería guardar silencio cuando no acudió a respaldar a Camps a Valencia, prefiriendo asistir a una caracolada en Lleida. Sinb embargo, en la crónica del diario El Mundo se ha señalado que Camps produjo perplejidad en Génova y enfado en el PP de Valencia. Y revela que había informado a Rajoy de que “iba a decidir cosas”, pero no el alcance, ni cómo las haría. El País también asegura que Camps comunicó a Rajoy que iba a lanzar la campaña electoral, mientras la nueva coordinadora cree muy improbable que sea condenado. Añade la crónica de El Mundo que ni un solo dirigente nacional defendió al barón valenciano tras su desafío…

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