Buenas noticias de Teresa ¿Se verá la todavía ministra Mato tan desautorizada y desprovista de funciones y responsabilidades como la está viendo la sociedad española? Lo sensato sería que ella misma tomara la iniciativa de presentar su dimisión, pero si no la presentó cuando la tormenta de Gurtel y su “Jaguar” regalado por “el Bigotes” y aparcado en el garaje, no lo va a hacer ahora, por la suma de incompetencias demostradas en su departamento ante el caso de los virus del Ebola. ;o cierto es que Santamaría se ve acompañada de buena suerte, y que su propia eficacia y la que asumen sus colaboradores está ayudando a que la enferma Teresa Romero salga adelante. Así lo vienen indicando los partes médicos más recientes, cada vez más esperanzados y esperanzadores. En la misma dirección de recuperación del optimismo están caminando los restantes partes médicos referidos a personas que temieron, en algún momento, que podrían haber sido infectadas por los misioneros africanos o por la propia Teresa Romero. Pero está visto que hay que llegar al fondo para empezar a resurgir y a reaccionar. Hay unja extensión muy generalizada de que Sanidad, en su conjunto, es un Departamento convertido en 17 reinos de taifas, en el que cada de los consejeros hace lo que le viene en gana, al margen de doña Mato y sus colaboradores. Y que está más necesitado que ningún otro Departamento de una mano que recupere un mando y un criterio que doña Mato está lejos de poseer y ejercer. Y tras la desautorización que le ha hecho Rajoy, peor aún… Pocos asuntos han dado tanto juego como las tarjetas black de Caja Madrid, de las que los consejeros de Blesa hicieron uso y abuso alucinantes… Pero es evidente que hay un responsable máximo de estas políticas demenciales, que se llama Blesa, “el amigo de Aznar”, que dilapidó y compró voluntades políticas para su propia supervivencia año tras año, hasta que la poderosa Caja quedó como un erial, por compras estúpidas, desproporcionadas, enloquecidas de alguien que no terminó de aprender su oficio. Convendría repasarlo que en todos esos años dijeron algunos expertos sobre el proceder enloquecido de Blesa, y que, en cambio, no recibió otra cosa que la venganza personal del propio cacique que, por ejemplo, se vengaba con la retirada de publicidad a determinadas publicaciones críticas.… Las famosas tarjetas, por lo demás, dejan en evidencia la avidez del ser humano, la impudicia en el gasto. ¿Robo descarado de dinero público? Por lo menos, se trató de un manifiesto abuso de confianza del que se aprovecharon casi todos los beneficiados por el dedo de Blesa y Aguirre. Doña Esperanza tuvo mucho que ver en el descontrol de la caja yen la designación de sus consejeros. Robaron lo que Blesa les permitió que robaran, con tarjetas adecuadas para cada cual. Y menos mal que no les otorgó más poderes… Pero en todo tiempo y circunstancia hay abusadores con dinero ajeno. Hoy se saben algunas cifras de la actuación otra gran sospechosa, Rita Barberá: la alcaldesa de Valencia –a qué espera para dejar ya su cargo- llegó a gastar casi ocho mil euros –ocho mil euros-, para cenar, en un viaje a Londres con billetes en preferente, con Ecclestone, el de la Fórmula Uno, en aquellos años en los que la Valencia de Camps aspiraba a ser cuna de la Humanidad o poco menos. Camps y Barberá hicieron una pareja sensacional, y debieron haberse retirado juntos… Don Arsenio, el director de la Guardia Civil, nos tiene acostumbrados a actuaciones y frases lamentables. Ahora, coincidiendo con el 12 de octubre, el director general de la benemérita arremete contra una política de emigración que no le gusta. ¿Y quién es él para hacer esa crítica, mientras tiene a sus órdenes a los guardias civiles encargados de hacer velar por el cumplimiento de la ley, sin propasarse? Es otro individuo que ha reunidos ocasiones más que sobradas para ser relevado de su cargo. Pero la notable incompetencia de su señorito Fernández lo mantiene firme en su puesto. JOSÉ CAVERO