domingo, 5 de diciembre de 2010

LOS CONTROLADORES, DOBLEGADOS. NORMALIDAD EN LOS AEROPUERTOS. NUEVO SONDEO. PSOE SIGUE EN CAÍDA LIBRE

LOS CONTROLADORES, DOBLEGADOS.- La pregunta del momento es si actuaciones como la de este fin de semana del Gobierno, en el conflicto de los controladores, le ayuda y merece apoyos, o por el contrario le resta tales apoyos populares. Parece haber quedado claro para la mayoría que el Gobierno actuó como era debido, y que lo hizo con puntualidad y contundentemente, sin miedo. Por el contrario, desde el PP se ha sugerido que el gobierno actuó tarde y mal. Sabedor del conflicto que se venía encima, aprobó a última hora una norma para poder proceder a la militarización, primero, y al estado de alarma seguidamente. ¿Se pudo haber actuado de otro modo para evitarle problemas a medio millón de usuarios de aeropuertos, o lo hizo adecuadamente? Hay división de opiniones, pero parece que predomina el sector que piensa que este Gobierno ha demostrado coraje y valor para enfrentarse una “casta de funcionarios privilegiada”, como aparecen los controladores a la mayor parte de los ciudadanos. Primero les redujo el sueldo, y ahora trata de aumentar su productividad a niveles europeos. Con una resistencia digna de mejor causa… Hay pocas dudas sobre el particular, salvo para los propios controladores, que no dudan en denunciar que han sido acosados y castigados arbitrariamente y sin razones por el Gobierno socialista. Desde luego, si escuchamos la opinión de la calle, a esos controladores “rebeldes sin causa”, sediciosos y levantiscos, habría que conducirlos a prisión y juzgarlos sin más contemplaciones, incluso para hacerles devolver el coste de su acción o inacción, que se llega a calcular en cifras descomunales: 1.700 vuelos que no pudieron partir, y otros 2.600 que fueron cancelados. ¿Quién pagará ese desastre económico? Y eso, sin entrar en los daños de cada persona o familia, a quienes se les arrebataron planes y proyectos para un puente-fin de semana posiblemente programado con mucha antelación e ilusiones… ¿Opina lo mismo el PP? No parece probable, o al menos, los controladores merecerían muchas más salvedades que ese juicio acelerado y sin recurso posible de la población mayoritaria, sobre todo, de los afectados por la paralización de aeropuertos del viernes y parte del sábado.
En todo caso, habrá quedado “huella indeleble” de este episodio, y es indudable que los controladores necesitan una potente rehabilitación pública, tras su propio harakiri. ¿Tan lamentables y mejorables son sus portavoces, sindicatos y abogados? Sorprende que hayan podido poner a casi toda la ciudadanía en contra, después de una faena como la que produjeron estos días a muchos miles de ciudadanos. Pero ya parece indudable que el conflicto de los controladores en los primeros días de diciembre pasará a consignarse como los efectos de la erupción del volcán islandés o una buena temporada de la crisis económica que se trata de superar
La más reciente crítica al gobierno proviene ahora de quienes aún no han visto que el presidente Zapatero hubiera dado explicaciones. Como ni lo bastaran las de Rubalcaba o Blanco, al pie de esta operación “de salvación nacional contra los levantiscos técnicos de los 300.000 euros anuales”…
PSOE, CUESTA ABAJO Y SIN FRENOS.- De nuevo, las encuestas hacen percibir una evidente pérdida de apoyos populares al socialismo gobernante. Como señala El País, al proporciona los datos de su sondeo dominical el PSOE no parece que haya tocado fondo todavía. Su acelerado desplome se mantiene de forma continuada y el malestar ciudadano contra el Gobierno y la forma en la que gestiona la crisis económica prosigue sin descanso. El desgaste del líder socialista José Luis Rodríguez Zapatero llega a cifras sin precedentes, consolidando la impresión de fin de ciclo político, a pesar de que, teóricamente, aún queda casi año y medio para las elecciones generales, y extiende el pesimismo sobre la solvencia económica de España. Esta encuesta también señala que la fidelidad de los votantes socialistas cae al 40%, dato sin precedentes. Por el contrario, el PP tiene ya una ventaja de 18,8 puntos, una diferencia nunca registrada entre los dos grandes partidos, con el PSOE en un nivel de voto del 24,3%, el menor de su historia. Según esta encuesta de Metroscopia, los socialistas tendrían la mayor caída de toda su historia. Obviamente, con esos datos, el PP tendría una holgada mayoría absoluta, a pesar de que la muestra del sondeo hace imposible la atribución de escaños. Dice también el análisis de los datos que, aunque la comparación con un sondeo de este tipo, sin comicios convocados, no es homogénea, y no es equivalente a un resultado electoral, la encuesta arroja el peor porcentaje obtenido por los socialistas hasta la fecha. Y recuerda que la encuesta es la primera realizada justo después elecciones autonómicas catalanas, y nada más a anunciarse el último plan de ajuste del Gobierno,.que incluye privatizaciones, reducción de impuestos y supresión de las ayudas a los parados de larga duración. Está por ver que lograra su objetivo de calmar a los mercados, dice El País, pero lo que no parece, según la encuesta, es que el presidente del Gobierno consiguiera tranquilizar a los ciudadanos. La mayoría de los encuestados rechaza claramente las medidas de recorte del gasto y, sobre todo, considera que son fruto de la improvisación, que son insuficientes, que vienen impuestas desde fuera de España y que llegan tarde. Esa imagen de actuación forzada e improvisación, sin una ruta clara, perseguirá a Zapatero y es letal para su ciclo político. El 57% desaprueba el recorte del gasto público, aunque un 51% de los votantes del PSOE las respalda. Sin embargo, el malestar de los votantes socialistas se refleja en que el 80% asegura que las medidas llegan tarde; el 68% que son insuficientes y el 63% que son impuestas desde fuera e improvisada. En cuanto a la anunciada reforma de las pensiones, ya con fecha tope de elaboración, cuenta de antemano con el rechazo de los ciudadanos, por lo que el desgaste de Zapatero podría prolongarse, en vísperas de la cita electoral de mayo en municipales y autonómicas. Hasta un 60% de votantes del PSOE está en contra de esa reforma que se anuncia para el mes de enero. Por el contrario, dos medidas sí tienen apoyo de los españoles: las fusiones de las cajas de ahorros y reducción del nivel de deuda y gasto en las comunidades autónomas. Pero ya llega al 91% el porcentaje de españoles que creen que la situación es mala y muy mala, y se mantiene también la impresión de que el final de la crisis ni siquiera se atisba. Incluso, el pesimismo se ha extendido al temor a que España pueda ser objeto de un rescate por parte de la Unión Europea similar a los aplicados a recia e Irlanda. Este pesimismo hace que el 54% asegure que la situación de Irlanda puede extenderse a otros países de la UE y que el 51% considere que es probable que España pueda necesitar "en un futuro más o menos inmediato el apoyo del fondo de rescate europeo". No se libran del pesimismo los votantes del PSOE, aunque todavía son mayoría los que creen improbable el rescate europeo de España. Es evidente que es el rechazo a la gestión de la crisis económica provoca el desgaste del Gobierno. La imagen de Zapatero sigue siendo muy mala y la fidelidad de voto de los socialistas no para de bajar: sólo un 42% de quienes votaron a los socialistas en 2008 estaría dispuesto a hacerlo ahora. Según el sondeo, se estaría produciendo trasvase de voto del PSOE al PP, pero también a Izquierda Unida y a UPyD, que están en condiciones de recoger el descontento hacia el PSOE. IU puede llegar, según el sondeo, al 7,6% de los votos, es decir, casi el doble de los que logró en 2008, y UPyD pasaría del 1,2% al 4,3%. Por el contrario, el porcentaje de voto del PP apenas se ha movido 0,2 puntos, pero su éxito se cimienta, sobre todo, en la caída del PSOE. No es su mejor estimación de voto, a la que llegó en marzo, pero el sondeo sí le muestra la consolidación de la impresión de que su victoria electoral es inevitable. La valoración de Rajoy sigue siendo muy mala, en muchos aspectos peor incluso que la de Zapatero, pero le sigue beneficiando la movilización de los suyos. El rechazo al Gobierno empuja a Rajoy a La Moncloa más que el apoyo que puedan suscitar él y su partido.

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