sábado, 28 de junio de 2014

Sánchez después de Pérez Con bastantes probabilidades, y tal como van las cosas, un Sánchez pudiera suceder a un Pérez en la secretaría general del PSOE. Me refiero a Pedro Sánchez, que hoy por hoy encabeza la carrera para liderar al PSOE, como probable sustituto de Pérez Rubalcaba, que estos días se está despidiendo de su prolongada vida y experiencia política de cuatro décadas largas. Ya se sabe que Pérez Rubalcaba era mucho más conocido por su segundo apellido, y que incluso en un momento de enfado y escasa afición, la vicepresidenta se limitó a llamarle, con escasa amabilidad y nulo afecto, “señor Pérez”. Bueno, pues ahora hay que irse aprendiendo el nombre de Pedro Sánchez, a quien, si los avales sirvieran de voto, ya tendríamos situado en la secretaría general del partido socialista, por delante de sus correligionarios, y sin embargo, rivales, Eduardo Madina, José Antonio Pérez Tapias y Alberto Sotillos. Los primeros también han logrado “clasificarse”, y el tercero, el hijote Eduardo Sotillos, no logró “superar la nota media”, como se diría en estos tiempos de exámenes… Sin duda, lo sorprendente es la derrota de Madina, que había partido como probable vencedor y el más conocido, aunque no llegara a producir sensación salvo en Carme Chacón, otra derrotada de antemano. Pues bien, Madina se ha visto, en materia de avales, muy superado por un sonriente diputado llamado Pedro Sánchez, que en sus primeras comparecencias televisivas llamó la atención y convenció ampliamente a muchos ciudadanos. Está por ver, finalmente, por quién se inclinan los electores, pero no hay duda de que este Sánchez vendría a ser otro Rubalcaba o tal vez otro Zapatero. Estaremos atentos a los acontecimientos, claro. Como lo estaremos ante otro enfrentamiento claro que está teniendo lugar entre el juez Castro y el fiscal Horrach, por el caso Noos-Urdagarín-Cristina de Borbón. De momento al fiscal parece que sólo lo apoya el superfiscal Eduardo Torres Dulce, y en cambio, está mereciendo la ira y el enfado de muchísimos ciudadanos que ven con muy mal estilo los propósitos de descalificación que el tal Horrach ha lanzado contra su competidor Castro. Hasta el punto de que éste le ha retado a que presente una denuncia por prevaricación, si quiere insistir en sus tesis. Horrach, Roca Junyent y Torres Dulce sólo ven lo que Urdangarín y alguno de sus familiares quieren que vean. Pero no parecen tener, ni de lejos., el favor, el apoyo y la comprensión de la mayoría de la opinión pública y de la ciudadanía en general, que ve mucho más allá que el fiscal a la hora de hallar concomitancias y coincidencia de intereses entre los dos esposos retirados de la Casa Real, del album real, de la página web de la Zarzuela y hasta de la sucesión y la amistad con los nuevos Reyes. Y todo ello, merced a la irrefrenable inclinación de los Urdargarín por el dinero ajeno y por pagarse un palacete que por cuenta propia no hubieran podido pagar… Y, tras las elecciones europeas, ahora queda por colocar a dos hombres de Rajoy: el candidato que peleó con Elena Valenciano, y perdió, y De Guindos. No es improbable que el ex ministro de Agricultura y Medio Ambiente, Arias Cañete, haya quedado tocado, si no hundido, por aquellos lances electorales que tan mal libró. El aspiraba a comisario comunitario, pero está por ver que halle acomodo a tales aspiraciones. No dio la talla, ni mucho menos. Por el contrario, De Guindos y su candidatura tienen mejor aspecto y mejores posibilidades, con toda probabilidad. Una vez que Junker ya ha accedido a la presidencia de la Comisión, de Guindos podría hallar asiento entre sus colaboradores. En tal supuesto, Rajoy debería recurrir a un nuevo sustituto para su ministro actual. Y Montoro se vería y sin el rival que le viene haciendo sombra desde que funciona el presente gabinete de don Mariano. Per0 tal vez sea demasiado adelantar… JOSÉ CAVERO

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