martes, 13 de septiembre de 2011

LA SEVERA ADVERTENCIA DEL PRESIDENTE USA

OBAMA: TRAS GRECIA, ESPAÑA E ITALIA...
Lo que nos faltaba A los rumores y especulaciones que traen consigo los mercados, se añaden las alarmas que la pasada madrugada expresó el presidente de los Estados Unidos, Obama. En una semana decisiva para la zona euro, con la amenaza de la quiebra en Grecia y tras otra jornada de caída libre en las Bolsas, Barack Obama toma posición y defiende que Europa debe "tomar una decisión acerca de cómo conjuntar la integración monetaria con un conjunto más efectivo de políticas fiscales coordinadas". El presidente estadounidense entiende que Grecia es ahora mismo "el gran problema inmediato", pero advirtió que "el mayor problema" es "lo que pase en España e Italia si los mercados siguen arremetiendo contra esos países muy grandes". Dijo también que cree "que si los mercados tienen confianza en que los países con superávit en Europa están dispuestos a apoyar a sus socios en la eurozona, al mismo tiempo que esos países dan pasos para hacer frente a los problemas de su deuda y de su crecimiento y aumentar la productividad, entonces se podrá ver una solución a largo plazo a sus problemas". Obama, cree que los líderes en Europa tendrán que "tomar una decisión acerca de cómo conjuntar la integración monetaria con un conjunto más efectivo de políticas fiscales coordinadas".. En su opinión, la solución a la deuda, a largo plazo, llegará "si los mercados tienen confianza en que los países con superávit en Europa están dispuestos a respaldar a sus socios en la eurozona". Dijo textualmente que Grecia es, ahora mismo, el "gran problema inmediato", pero "el mayor problema" es lo que pase en España e Italia si los mercados siguen arremetiendo contra esos países muy grandes". Obama hacía estas declaraciones después de que las Bolsas vivieran una jornada negra, arrastradas por el rumor de que Grecia se encuentra cerca de la bancarrota que, de producirse, dejaría un agujero de cerca de dos billones de euros en la banca europea. El presidente estadounidense reconoció que las turbulencias del euro tienen un "impacto enorme en toda la economía, no sólo en Estados Unidos". Y por ello, reveló, "nos encontramos en profundo contacto con los europeos para tratar de resolver esta crisis". Uno de los problemas a la hora de acordar soluciones, dijo, es la diferente política fiscal entre los países que comparten una misma moneda. Al final, los países grandes en Europa, los líderes en Europa, tendrán que reunirse y tomar una decisión sobre cómo pueden conjuntar la integración monetaria con un conjunto más efectivo de políticas fiscales coordinadas". "Ahora mismo hay una moneda única, pero no un conjunto único de políticas económicas", algo que a juicio de Obama complica la coordinación y la adopción de medidas. "Es difícil coordinarse cuando se tienen tantos países con políticas diferentes y situaciones económicas también diferentes para acordar un camino común", explicó el presidente estadounidense, que predijo que "seguiremos viendo debilidades en la economía global en tanto este asunto no quede resuelto". No obstante, indicó que cree "que si los mercados tienen confianza en que los países con superávit en Europa están dispuestos a apoyar a sus socios en la eurozona, al mismo tiempo que esos países dan pasos para hacer frente a los problemas de su deuda y de su crecimiento y aumentar la productividad, entonces se podrá ver una solución a largo plazo a sus problemas". Para ello, EE UU colabora tanto de modo bilateral como a través del Fondo Monetario, entre otras medidas, para ayudar a establecer "un paquete que pueda dar a todos esos países en Europa tiempo para ajustar" sus políticas de tal modo que puedan adoptar las medidas necesarias para reducir su deuda y su gasto público y aumentar su competitividad.
En esta mesa redonda con un reducido grupo de medios de habla hispana, Obama repasó la actual crisis de la deuda y señaló que la solución a largo plazo llegará "si los mercados tienen confianza en que los países con superávit en Europa están dispuestos a respaldar a sus socios en la eurozona". Reconoció que la crisis tiene un "impacto enorme en toda la economía, no sólo en Estados Unidos". Por ello, subrayó, "nos encontramos en profundo contacto con los europeos para tratar de resolver esta crisis". Uno de los problemas a la hora de acordar soluciones, reiteró, es la diferente política fiscal entre los países que comparten una misma moneda. Opina que, "al final, los países grandes en Europa, los líderes en Europa, tendrán que reunirse y tomar una decisión sobre cómo pueden conjuntar la integración monetaria con un conjunto más efectivo de políticas fiscales coordinadas". "Ahora mismo hay una moneda única pero no un conjunto único de políticas económicas", algo que a su juicio complica la coordinación y la adopción de medidas. "Es difícil coordinarse cuando se tienen tantos países con políticas diferentes y situaciones económicas diferentes para acordar un camino común", explicó el presidente estadounidense, que predijo que "seguiremos viendo debilidades en la economía global en tanto este asunto no quede resulto". Para ello, EEUU colabora tanto de modo bilateral como a través del Fondo Monetario, entre otras medidas, para ayudar a establecer "un paquete que pueda dar a todos esos países en Europa tiempo para ajustar" sus políticas de tal modo que puedan adoptar las medidas necesarias para reducir su deuda y su gasto público y aumentar su competitividad. La crisis de la deuda, señaló, será uno de los asuntos protagonistas en la reunión que mantendrá el G20 en Francia en noviembre.
Es seguro que Obama y sus opiniones cotizarán este martes en las bolsas europeas, y particularmente en la española...

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