sábado, 27 de agosto de 2011

TRES REUNIONES PARA RECUPERAR LA PIÑA SOCIALISTA

EL LUNES, DÍA CRÍTICO PARA APLACAR TENSIONES
Pocos podían vaticinar que el acuerdo para reformar la Constitución “al modo que quiere Angela Merkel”, iba a resultar tan sencillo de conseguir en el Congreso. No es menos cierto que quedan algunos “ajustes finales”: la rebelión de algunos diputados socialistas, y lo que, finalmente, harán a la hora de votar, los opuestos a la reforma: la IU de Llamazares, la UPyD de Rosa Díez, y sobre todo, los nacionalistas vascos y catalanes, a quienes la reforma recortará sus competencias para fijar el déficit anual… Este lunes, en el que muchos ciudadanos regresarán “al curro”, tras las vacaciones de agosto, será un día clave en el PSOE, tras las críticas registradas en sus filas… El PSOE vivirá, por tanto, la víspera de que el acuerdo de la reforma constitucional se discuta en el pleno del Congreso, una jornada maratoniana de reuniones para cerrar filas. El PSOE ha fijado tres reuniones para abordar ese debate y calmar los ánimos: Primera: La Ejecutiva Federal del partido, presidida por José Luis Rodríguez Zapatero, se reunirá a las diez de la mañana. A su vez, a las cinco de la tarde, el candidato Alfredo Pérez Rubalcaba ha convocado a todos los secretarios generales de las federaciones. Y a las ocho se celebrará una reunión extraordinaria del grupo parlamentario, encabezado por José Antonio Alonso. De modo que la dirección del partido, los barones territoriales y los 169 diputados del partido, discutirán el texto pactado con el PP. Y en todas las reuniones intervendrá, para explicarlo, Rubalcaba.
La reunión del grupo parlamentario estaba prevista para el 13 de septiembre, pero ha sido adelantada después de que varios diputados mostraran en los últimos días su descontento por el fondo de la propuesta de Zapatero, que algunos consideran una renuncia de su ideología ante los mercados, y por las formas, ya que se enteraron cuando el presidente subió al estrado el martes. Varios habían reclamado una reunión del grupo al completo para debatirla. Pero, anteriormente, como les decía, están citados en la calle Ferraz de Madrid, sede del PSOE, los 33 miembros de la dirección del partido con Zapatero, y los 17 barones territoriales con Rubalcaba. Asistirán también José Blanco, vicesecretario general del PSOE, y Marcelino Iglesias, secretario de Organización. El candidato socialista a las generales intervendrá ante la Ejecutiva Federal por la mañana, ante los barones por la tarde y, ya a la caída del sol, se desplazará al Congreso para explicar también el acuerdo ante los 169 diputados del grupo parlamentario. El candidato del PSOE para las elecciones del 20-N, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha invitado a sus compañeros socialistas críticos a leerse el texto acordado, poniéndose como modelo a imitar: "Yo también tenía reticencias", dijo sobre las dudas de algunos compañeros suyos de partido, antes de insistir en que el acuerdo, finalmente, es bueno para el país, porque recoge una imprescindible estabilidad presupuestaria, una cierta flexibilidad para cuando "vienen mal dadas" y una referencia europea. Rubalcaba, según José Blanco, como líder del PSOE, fue quien fijó la posición del partido durante la negociación con el PP, y el lunes tendrá la oportunidad de intervenir y explicar al resto de diputados por qué deben votar a favor del texto. La propuesta de reforma generó inicialmente un gran malestar entre varios dirigentes y diputados socialistas, si bien los ánimos se han aplacado tras la iniciativa de Rubalcaba de dejar fuera de la Carta Magna las cifras exactas de cada año del límite de déficit, que se concretarán en una ley orgánica posterior. Las quejas pasaron a centrarse en la negativa socialista a convocar un referéndum para que los ciudadanos se pronuncien en las urnas sobre esta reforma constitucional.
Muchos diputados socialistas definido “perplejos”. Argumentan que. “es un suicidio político para el PSOE”, y que no entienden cómo Zapatero ha dado tanta munición al PP a tres meses de unas elecciones”, señala Joan Tardà (ERC). “Rubalcaba debe de estar preguntándose por qué ha hecho esto Zapatero, por qué le ha hecho quedar tan mal en la foto”, añade Ana Oramas (Coalición Canaria). Ese malestar en un amplio sector del PSOE, llevó a varios diputados y veteranos del partido, como Alfonso Guerra, Guillermo Fernández Vara, Patxi López, Juan Fernando López Aguilar y Josep Borrell, a mostrar sus dudas, su desconcierto, su incomprensión o su desacuerdo total. Aunque aún se oyen aisladas voces críticas, los ánimos se han ido aplacando. El diputado gallego Xavier Carro tachó de “trágala” el acuerdo y adelantó que no tomará una decisión sobre su voto hasta el lunes, porque cree que reformar la Constitución para poner techo a la deuda y el déficit “no es de izquierdas, sino neoliberal”, aunque también opina que Rubalcaba “ha mejorado un poco la propuesta inicial de Zapatero”. Sí tiene clara una cosa: “Si se produce una votación para solicitar un referéndum, yo votaré que sí”. Antonio Gutiérrez, diputado del PSOE (sin carné) y exsecretario general de CC OO, ya avanzó que votaría en contra de la reforma. Opina que el acuerdo alcanzado entre PP y PSOE, lejos de mejorar el planteamiento inicial, es aún “peor de lo que cabía esperar”, “un disparate” y una “involución constitucional”. Y subrayó que el día de la votación no debería haber disciplina de voto, porque “para poder pedir corresponsabilidad, hay que pedir una mínima participación que, en este caso, no ha existido”. José Antonio Pérez Tapias, de la corriente Izquierda Socialista opina que “Rubalcaba ha despejado la situación, pero se equivoca si no apuesta por la democracia real, en este caso, el referéndum. Hay que convencer a Rubalcaba de que con el referéndum ganamos todos”.
Se espera que el lunes también se conozca la postura de los 25 miembros del PSC. La federación nacionalista y el Partit dels Socialistes (PSC) celebrarán sendas reuniones para aclarar si apuestan o no por la convocatoria de un referéndum para votar la reforma de la Constitución para introducir un déficit máximo. El expresidente catalán, José Montilla, primer secretario del PSC, ya empezó a fijar su posición al señalar que la reforma no le entusiasma, pero que es necesaria. Así, difícilmente los socialistas catalanes se desmarcarán del PSOE, y CiU tendrá nueva munición en la campaña electoral contra su principal rival el 20-N. El líder del PSC en el Parlamento catalán, Joaquim Nadal, opinó que el acuerdo entre PP y PSOE es “mejor del que se había insinuado inicialmente” porque es más genérico y evita fijar limitaciones presupuestarias precisas en la Constitución. Nadal ha apuntado, sin embargo, que los socialistas catalanes no se pueden pronunciar taxativamente hasta saber “el detalle total del acuerdo y de la negociación con los otros partidos”. En cualquier caso, Nadal calificó de insólita y muy rápida la reforma emprendida por PSOE y PP, y, pese a que ha comprendido las circunstancias que les han llevado a tomar la decisión, ha avisado de que el método para controlar el déficit se hubiera podido establecer “perfectamente” al margen de la Ley Fundamental.
Y luego, lo que dirán y harán los nacionalistas catalanes y vascos, que ven seriamente amenazada su prerrogativa para determinar el déficit de sus cuentas anuales. CiU también quiere que haya un referéndum, y podría utilizar esa demanda como ariete para negociar su adhesión a la reforma, dado el interés que PSOE y PP han manifestado en sumar a los nacionalistas catalanes al acuerdo.
En Ferraz esperan que el lunes será día de reconciliación y de volver a ser una piña en torno a Rubalcaba.

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