lunes, 23 de agosto de 2010

LA AZAROSA LIBERACIÓN DE LOS DOS COOPERANTES SECUESTRADOS. RUBALCABA, EN RABAT. RAJOY SE PROPONE EJECUTAR OCHO REFORMAS

LA AZAROSA LIBERACIÓN DE LOS DOS COOPERANTES.- Tras casi nueve meses de secuestro, los miembros de la ONG Barcelona Acció Solidària se disponen, con impaciencia, a celebrar la liberación de Roque Pascual y Albert Vilalta, secuestrados desde noviembre por Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI). Aunque fuentes de Malí y diversos medios árabes dan por buena la puesta en libertad, el Gobierno espera, para dar la feliz noticia, a que Roque y Albert suban al avión que les ha de traer a Barcelona. Los dos cooperantes catalanes cruzan el desierto con un mediador para volar desde un lugar seguro, que será, previsiblemente, Burkina Faso. Según la agencia AFP, se les espera en la frontera de Malí con Burkina Faso para que, ya allí, un helicóptero les traslade a la capital del país, Ouagadougou. Este procedimiento es el mismo que se siguió tras la liberación, en marzo, de su compañera de cautiverio, Alícia Gàmez. Los miembros de la ONG, que han pasado la noche pegados al teléfono, hicieron guardia hasta pasadas las once de la noche en su sede, en el barrio de Sant Andreu de Barcelona, acompañados por decenas de periodistas, viviendo la calma tensa de la espera. Francesc Osán, portavoz de la ONG, fue cambiando su estado de ánimo según pasaban las horas, desde que la noticia saltó a primera hora de la tarde de este domingo. Si a primera hora de la tarde advertía que temían que fuera una nueva falsa alarma, poco después aseguraba: "Tenemos la percepción de que la cosa va en marcha". La Agència Catalana de Notícies aseguró que Roque Pascual ya ha llamado a su mujer para decirle que está bien, libre de sus captores. Ambos cooperantes catalanes fueron secuestrados el 29 de noviembre del año pasado en Mauritania cuando recorrían el país con la caravana Barcelona Acció Solidària. Estaban, por tanto, a punto de cumplir los nueve meses en el refugio de los extremistas en el norte de Malí. La compañera de ambos en la expedición de la ONG, Alicia Gámez, corrió mejor suerte y pudo abandonar la guarida de los radicales el pasado marzo. La puesta en libertad de Pascual y Vilalta se habría producido tras el pago de un rescate de entre cinco y diez millones de euros y a cambio, además, de la extradición de uno de los condenados por su secuestro, Omar Uld Sid'Ahmed Uld Hame, apodado como Omar Saharaui. En esta incertidumbre del momento y el lugar de su liberación, el Gobierno español desmintió anoche que los dos voluntarios de la ONG Barcelona Acció Solidària hubieran sido puestos en libertad. Aseguró que aún estaban en manos de los terroristas, aunque aparentemente sí habían manifestado su intención de entregarlos al mediador en el secuestro, Mustafá Chafi, consejero del presidente de Burkina Faso. El anuncio, a primera hora de la tarde, de la liberación de los dos catalanes por la cadena de televisión árabe de noticias Al Arabiya, desbarató los planes del Ejecutivo, que sólo tenía la intención de dar a conocer la buena nueva el lunes a partir de mediodía, cuando ambos estuvieran en un territorio seguro y junto a Soraya Rodríguez, secretaria de Estado de Cooperación Internacional, y con agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Otras fuentes conocedoras del desarrollo de la negociación sostenían la noche del domingo que Vilalta y Pascual ya habían perdido de vista a los barbudos que les custodiaron, pero que aún tenían por delante la travesía de Malí -primero el desierto y después la sabana-, un país en el que campan a sus anchas contrabandistas y traficantes de droga. Ese recorrido lo efectuaban a bordo de varios todoterrenos acompañados de Mustafá Chafi, al que AQMI dio cita, comunicándole las coordenadas GPS, en algún punto del norte de Malí. Les escoltaban además un puñado de malienses pertenecientes a uno de los grupos armados no islamistas que pululan por el norte del país y que no inspiraban excesiva confianza al resto de la comitiva. De ahí la prudencia del Gobierno. Al final del viaje tenían previsto alcanzar la frontera de Burkina Faso, donde un helicóptero oficial tenía que recogerles este lunes, para trasladarles a Uagadugú, capital de Burkina Faso. Anoche, un Falcon del Ejército del Aire estaba preparado para llevar allí a la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez, y a las familias de los secuestrados, a las que la noticia sorprendió de vacaciones en el norte de Cataluña. La puesta en libertad de Pascual y Vilalta se ha desarrollado de manera muy similar a la de Gámez, hace ya más de cinco meses. Tras un largo cautiverio en Malí, no han sido finalmente liberados en ese país sino en el vecino Burkina Faso, cuyo presidente pone gran empeño en resolver problemas regionales. De nacionalidad mauritana, Chafi, el mediador, se dio a conocer a partir de 2002 desarrollando una labor de buenos oficios en la guerra civil que asoló Costa de Marfil. El optimismo de Chafi se justifica por la entrega, el pasado fin de semana, de Omar Ould Sidi Ahmed Ould Hamma, apodado Omar Saharaui, por Mauritania a Malí. Omar Saharaui fue condenado en julio, por el tribunal penal de Nuakchot, a 12 años de trabajos forzados por haber organizado el secuestro de los tres españoles . En agosto, en plenas vacaciones judiciales, un tribunal de apelación confirmó la sentencia.
Finalmente, la azarosa operación de la liberación de los dos cooperantes secuestrados lograba recuperar un optimismo que se había ido perdiendo a medida que aumentó el tiempo del secuestro..
RUBALCABA VIAJÓ A RABAT.- El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, viajó este lunes a Rabat como emisario del Gobierno con el objetivo de dar por zanjados los últimos "malentendidos" con Marruecos, que el Ejecutivo ha optado por limar "fuera de los focos" para rebajar la tensión en la frontera de Melilla. La visita de Rubalcaba culmina una serie de anteriores gestiones discretas en las que han estado implicados desde el máximo responsable de la Policía, Francisco Javier Velásquez, que esta semana ha viajado a Rabat para preparar la visita del ministro, hasta el Rey, que llamó al monarca marroquí, pasando por el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, quien negó el jueves que lo sucedido en Melilla hubiera supuesto "un conflicto, ni un eventual conflicto, ni una crisis bilateral", mientras que la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, se felicitaba al día siguiente de que la situación se hubiera "reconducido" gracias a las gestiones diplomáticas. El Ejecutivo ha apostado por esta fórmula del enviado especial a Rabat, pese a las críticas del PP, que ha acusado al Gobierno de falta de firmeza con Marruecos, de abandonar a su suerte a Melilla y de no defender a los policías allí destinados. Estas acusaciones fueron formuladas desde la propia ciudad autónoma por el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, y por el ex presidente José María Aznar, cuya aparición por sorpresa en Melilla el pasado miércoles supuso el momento de mayor tensión entre el Gobierno y la oposición, a pesar de coincidir con la práctica vuelta a la normalidad de la población. Y es que el acuerdo entre las asociaciones de comerciantes de Melilla y los activistas pro-marroquíes para no prolongar durante el Ramadán el bloqueo en el suministro de alimentos, la retirada de los carteles vejatorios contra las policías españolas y la entrevista en Rabat de Velázquez con sus homólogos marroquíes dejaban adivinar ya ese día el fin de la crisis. Esta situación de tensión se había iniciado el pasado 16 de julio, cuando Marruecos denunció que la Policía española había agredido a cinco jóvenes en la frontera en un comunicado, al que siguieron otros cuatro en los que se llegó a hablar de "peligroso giro racista" y que se sumó a la acusación a la Guardia Civil de haber abandonado frente a sus costas a ocho inmigrantes subsaharianos "en un estado crítico de salud". El Gobierno defendió la actuación de la Policía y negó la veracidad de las denuncias, pero la tensión fue en aumento cuando un reducido grupo de activistas se instaló en la 'tierra de nadie' que bordea la frontera y colgó carteles con fotomontajes vejatorios dirigidos a las mujeres policía españolas. Esos mismos activistas llegaron a bloquear en dos ocasiones el transporte de alimentos a Melilla, mientras el PP, los sindicatos policiales y las asociaciones de guardias civiles acusaban de inacción al Gobierno y reclamaban una respuesta contundente a Marruecos y un apoyo explícito a las agentes. Así, el pasado martes González Pons dijo, tras visitar la frontera, que la situación era de "máxima tensión" y Aznar acusó al día siguiente al Gobierno de "dejadez" hacia Melilla, mientras el ministro de Fomento, José Blanco, le llamaba "desleal" por visitar la ciudad en esos momentos. Pero lo cierto es que, mientras el cruce de reproches entre el Gobierno y el PP se intensificaba, Melilla recuperaba la calma al tiempo que se hacían visibles los resultados de las gestiones desarrolladas hasta entonces "en la sombra" entre España y de Marruecos. La más destacada de todas fue la llamada del Rey el pasado día 11 a Mohamed VI, con quien mantuvo una conversación durante la que ambos coincidieron en que los "malos entendidos" no deben enturbiar las "excelentes" relaciones entre los dos países. Y con esa misma idea viajó este lunes Rubalcaba a Rabat para una corta visita con un única cita en la agenda: la entrevista con su homólogo, Taieb Cherkaoui. Aunque inicialmente estaba previsto que ambos ministros atendieran a los medios de comunicación conjuntamente tras su encuentro, por motivos de agenda se ha suspendido dicha comparecencia, y será ya por la tarde cuando Rubalcaba dé cuenta de su reunión en la sede de la Embajada de España en Rabat. Además, en un plazo más o menos breve se producirán otros gestos de acercamiento, como la reunión programada para septiembre entre Moratinos y el jefe de la diplomacia marroquí, Taieb Fassi Fihri, y la llegada a Madrid del nuevo embajador de Marruecos.
Con la reunión de Pérez Rubalcaba con su homólogo marroquí, Taieb Cherkaoui, en Rabat, se pretende dar por zanjado el conflicto y las tensiones fronterizas en torno a Melilla. Indican medios marroquíes que es poco probable que el titular de Interior marroquí, que desde que fue nombrado ministro el pasado enero no ha hecho declaraciones ante los periodistas ni convocado ruedas de prensa, haga una comparecencia individual sobre el contenido de la reunión, que seguramente concluirá con un comunicado conjunto. Se han aducido razones de "agenda", sin más concreción, para la suspensión de la aparición pública conjunta. La rueda de prensa hubiera permitido a los periodistas españoles hacer preguntas al titular de Interior marroquí sobre lo ocurrido en Melilla, un conflicto cuyas razones nadie acaba de entender pero sobre el que no parece que el Gobierno marroquí quiera pronunciarse. Cuando el director general de la Policía y la Guardia Civil visitó Rabat para tratar la cuestión, el comunicado conjunto emitido después, que expresaba las "especiales relaciones" entre ambos países, no hacía la más mínima referencia a Melilla. Se ha anunciado que tras esta visita de Rubalcaba, habrá un próximo encuentro entre los ministros de Asuntos Exteriores de los dos países y una posterior reunión informal entre el Rey Juan Carlos I y Mohamed VI, que ya hablaron por teléfono hace dos semanas cuando el monarca español intentó mediar en el entonces todavía incipiente conflicto. Han sido muchas las gestiones diplomáticas para solucionar un problema que el Gobierno español se niega a calificar como "crisis" o "conflicto" y que ha provocado, entre otras cosas, que se suspendan las patrullas mixtas hispano-marroquíes organizadas por la Guardia Civil y la Gendarmería para la vigilancia de las costas y el control de los flujos migratorios. El PP, que envió a Melilla a su vicesecretario de Comunicación, Esteban González Pons, y que defendió la visita a la ciudad autónoma del ex presidente José María Aznar el mismo día en el que se estaba desbloqueando el conflicto, acaba de pedir ahora en la Diputación Permanente del Congreso la comparecencia urgente de Rubalcaba y del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, para explicar lo sucedido en Melilla.
En la era de las comunicaciones inmediatas, es muy probable que el viaje de ministros españoles a la capital marroquí, y la perspectiva del encuentro de los correspondientes Monarcas, rebaje las tensiones de manera fulminante.

LAS OCHO REFORMAS QUE SE PROPONE EJECUTAR RAJOY.- Han sido frecuentes, desde el PSOE y el Gobierno de Zapatero, los reproches dirigidos a Rajoy por, presuntamente, no tener o no divulgar sus propios planes de actuación para el futuro. Pues bien, el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha anunciado, en una entrevista concedida a Europa Press, que lo "primero" que hará cuando gobierne será presentar un "Plan Global" en las Cortes Generales que incluirá ocho grandes reformas que generen confianza y certidumbre en la economía española. Según Rajoy, la situación actual requiere un "cambio total" porque considera que no se puede estar mucho tiempo con un Gobierno "que no sabe lo que quiere hacer" y está continuamente dando "bandazos". Entre las medidas de este Plan Global habrá: una reforma fiscal con bajada de impuestos del ahorro y sociedades, al tiempo que apuesta por trabajar para que la "renta disponible" sea como la de Alemania o Francia; una reforma de la Justicia para que los asuntos no se "eternicen"; una laboral que será la del "empleo" y no la del "despido" como "la actual"; una política energética con un "mix" que incluya la energía nuclear y una reforma de la Educación con un sistema "mucho más exigente", que reduzca el "fracaso escolar" que en la actualidad es del 30 por ciento. A estas se unirá la reducción del gasto público con una "reforma administrativa" de "acuerdo con todas las CC AA", para evitar que se reproduzca la estructura del Estado en 17 autonomías. "Porque no podemos gastar lo que estamos gastando, no somos ricos", exclamó. También fijará un límite de endeudamiento para todas las administraciones --Estado, CCAA y ayuntamientos-- junto con un techo de gasto y prestará "atención" al sistema financiero porque, dijo, "ya hemos visto los problemas que se han generado" y "aún hoy el crédito sigue sin fluir a hacia quieres generan riqueza, bienestar y empleo".
"Lo primero que haré será presentar un Plan Global a las Cortes Generales, como ya hicimos en el año 1996", afirmó Mariano Rajoy en una entrevista con Europa Press en la que fue desgranando una a una las "prioridades". Así, expuso que llevará a cabo una reforma fiscal que "fomente el ahorro y la inversión" y que "en un primer momento" tendría como objetivo "ayudar a quienes generan bienestar, riqueza y empleo". "Lo más urgente", dijo, es la reforma del Impuesto de Sociedades, para "bajar" este tributo a las pymes y adecuar los módulos a los trabajadores autónomos "también en su IRPF". A esto añade la "reforma del ahorro". En su opinión, la subida de este impuesto que ha llevado a cabo el Gobierno de Zapatero es "muy peligrosa" y "puede acabar generando problemas de cara al futuro". También calificó de "tremendo error" la subida del IVA y se mostró a favor de rebajar el IVA de algunos sectores como el del turismo. Además, puso de manifiesto la paradoja de que uno de los "efectos" de la subida del IVA que entró en vigor el uno de julio ha sido "reducción de las ganancias de IVA en la compra de automóviles". En este punto, el presidente del PP quiso dejar claro que considera como un "insulto a los españoles" el planteamiento de subir los impuestos para ponerlos "a nivel europeo". En este sentido, argumentó que "los españoles son los terceros ciudadanos de la UE que hacen más esfuerzo fiscal" y explicó que tanto el impuesto de sociedades como el de la renta "son más altos que en el resto de países europeos". Mariano Rajoy, recordó, sin embargo, que los españoles "tienen salarios mucho más bajos que otros países de la UE". Por ello, considera que lo que hay que hacer, "lo que tiene que hacer el Gobierno es trabajar para que España tenga una renta disponible como la que tienen Alemania, Francia o Italia, y no subir impuestos". Su gobierno, dijo, también propondrá una reforma laboral "de acuerdo con las 71 enmiendas" que presentó el Grupo Popular en el Congreso a la reforma laboral que del Gobierno. "De las cuales no se nos ha aceptado ninguna", exclamó. Según el dirigente popular, el Gobierno "no ha hecho una reforma laboral, ha hecho una reforma sobre el despido". "Nosotros queremos una reforma laboral sobre el empleo, son dos cosas radicalmente diferentes", exclamó y argumentó que el Ejecutivo de Zapatero "no ha hecho nada por fomentar el empleo y lo único que se ha hecho" ha sido para "confundir más las cosas y generar más dificultades, problemas e inseguridad con el tema del despido". En este sentido, Rajoy se mostró convencido de que el despido de 20 días por año trabajado, por el hecho de que la empresa tenga expectativa de pérdidas, será una cuestión que acabará "en los tribunales". En su opinión, no hay "claridad" en este asunto y es necesario que las "reglas del juego sean claras" para que tanto empresarios como trabajadores "sepan a qué atenerse". Se trata, dijo, de una reforma laboral que "no va a solucionar absolutamente nada y que no ha contado con el apoyo de absolutamente nadie".
Una política energética con una mezcla de todas las energías será otra de las cuestiones que se incluyan en esa primera medida que adoptará Rajoy si llega a la Moncloa. En este sentido, quiso dejar claro que "sí" quiere que haya centrales nucleares porque, argumentó, "en este momento, buena parte de la energía en España viene de las centrales nucleares". "Tiene que haber un 'mix energético', por tanto, las fuentes de energía tienen que ser todas", exclamó y aclaró que tendrán que formar parte de ese "mix" el carbón, los ciclos combinados, las energías renovables y la nuclear. "No podemos seguir con la dependencia energética que tenemos en este momento y con constantes subidas de la luz", apostilló. Sobre este asunto, precisó que la negociación con el Gobierno sobre el pacto energético "va mal" porque, dijo, el Ejecutivo "es incapaz de entregar un documento en el que diga qué es lo que quiere hacer". "Desconocemos cuál es la posición del Gobierno en este asunto, como en tantos otros asuntos, porque en este asunto, como en tantos otros, cada día tiene una posición nueva", afirmó y remachó: "No se puede negociar con aquel que no sabe qué es lo que quiere hacer".
La reforma de la Justicia también formará parte de las prioridades porque "tiene una enorme influencia en la economía" y los asuntos no pueden eternizarse 'sine die'". "Todo esto hay que presentarlo como un Plan Global en las Cortes Generales, tener una mayoría para llevarlo a cabo y dar seguridad, certidumbre y confianza a la gente", explicó el presidente del PP, quien se mostró convencido de que "así no se puede estar mucho tiempo". "El Gobierno no planifica, este Gobierno se escapa, huye, cada día dice una cosa, si puede arreglar un problema lo arregla, aunque al día siguiente tenga que rectificar y generar otro problema diferente", criticó. En su opinión, el Ejecutivo da la sensación de "absoluta provisionalidad" y apuntó que se trata de un Gobierno que incluso "desconoce si sus miembros van a seguir o no, como ocurre con el caso de los ministros de Exteriores o Sanidad". La situación, concluyó, "requiere un cambio total".
Sin duda, es una aproximación rigurosa a la realidad , que debe ser bienvenida. Es evidente que las elecciones se aproximan…

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